sábado, 19 de marzo de 2011

Las flores de Catamarca

Por Alicia Kirchner *

En Catamarca ganamos los argentinos porque triunfó el reconocimiento de un pueblo a la recuperación de un proyecto nacional que tiene al federalismo como principio articulador de su crecimiento y desarrollo.

Para quienes conocemos la realidad política y social de la provincia no fue una sorpresa la victoria de Lucía Corpacci, como tampoco desde una mirada nacional nos sorprende el comportamiento de las corporaciones monopólico-mediáticas que inmediatamente comenzaron a de- sacreditar el triunfo del Frente para la Victoria Catamarqueño. Corporaciones que en alianza con intereses económicos, intentan sistemáticamente obstruir el desarrollo, consolidación y, en este caso, la “descentralización” del proyecto nacional y popular de la mano del federalismo.

El pueblo catamarqueño quiere sentirse parte de la Argentina y estar a la altura del momento histórico que vivimos, confía y es consciente del cambio en las políticas del gobierno nacional a partir del 25 de mayo del 2003. Habló claro a través de las urnas el pasado domingo. El oportunismo político de adelantar las elecciones provinciales con la intención de debilitar el proyecto nacional en Catamarca, y desde ahí esmerilar la elección presidencial, evidenció falta de lectura de la realidad política nacional, más aún de la comprensión de lo que realmente se está discutiendo en estas elecciones.

La nueva gobernadora electa, Lucía Corpacci, fue elegida por los catamarqueños porque visualizaron en ella la expresión política del proyecto nacional en la provincia. La legitimidad de su fuerte trabajo territorial y su compromiso en tratar de revertir en Catamarca las asimetrías en términos sociales y económicos marcan una clara coherencia y sintonía con esa misma legitimidad que construyeron en primer lugar Néstor Kirchner y posteriormente Cristina Fernández de Kirchner. Corpacci supo imprimir ese compromiso transformador y entrega para con su pueblo a través del desarrollo en la provincia de las políticas sociales del Ministerio de Desarrollo Social bajo mi responsabilidad política institucional y posteriormente su vocación militante la expresó a través de las funciones en los poderes Ejecutivo y Legislativo.

La participación de una nueva generación política imprimió un impulso decisivo el último domingo, participación no sólo expresada en la figura del vicegobernador electo Dalmacio Mera, sino en la activa militancia de los jóvenes durante la campaña, en la elaboración de las propuestas de gobierno y en la masiva concurrencia juvenil en la votación del domingo. Expresión de la militancia de la nueva Argentina que nuestra Presidenta define como “la generación del Bicentenario que tiene la oportunidad esta vez de escribir su propia historia y ser el sujeto social que profundice este modelo de país”.

El partido radical debe saber leer y comprender en profundidad el momento histórico que transita nuestro país, realizar una fuerte autocrítica de su alineamiento ideológico como propuesta política, en relación con la representación que desea asumir y los caminos para lograrla. O se ubica en los senderos de las mayorías populares y construye en ese sentido o se coloca en la funcionalidad a los intereses económicos monopólicos que buscan el regreso al neoliberalismo.

Nuestro movimiento nacional abre las puertas a todas las expresiones políticas que coincidan en los ideales de independencia económica, soberanía política y justicia social; el radicalismo, en algunos momentos de la historia, supo coincidir con estos ideales. Cuando se alejó, el pueblo argentino vivió sus horas más difíciles; la peor crisis económica, política y social que sufrió nuestro país en el año 2001 quedó marcada en la memoria colectiva; el comportamiento de muchos de sus dirigentes en los últimos años también quedará inscripto en las páginas grises de la historia.

Como decía el general Juan D. Perón, “es la hora de los pueblos” y no de las corporaciones económicas. Esperemos que el radicalismo supere la crisis de identidad que sufre desde hace muchos años y retome los ideales democráticos populares que supo defender. Es hora de reflexionar, el pueblo avanza.

Construir un país que se articule desde el desarrollo de las economías regionales, que imprima una matriz productiva diversificada, que revierta las fuertes asimetrías al interior profundo de las provincias que los proyectos oligárquicos liberales impusieron a sangre y fuego a lo largo de la historia de los siglos XIX y XX necesita del apoyo popular de todos los argentinos de todas las provincias. Catamarca demostró al país el último domingo qué proyecto de provincia y país está dispuesta a construir.

lunes, 14 de marzo de 2011

Batacazo K en la primera elección del año


Por Sebastian Abrevaya

Desde Catamarca

Los dueños del batacazo: el nuevo intendente, Raúl Jalil, junto a la gobernadora electa y su vice, Lucía Corpacci y Dalmacio Mera.
Imagen: Télam.
En una jornada histórica, el Frente para la Victoria rompió anoche con 20 años de hegemonía del Frente Cívico y Social en Catamarca. Respaldándose en la imagen de la presidenta Cristina Kirchner, la senadora nacional Lucía Corpacci se convirtió en la primera gobernadora mujer de Catamarca, derrotando al radical Eduardo Brizuela del Moral, que aspiraba a su re–reelección. El vicepresidente Julio Cobos había viajado a la provincia, avisó, a acompañar a su amigo “en la victoria o en la derrota”. Mientras en el bunker del FpV cantaban eufóricos la Marcha peronista, en el Comité provincial militantes de la UCR lloraban su derrota. Al cierre de esta edición, el peronista Raúl Jalil también ganaba la intendencia de la capital provincial, tradicionalmente un bastión del Frente Cívico.

“Le dedico el triunfo a la Presidenta. Con esta victoria ganamos todos, gana Cristina, gana Lucía y gana Catamarca”, aseguró Corpacci en conferencia de prensa, luego de considerar “irreversible” la diferencia de cuatro puntos que obtenía alrededor de las 23. La senadora ratificó además su respaldo a la candidatura presidencial de Cristina. “Independientemente de nuestro triunfo, la Presidenta tiene todo para ser la candidata. La gente le reconoce sus políticas sociales de inclusión”, agregó.

Al referirse a los ocho meses que deberá esperar el kirchnerismo para asumir formalmente el poder, Corpacci sostuvo que van a “colaborar” con el mandatario saliente. “Nosotros somos democráticos”, insistió. En un discurso centrado y tranquilo, la senadora evitó cuestionar a Cobos y consideró “lógico” que viniera a acompañarlo a Brizuela del Moral. “Sentimos una enorme responsabilidad, una enorme alegría y un orgullo inmenso”, concluyó Corpacci, quien dijo que no debería ser distinto que el gobierno esté en manos de una mujer o de un hombre.

En 1991, cuando el gobierno de Ramón Saadi fue intervenido por el caso del asesinato de María Soledad Morales, el peronismo quedó relegado del poder por dos décadas. A las 23.30, con el 96,6 por ciento de las mesas escrutadas, la fórmula Corpacci-Dalmacio Mera obtenía el 48,24 por ciento de los votos, mientras que Brizuela del Moral-Ricardo Guzmán alcanzaban el 44,16 por ciento. La hermana del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, Liliana Barrionuevo, quedó en un muy lejano tercer puesto y ni siquiera alcanzó a entrar como diputada provincial, lista que también encabezaba. “Sabíamos que ganábamos”, dijo Corpacci al ingresar a una alborotada conferencia de prensa poblada de bombos y banderas.

Para alcanzar la victoria, fue clave la buena elección del FpV en la capital, que concentra casi el 50 por ciento de la población provincial. Por un margen estrecho, el peronista Raúl Jalil le ganó a Luis Fadel, el candidato del FCyS. Otro distrito clave fue Valle Viejo, donde se consagró intendenta la dirigente social Natalia Soria.

Desde la quinta de Olivos, la Presidenta se comunicó con Corpacci y con Dalmacio Mera para felicitarlos por la victoria, y se espera que en los próximos días la gobernadora viaje a Buenos Aires para reunirse con ella. Corpacci y CFK mantienen además un vínculo familiar, ya que el esposo de la catamarqueña, Angel Mercado, es el sobrino del dirigente local Armando “Bombón” Mercado, ex esposo de Alicia Kirchner y ex cuñado de Néstor Kirchner. “Borom bom bom, borom bom bom, para Cristina la reelección”, cantaron interminablemente en el Hotel Ancasti, donde el FpV tenía su bunker de campaña. No faltaron, además, cánticos para el vicepresidente: “Un minuto de silencio, para Cobos que está muerto”.

En medio de la fiesta kirchnerista, reapareció Ramón Saadi para reclamar su cuotaparte en la victoria. “Yo participé como militante y como dirigente de un sector importante”, remarcó. A la euforia que se vivía en la plaza principal y en el bunker se sumaron varios dirigentes nacionales: el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; el de Entre Ríos, Sergio Urribarri; y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, que cerca de las 10 de la noche se subió al Tango 01 para llegar, aunque sea tarde, a celebrar.

Recién a las 23.30, el gobernador habló para reconocer la derrota. “La tendencia es irreversible”, dijo Brizuela del Moral visiblemente amargado. Ya se había comunicado con Corpacci para felicitarla y hablar de una “transición ordenada”. El recientemente renovado Comité provincia era la contracara del kirchnerismo. Cuando todavía no se conocía una tendencia firme, ya se podía percibir el clima de tristeza en los pocos dirigentes que se encontraban allí. A medida que fueron llegando los cómputos oficiales, la tristeza se fue profundizando hasta llegar a las lágrimas.

Además de Cobos, el presidente del Comité Nacional, el alfonsinista Angel Rozas, y el precandidato presidencial Ernesto Sanz viajaron a Catamarca. Tanto Rozas como Sanz prefirieron el bajo perfil y no hicieron declaraciones tras la derrota.

Por la tarde, cuando apenas cerraron los comicios, había comenzado la guerra de boca de urna, como una repetición de lo que habían sido los últimos días de la campaña, en los que tanto desde el Frente Cívico y Social como del Frente para la Victoria se adjudicaban una estrecha ventaja. Un encuestador del FpV dio una ventaja de 2,5 puntos según sus cómputos. Inmediatamente, el ministro de Gobierno provincial, Javier Silva, salió a responder por medio de una importante radio local: “Ganamos por 5 puntos”, aseguró, sin dar demasiadas precisiones. Lo mismo señalaban voceros de la gobernación: “No menos de cuatro puntos a favor nuestro”.

La única vez que se lo escuchó al gastronómico Luis Barrionuevo fue bien temprano, cuando fue a votar. Fiel a su estilo provocador, dijo que se iba a sentir “muy feliz” si perdía el kirchnerismo. Además cargó contra el acuerdo electoral alcanzado entre el PJ local y el kirchnerismo. El líder de la CGT Azul y Blanca vaticinó que “se va a ver una visión diferente del PJ”, una vez que gane el Frente Cívico. “El lunes tenemos que comenzar con una reestructuración del peronismo”, anticipó. Barrionuevo, triste, no volvió a hacer declaraciones.

martes, 8 de marzo de 2011