El tema casi había quedado excluido de la cumbre desarrollada este lunes en Quito, pero a poco de que el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, quien asumió la presidencia pro témpore del bloque, diera por finalizada la reunión con el acto protocolar cumplido, el venezolano Hugo Chávez pidió la palabra y planteó el tema.
El bolivariano alertó que "vientos de guerra empezaron a sonar" en la región a raíz de la instalación de las bases en territorio colombiano, lo que generó la inmediata reacción de sus pares de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quienes hicieron un llamado al diálogo e intentaron bajarle el clima tenso a la reunión.
"Por factores endógenos o exógenos, se está creando una situación de beligerancia inédita e inaceptable" en la región, sostuvo la jefa de Estado ante sus pares de la Unasur, y agregó que la misma "puede desembocar en una situación que nadie quiere".
Cristina señaló que "el problema no es militar, el problema es político y únicamente lo pueden resolver, o no, los presidentes", al referirse a una propuesta de esperar los resultados de la próxima reunión del Consejo de Defensa Sudamericano, que se desarrollará el 24 de agosto en la capital ecuatoriana. En ese marco, se sumó a la idea de realizar una reunión de presidentes de la Unasur, en la que esté presente Uribe.
"Tiene que estar ahí. Colombia también debe estar interesada en abordar este problema para no ser vista como factor de perturbación", expresó la primera mandataria.
Sugirió entonces que la reunión se realice en un lugar donde el colombiano "no tenga la sensación de que hay hostilidad contra él" y -ante la propuesta de Correa de que se haga en Buenos Aires- dijo que estaría "encantada" de que el encuentro sea en Argentina.
Fuentes de la delegación oficial que acompañan a la Presidenta señalaron este lunes por la noche que Cristina propuso a sus pares que la cumbre de carácter urgente se realice en la ciudad turística de Bariloche, en la provincia de Río Negro, y que la misma se concrete antes de que finalice el mes de agosto, tras la reunión de los cancilleres y ministros de Defensa de la Unasur.
Asimismo, se comprometió a invitar personalmente a Uribe para que "pueda referirse a su posición" en el marco de ese encuentro.
Por último, también en coincidencia con el mensaje de Lula, Cristina Fernández de Kirchner señaló que además se debe abordar "de una vez por todas, la situación con Estados Unidos, para que (Washington) defina cuál será su relación con el continente".
"No podemos permitir que además de que nos hayan exportado la crisis económica y la gripe A ahora también nos planteen una situación beligerante en nuestra región; es altamente preocupante y mortificante para nuestras sociedades y nuestros gobiernos", reflexionó Cristina en la reunión desarrollada en la sala capitular del Convento San Agustín, en la capital ecuatoriana.
Finalmente, el anfitrión Correa, quien este lunes por la tarde reasumió su segundo mandato al frente de la presidencia de Ecuador, le agradeció "la gentileza" que tuvo la mandataria argentina de aceptar la propuesta para que el encuentro sea en nuestro país.
El bolivariano alertó que "vientos de guerra empezaron a sonar" en la región a raíz de la instalación de las bases en territorio colombiano, lo que generó la inmediata reacción de sus pares de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quienes hicieron un llamado al diálogo e intentaron bajarle el clima tenso a la reunión.
"Por factores endógenos o exógenos, se está creando una situación de beligerancia inédita e inaceptable" en la región, sostuvo la jefa de Estado ante sus pares de la Unasur, y agregó que la misma "puede desembocar en una situación que nadie quiere".
Cristina señaló que "el problema no es militar, el problema es político y únicamente lo pueden resolver, o no, los presidentes", al referirse a una propuesta de esperar los resultados de la próxima reunión del Consejo de Defensa Sudamericano, que se desarrollará el 24 de agosto en la capital ecuatoriana. En ese marco, se sumó a la idea de realizar una reunión de presidentes de la Unasur, en la que esté presente Uribe.
"Tiene que estar ahí. Colombia también debe estar interesada en abordar este problema para no ser vista como factor de perturbación", expresó la primera mandataria.
Sugirió entonces que la reunión se realice en un lugar donde el colombiano "no tenga la sensación de que hay hostilidad contra él" y -ante la propuesta de Correa de que se haga en Buenos Aires- dijo que estaría "encantada" de que el encuentro sea en Argentina.
Fuentes de la delegación oficial que acompañan a la Presidenta señalaron este lunes por la noche que Cristina propuso a sus pares que la cumbre de carácter urgente se realice en la ciudad turística de Bariloche, en la provincia de Río Negro, y que la misma se concrete antes de que finalice el mes de agosto, tras la reunión de los cancilleres y ministros de Defensa de la Unasur.
Asimismo, se comprometió a invitar personalmente a Uribe para que "pueda referirse a su posición" en el marco de ese encuentro.
Por último, también en coincidencia con el mensaje de Lula, Cristina Fernández de Kirchner señaló que además se debe abordar "de una vez por todas, la situación con Estados Unidos, para que (Washington) defina cuál será su relación con el continente".
"No podemos permitir que además de que nos hayan exportado la crisis económica y la gripe A ahora también nos planteen una situación beligerante en nuestra región; es altamente preocupante y mortificante para nuestras sociedades y nuestros gobiernos", reflexionó Cristina en la reunión desarrollada en la sala capitular del Convento San Agustín, en la capital ecuatoriana.
Finalmente, el anfitrión Correa, quien este lunes por la tarde reasumió su segundo mandato al frente de la presidencia de Ecuador, le agradeció "la gentileza" que tuvo la mandataria argentina de aceptar la propuesta para que el encuentro sea en nuestro país.
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