Cristina visitó Merlo y allí expresó lo siguiente:
..."creo que hemos también instalado una forma diferente, no solamente es un proyecto político, que cree en el trabajo, que ha recuperado millones de puestos de trabajo; que ha recuperado la educación con un financiamiento como nunca se ha tenido; que hemos construido más de 670, casi 700 escuelas, como nunca se había hecho en el país; que hemos construido más de 260 mil soluciones habitacionales, como nunca en otros períodos se habían hecho en el país; que hemos crecido, estos casi seis años, que se van a cumplir en este 25 de mayo de 2003 - argentinos y argentinas, hemos tenido el crecimiento económico más importante de nuestros 200 años de historia como país.
Y mientras estábamos ocupados en estas cosas, porque un proyecto puede tener muy buenas ideas, pero además necesita la gestión diaria, cotidiana y saben de la necesidad de tener un proyecto nacional, en el cual las provincias y sus municipios puedan reconocerse y progresar. Es imposible que una provincia o un municipio pueda crecer, sino crece el país, pero además saben que en ese proyecto se necesita gestión y entonces, mientras otros hablan y critican, nos hemos dedicado, estos seis años, a construir, a hacer, a impulsar cada día una obra nueva, una gestión, una beca nueva; cada vez que un argentino consigue trabajo; cada vez que un gremio consigue negociar mejor su convención colectiva; cada vez que un trabajador que estaba en negro pasa a formar parte del trabajo formal; cada vez que un pibe recibe una beca para poder estudiar en el colegio secundario o acceder a una carrera tecnológica en la universidad; cada vez que un hombre o una mujer se había caído del aparato productivo o un patrón inescrupuloso no le había hecho los aportes y que ahora puede jubilarse gracias también a esta gestión; cada vez que un jubilado o una jubilada, durante años dejados de la mano de Dios, haya conseguido cristalizar en una ley el aumento dos veces al año de modo tal que ya nadie pueda, como sucedió en otros gobiernos y en otras gestiones, no tan lejanos y con los mismos actores en muchos casos de los que protagonizaron aquella historia, acceder a esa movilidad jubilatoria; cada vez que los recursos de los trabajadores veamos que ya no están en manos de privados y que distribuían alegremente entre selectos clubes de amigos los fondos, sino que al contrario, ahora son recursos que sirven para sostener la actividad económica porque sosteniendo la actividad económica y sosteniendo el nivel de empleo estamos sosteniendo los ingresos de todos los trabajadores y de los futuros jubilados de la Nación; cada vez que un argentino o una argentina que no podía acceder a una casa recibe su vivienda; cada vez que alguien deja de llevar el balde en la mano durante diez cuadras porque ahora tiene agua potable y cloacas, en cada un de esos instantes, en cada uno de esos momentos, es cuando vemos en toda su magnitud, en toda su intención lo que algunos llaman proyecto, modelo o gestión y que yo llamo construir Patria, país y dignidad.
Déjenme decirles que de eso me enorgullezco y mucho y también de formar parte de un espacio político que nunca envió un proyecto de ley al Parlamento para cercenar un derecho o quitar una garantía. Al contrario, cada uno de los proyectos de ley, cada uno de los instrumentos que me ha tocado firmar a mí o al anterior presidente, han sido para dar derechos, garantías y reconocer más y más dignidad a trabajadores, a jubilados y a empresarios.
También llevamos a cabo la conformación de un proceso de reindustrialización del país que ha permitido, junto a las condiciones macroeconómicas del modelo, batir récord de exportaciones en el año 2008 con más de 71 mil millones de dólares y en lo cual han tenido un protagonismo importante nuestras manufacturas industriales. No es casual, amigos y amigas, porque en economía nada es casualidad ni nada es por viento de cola; es porque se tienen ideas y se decide representar los intereses de la mayoría.
Y es entonces cuando advertimos el por qué pudimos descender ese índice de desocupación de dos dígitos -casi un cuarto de la población económicamente activa en la Argentina no tenía trabajo- aquel 25 de mayo del año 2003 y pudimos hacerlo porque apostamos a agregar valor, porque creímos en nuestra producción nacional, en nuestras industrias, en nuestros servicios, porque creímos que era posible desarrollar una economía de fuerte contenido nacional, que no significa negarse al mundo, al contrario, antes, durante los '90, decíamos que estábamos integrados al mundo, pero no exportábamos casi nada y hoy, reitero, exportamos más de 71 mil millones de dólares y eso es estar integrado al mundo, vender nuestras cosas al mundo. Porque si no, si solamente recibimos cosas de afuera, en realidad estamos importando trabajo de otras latitudes pero estamos condenando a la desocupación y al hambre a nuestros compatriotas.
Por eso, yo quiero decirles que no son cuestiones menores, son las cuestiones centrales sobre las cuales debe girar la construcción de políticas y el debate en la Argentina, es decir, cuáles van a ser las políticas que sigan apuntalando la industrialización, cuáles van a ser las políticas que sigan sosteniendo las variables macroeconómicas que nos hicieron un país competitivo, cuáles van a ser las orientaciones educativas que nos permitan encajar en el modelo productivo para unir conocimiento, universidad, escuela, educación y producción y trabajo.
Estas son las cosas que hemos estado haciendo en estos seis años, aunque esto no signifique que hayamos hecho todo, no hicimos todo, hicimos mucho y sabemos que falta, y porque sabemos que falta, queremos seguir trabajando junto a todos los argentinos para poder llegar a este régimen de pleno empleo con el que sueño, a esas más de mil escuelas que necesitamos, a ese más de medio millón de viviendas que también necesitamos. Tenemos que seguir trabajando en ese camino y en esa dirección, ese es el compromiso.
No es el compromiso de lo que vengo a prometer, podemos mirarlos a todos a los ojos y decir que hemos hecho mucho más de lo que dijimos en aquella campaña del 2003 porque, por sobre todas las cosas, nuestro compromiso es con el trabajo y con la gestión.
Finalmente, quiero decirles que de la misma manera que Mónica se pone al frente aquí en Merlo; que vos, Daniel, como decís, te pones al frente como siempre lo has hecho en toda tu vida, de la provincia de Buenos Aires, quiero decirles a todos ustedes, amigos y amigas de Merlo, hombres y mujeres de la provincia de Buenos Aires, que esta Presidenta se pone y se sigue poniendo al frente de la República Argentina, de nuestro país y como siempre lo hice, defendiendo las ideas, el proyecto, la Patria. Lo hice en las condiciones más adversas en forma casi solitaria cuando era solo una diputada, solo una representante de la Patagonia, del Sur, y lo voy a seguir haciendo hasta el último de mis días porque es en lo que creo: creo en la Argentina, creo en la patria, creo en ustedes, creo en la fuerza del pueblo, de sus trabajadores, de sus empresarios, de sus comerciantes, de sus estudiantes, de sus amas de casa, creo en la Argentina, reitero, y la amo profundamente. Créanme que voy a dejar lo que tengo y lo que no tengo también para defender de corazón las consignas siempre junto a ustedes."
Y mientras estábamos ocupados en estas cosas, porque un proyecto puede tener muy buenas ideas, pero además necesita la gestión diaria, cotidiana y saben de la necesidad de tener un proyecto nacional, en el cual las provincias y sus municipios puedan reconocerse y progresar. Es imposible que una provincia o un municipio pueda crecer, sino crece el país, pero además saben que en ese proyecto se necesita gestión y entonces, mientras otros hablan y critican, nos hemos dedicado, estos seis años, a construir, a hacer, a impulsar cada día una obra nueva, una gestión, una beca nueva; cada vez que un argentino consigue trabajo; cada vez que un gremio consigue negociar mejor su convención colectiva; cada vez que un trabajador que estaba en negro pasa a formar parte del trabajo formal; cada vez que un pibe recibe una beca para poder estudiar en el colegio secundario o acceder a una carrera tecnológica en la universidad; cada vez que un hombre o una mujer se había caído del aparato productivo o un patrón inescrupuloso no le había hecho los aportes y que ahora puede jubilarse gracias también a esta gestión; cada vez que un jubilado o una jubilada, durante años dejados de la mano de Dios, haya conseguido cristalizar en una ley el aumento dos veces al año de modo tal que ya nadie pueda, como sucedió en otros gobiernos y en otras gestiones, no tan lejanos y con los mismos actores en muchos casos de los que protagonizaron aquella historia, acceder a esa movilidad jubilatoria; cada vez que los recursos de los trabajadores veamos que ya no están en manos de privados y que distribuían alegremente entre selectos clubes de amigos los fondos, sino que al contrario, ahora son recursos que sirven para sostener la actividad económica porque sosteniendo la actividad económica y sosteniendo el nivel de empleo estamos sosteniendo los ingresos de todos los trabajadores y de los futuros jubilados de la Nación; cada vez que un argentino o una argentina que no podía acceder a una casa recibe su vivienda; cada vez que alguien deja de llevar el balde en la mano durante diez cuadras porque ahora tiene agua potable y cloacas, en cada un de esos instantes, en cada uno de esos momentos, es cuando vemos en toda su magnitud, en toda su intención lo que algunos llaman proyecto, modelo o gestión y que yo llamo construir Patria, país y dignidad.
Déjenme decirles que de eso me enorgullezco y mucho y también de formar parte de un espacio político que nunca envió un proyecto de ley al Parlamento para cercenar un derecho o quitar una garantía. Al contrario, cada uno de los proyectos de ley, cada uno de los instrumentos que me ha tocado firmar a mí o al anterior presidente, han sido para dar derechos, garantías y reconocer más y más dignidad a trabajadores, a jubilados y a empresarios.
También llevamos a cabo la conformación de un proceso de reindustrialización del país que ha permitido, junto a las condiciones macroeconómicas del modelo, batir récord de exportaciones en el año 2008 con más de 71 mil millones de dólares y en lo cual han tenido un protagonismo importante nuestras manufacturas industriales. No es casual, amigos y amigas, porque en economía nada es casualidad ni nada es por viento de cola; es porque se tienen ideas y se decide representar los intereses de la mayoría.
Y es entonces cuando advertimos el por qué pudimos descender ese índice de desocupación de dos dígitos -casi un cuarto de la población económicamente activa en la Argentina no tenía trabajo- aquel 25 de mayo del año 2003 y pudimos hacerlo porque apostamos a agregar valor, porque creímos en nuestra producción nacional, en nuestras industrias, en nuestros servicios, porque creímos que era posible desarrollar una economía de fuerte contenido nacional, que no significa negarse al mundo, al contrario, antes, durante los '90, decíamos que estábamos integrados al mundo, pero no exportábamos casi nada y hoy, reitero, exportamos más de 71 mil millones de dólares y eso es estar integrado al mundo, vender nuestras cosas al mundo. Porque si no, si solamente recibimos cosas de afuera, en realidad estamos importando trabajo de otras latitudes pero estamos condenando a la desocupación y al hambre a nuestros compatriotas.
Por eso, yo quiero decirles que no son cuestiones menores, son las cuestiones centrales sobre las cuales debe girar la construcción de políticas y el debate en la Argentina, es decir, cuáles van a ser las políticas que sigan apuntalando la industrialización, cuáles van a ser las políticas que sigan sosteniendo las variables macroeconómicas que nos hicieron un país competitivo, cuáles van a ser las orientaciones educativas que nos permitan encajar en el modelo productivo para unir conocimiento, universidad, escuela, educación y producción y trabajo.
Estas son las cosas que hemos estado haciendo en estos seis años, aunque esto no signifique que hayamos hecho todo, no hicimos todo, hicimos mucho y sabemos que falta, y porque sabemos que falta, queremos seguir trabajando junto a todos los argentinos para poder llegar a este régimen de pleno empleo con el que sueño, a esas más de mil escuelas que necesitamos, a ese más de medio millón de viviendas que también necesitamos. Tenemos que seguir trabajando en ese camino y en esa dirección, ese es el compromiso.
No es el compromiso de lo que vengo a prometer, podemos mirarlos a todos a los ojos y decir que hemos hecho mucho más de lo que dijimos en aquella campaña del 2003 porque, por sobre todas las cosas, nuestro compromiso es con el trabajo y con la gestión.
Finalmente, quiero decirles que de la misma manera que Mónica se pone al frente aquí en Merlo; que vos, Daniel, como decís, te pones al frente como siempre lo has hecho en toda tu vida, de la provincia de Buenos Aires, quiero decirles a todos ustedes, amigos y amigas de Merlo, hombres y mujeres de la provincia de Buenos Aires, que esta Presidenta se pone y se sigue poniendo al frente de la República Argentina, de nuestro país y como siempre lo hice, defendiendo las ideas, el proyecto, la Patria. Lo hice en las condiciones más adversas en forma casi solitaria cuando era solo una diputada, solo una representante de la Patagonia, del Sur, y lo voy a seguir haciendo hasta el último de mis días porque es en lo que creo: creo en la Argentina, creo en la patria, creo en ustedes, creo en la fuerza del pueblo, de sus trabajadores, de sus empresarios, de sus comerciantes, de sus estudiantes, de sus amas de casa, creo en la Argentina, reitero, y la amo profundamente. Créanme que voy a dejar lo que tengo y lo que no tengo también para defender de corazón las consignas siempre junto a ustedes."
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