Cristina estuvo en Comodoro Rivadavia y allí hizo un balance de estos 6 exitosos años de la Argentina. ( Cristina cuidado con Das Neves es medio traidor.)
"Quiero contarles algunos números, la presencia masiva de trabajadores sindicalmente organizados, hoy, en esta casa, son el testimonio vivo de los más de 4 millones de puestos de trabajo, que hemos creado del año 2003 a la fecha. Esas 1.200 y pico de empresas nuevas que se han creado, aquí en Comodoro, son parte de las 20 mil empresas, que por año se han creado, desde el año 2003 a la fecha.
Déjenme decirles, también, que de esa participación en el Producto Bruto Interno, que los trabajadores tenían, en el año 2003 y que era del 33, 34 por ciento, hoy, aquí durante el año 2008, hemos llegado al 43,6 por ciento, gracias a los 1,500 convenios colectivos de trabajo que han negociado los sindicatos argentinos.
Déjenme contarles, también, que de aquella deuda externa, que significaba más de 150 por ciento del PBI y de la sujeción al Fondo Monetario Internacional, hoy, después de una política donde se ha vuelto a recuperar el sistema de decisión nacional ese porcentaje de la deuda no llega al 50 por ciento y ya no viene el Fondo Monetario a dictarnos lo que tenemos que hacer, en la República Argentina.
Déjenme, también, contarles que en estos años, nuestros jubilados no solamente habían visto congelados, durante décadas, sus beneficios previsionales; ahora han tenido más de 13 aumentos y además hemos incorporado a casi 2 millones de argentinos y argentinas que habían perdido el derecho a la jubilación o a la pensión.
Déjenme contarles, también, que en estos seis años hemos construido casi 700 escuelas; déjenme contarles también que hemos construido más de 250 mil viviendas y ahora hemos recuperado al Banco Hipotecario como el instrumento tendiente a poner de nuevo en marcha el sueño de la casa propia, para aquellos sectores que tienen un poder adquisitivo que los dejaba fuera de los planes sociales.
Déjenme contarles que estamos desarrollando el plan energético más importante del que se tenga memoria, no solamente diversificando la matriz energética, reiniciando una obra paralizada desde el año 1994, como la central Atucha II, sino también conectando por primera vez al país. Nosotros, los hermanos y hermanas de la patagonia sur, somos el testimonio vivido; el sistema interconectado llegaba únicamente hasta Choele.Choel, Río Negro; fue este Gobierno y este plan energético el que extendió la línea, primero, hasta Puerto Madryn y ahora desde Puerto Madryn hasta Pico Truncado. Y hoy, en Río Gallegos anunciábamos la licitación para ir hasta Esperanza, Calafate, Río Gallegos y Río Turbio.
Hace unos días, en otra región hermana, Cuyo poníamos en marcha la obra que va a conectar por primera vez el Comahue y Cuyo, poniendo en marcha también todo el proceso para construir la línea de alta tensión NEA-NOA inaugurando, el otro día, la primera línea de alta tensión en La Rioja. Nunca en la historia, y es cierto, uno tiene que escuchar muchas veces que mientras nosotros estamos haciendo estas cosas - haciendo, se entiende el verbo ¿no? hacer, trabajar
Y déjenme contarles que este proyecto nacional que desde el año 2003 gurúes y economistas nacionales y también de afuera, por qué no, venían preanunciando que finalmente era un veranito que se iba a extinguir, aquí estamos.
El año pasado, 2008, fue el año de las mayores exportaciones en toda la historia de la República Argentina, más de 71 mil millones de dólares, del mayor superávit comercial, y este año, con el mundo que se ha caído, con el mundo que se ha desplomado, que ha generado desempleo, destrucción de economía, déficit fenomenales en los principales Estados del mundo, aquí está la Argentina manteniendo con fuerza la actividad económica, no permitiendo que nuestros trabajadores se queden sin trabajo y hoy anunciando la recaudación fiscal más importante también de la historia: 27.291 millones de pesos, 12,6 por ciento más que el año pasado, también con un mayor superávit comercial que el del año pasado porque tenemos una política de intervención del Estado en materia comercial de la misma manera que hemos convertido en objetivo primordial de la etapa mantener la actividad económica y la vinculación laboral de nuestros trabajadores.
Siempre lo digo, puede haber un turno que esté suspendido; puede haber alguien que esté cobrando a lo mejor el 80 y pico por ciento de lo que es el salario, pero lo que tenemos que lograr es que ningún trabajador quede desvinculado porque cuando llega el telegrama de despido, se acaba la dignidad, se acaba la posibilidad de vida en el hogar donde llega.
Por eso, mucha creatividad, mucha heterodoxia, pero un solo horizonte: cuidar el trabajo, cuidar la actividad económica, mantener el nivel de empleo. Esos deben ser los ejes.
¿Y saben por qué? No solamente por una cuestión de convicciones históricas y políticas o por una cuestión de sensibilidad, sino que tiene que ver con el resultado concreto de este modelo. Porque si nosotros hemos podido soportar en forma mejor y diferente que otros países esta crisis global, ha sido precisamente por tener un robusto y sólido mercado interno que nos ha permitido sortear el estrangulamiento en el sector externo.
Cuidar entonces este mercado interno cuando muchos aconsejaban -bueno es recordarlo también allá por el año 2007 o 2008- que había que enfriar la economía porque se había recalentado, como si fuera posible tener un switch o una perilla con la cual uno pudiera manejar la graduación. No se daban cuenta que enfriar la economía significaba gente con desempleo y hubiera significado una crisis catastrófica de haber aceptado esas teorías.
Pero, por suerte, siempre hemos creído en nuestras propias fuerzas, que es la fuerza de los argentinos; siempre hemos creído en nuestro país; siempre hemos creído que el trabajo, la producción y el valor agregado a nuestras materias primas, a nuestros recursos es la clave para seguir creciendo.
Por eso sé que este es el lenguaje, el lenguaje de los hechos, el de las realizaciones y el de los resultados. Porque, finalmente, si tuviera que elegir lo que tal vez sea lo más sobresaliente de estos seis años, es que aquellas ideas que muchas veces desde una banca manifestábamos como oposición interna, primero, durante la década de los '90 o, luego, cuando los que vinieron a cambiar todo no solamente no cambiaron nada sino que empeoraron todo, pudimos demostrar que no eran ideas de ocasión, que no era retórica para ocupar un centimetraje de diario o dos minutos de televisión, eso dura muy poco, la lectura de dos minutos o el oído durante cuatro. Después deben estar los resultados y la posibilidad de llevar esas ideas y esos proyectos a la práctica.
Entonces, quiero rescatar de estos seis años lo que hablábamos de un modelo de país diferente, un modelo que hiciera hincapié en el trabajo y en la producción, en el mercado interno, en volver a ser un país independiente, pero no porque estemos aislados del mundo, al contrario, independiente porque ser capaces de tomar nuestras propias decisiones era posible. Nos decían que no se podía hacer, que no había vida más allá del Fondo, que nada era posible, que todo era imposible y aquí estamos.
Por eso, en esto seis años del crecimiento económico más importante que recuerde la historia de nuestro país en sus 200 años, quiero decirles, argentinos y argentinas, que estos resultados no son de un sector ni de un partido ni de un gobierno, son de ustedes, de todos los argentinos, de todos, de los que nos quieren y de los que no nos quieren, de los que nos votan y de los que no nos votan, porque queremos una Argentina para todos. Así nos enseñaron, así aprendimos, así lo queremos y así lo vamos a seguir haciendo.
Déjenme decirles, también, que de esa participación en el Producto Bruto Interno, que los trabajadores tenían, en el año 2003 y que era del 33, 34 por ciento, hoy, aquí durante el año 2008, hemos llegado al 43,6 por ciento, gracias a los 1,500 convenios colectivos de trabajo que han negociado los sindicatos argentinos.
Déjenme contarles, también, que de aquella deuda externa, que significaba más de 150 por ciento del PBI y de la sujeción al Fondo Monetario Internacional, hoy, después de una política donde se ha vuelto a recuperar el sistema de decisión nacional ese porcentaje de la deuda no llega al 50 por ciento y ya no viene el Fondo Monetario a dictarnos lo que tenemos que hacer, en la República Argentina.
Déjenme, también, contarles que en estos años, nuestros jubilados no solamente habían visto congelados, durante décadas, sus beneficios previsionales; ahora han tenido más de 13 aumentos y además hemos incorporado a casi 2 millones de argentinos y argentinas que habían perdido el derecho a la jubilación o a la pensión.
Déjenme contarles, también, que en estos seis años hemos construido casi 700 escuelas; déjenme contarles también que hemos construido más de 250 mil viviendas y ahora hemos recuperado al Banco Hipotecario como el instrumento tendiente a poner de nuevo en marcha el sueño de la casa propia, para aquellos sectores que tienen un poder adquisitivo que los dejaba fuera de los planes sociales.
Déjenme contarles que estamos desarrollando el plan energético más importante del que se tenga memoria, no solamente diversificando la matriz energética, reiniciando una obra paralizada desde el año 1994, como la central Atucha II, sino también conectando por primera vez al país. Nosotros, los hermanos y hermanas de la patagonia sur, somos el testimonio vivido; el sistema interconectado llegaba únicamente hasta Choele.Choel, Río Negro; fue este Gobierno y este plan energético el que extendió la línea, primero, hasta Puerto Madryn y ahora desde Puerto Madryn hasta Pico Truncado. Y hoy, en Río Gallegos anunciábamos la licitación para ir hasta Esperanza, Calafate, Río Gallegos y Río Turbio.
Hace unos días, en otra región hermana, Cuyo poníamos en marcha la obra que va a conectar por primera vez el Comahue y Cuyo, poniendo en marcha también todo el proceso para construir la línea de alta tensión NEA-NOA inaugurando, el otro día, la primera línea de alta tensión en La Rioja. Nunca en la historia, y es cierto, uno tiene que escuchar muchas veces que mientras nosotros estamos haciendo estas cosas - haciendo, se entiende el verbo ¿no? hacer, trabajar
Y déjenme contarles que este proyecto nacional que desde el año 2003 gurúes y economistas nacionales y también de afuera, por qué no, venían preanunciando que finalmente era un veranito que se iba a extinguir, aquí estamos.
El año pasado, 2008, fue el año de las mayores exportaciones en toda la historia de la República Argentina, más de 71 mil millones de dólares, del mayor superávit comercial, y este año, con el mundo que se ha caído, con el mundo que se ha desplomado, que ha generado desempleo, destrucción de economía, déficit fenomenales en los principales Estados del mundo, aquí está la Argentina manteniendo con fuerza la actividad económica, no permitiendo que nuestros trabajadores se queden sin trabajo y hoy anunciando la recaudación fiscal más importante también de la historia: 27.291 millones de pesos, 12,6 por ciento más que el año pasado, también con un mayor superávit comercial que el del año pasado porque tenemos una política de intervención del Estado en materia comercial de la misma manera que hemos convertido en objetivo primordial de la etapa mantener la actividad económica y la vinculación laboral de nuestros trabajadores.
Siempre lo digo, puede haber un turno que esté suspendido; puede haber alguien que esté cobrando a lo mejor el 80 y pico por ciento de lo que es el salario, pero lo que tenemos que lograr es que ningún trabajador quede desvinculado porque cuando llega el telegrama de despido, se acaba la dignidad, se acaba la posibilidad de vida en el hogar donde llega.
Por eso, mucha creatividad, mucha heterodoxia, pero un solo horizonte: cuidar el trabajo, cuidar la actividad económica, mantener el nivel de empleo. Esos deben ser los ejes.
¿Y saben por qué? No solamente por una cuestión de convicciones históricas y políticas o por una cuestión de sensibilidad, sino que tiene que ver con el resultado concreto de este modelo. Porque si nosotros hemos podido soportar en forma mejor y diferente que otros países esta crisis global, ha sido precisamente por tener un robusto y sólido mercado interno que nos ha permitido sortear el estrangulamiento en el sector externo.
Cuidar entonces este mercado interno cuando muchos aconsejaban -bueno es recordarlo también allá por el año 2007 o 2008- que había que enfriar la economía porque se había recalentado, como si fuera posible tener un switch o una perilla con la cual uno pudiera manejar la graduación. No se daban cuenta que enfriar la economía significaba gente con desempleo y hubiera significado una crisis catastrófica de haber aceptado esas teorías.
Pero, por suerte, siempre hemos creído en nuestras propias fuerzas, que es la fuerza de los argentinos; siempre hemos creído en nuestro país; siempre hemos creído que el trabajo, la producción y el valor agregado a nuestras materias primas, a nuestros recursos es la clave para seguir creciendo.
Por eso sé que este es el lenguaje, el lenguaje de los hechos, el de las realizaciones y el de los resultados. Porque, finalmente, si tuviera que elegir lo que tal vez sea lo más sobresaliente de estos seis años, es que aquellas ideas que muchas veces desde una banca manifestábamos como oposición interna, primero, durante la década de los '90 o, luego, cuando los que vinieron a cambiar todo no solamente no cambiaron nada sino que empeoraron todo, pudimos demostrar que no eran ideas de ocasión, que no era retórica para ocupar un centimetraje de diario o dos minutos de televisión, eso dura muy poco, la lectura de dos minutos o el oído durante cuatro. Después deben estar los resultados y la posibilidad de llevar esas ideas y esos proyectos a la práctica.
Entonces, quiero rescatar de estos seis años lo que hablábamos de un modelo de país diferente, un modelo que hiciera hincapié en el trabajo y en la producción, en el mercado interno, en volver a ser un país independiente, pero no porque estemos aislados del mundo, al contrario, independiente porque ser capaces de tomar nuestras propias decisiones era posible. Nos decían que no se podía hacer, que no había vida más allá del Fondo, que nada era posible, que todo era imposible y aquí estamos.
Por eso, en esto seis años del crecimiento económico más importante que recuerde la historia de nuestro país en sus 200 años, quiero decirles, argentinos y argentinas, que estos resultados no son de un sector ni de un partido ni de un gobierno, son de ustedes, de todos los argentinos, de todos, de los que nos quieren y de los que no nos quieren, de los que nos votan y de los que no nos votan, porque queremos una Argentina para todos. Así nos enseñaron, así aprendimos, así lo queremos y así lo vamos a seguir haciendo.
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