sábado, 31 de enero de 2009

El juego de la guerra

Por Adolfo Pérez Esquivel
La guerra es el juego de los poderosos, es el gran vicio público que consiste en jugar con la vida de los pueblos, en el que todo el mundo queda enredado. Todos tienen que vivir o morir. Pero la verdadera emoción del juego procede de “la suspensión de la conciencia”. En todo juego se ha de prescindir de las condiciones reales.
En la guerra uno supone que es no sólo justo, sino necesario matar. El gran sacrificio de la guerra no es tanto el sacrificio de vida cuanto la suspensión de la conciencia, que sin embargo, la mayor parte de la gente encuentra fácil y placentero con tal de que todos lo hagan al mismo tiempo. Si hay alguna “necesidad” que impulse a los hombres a la guerra, es ésa. La suspensión de la conciencia en masa es una irresponsabilidad total, y se dedica a una sola tarea: “destruir al enemigo”.
El gran peligro de la guerra es precisamente esa necesidad universal de “inmoralidad masiva” que el juego de la guerra satisface tan plenamente. Así se expresa Thomas Merton, recordando a Lanza del Vasto sobre la profunda conexión entre juego y guerra.
Estos días de dolor y muerte en la Franja de Gaza, los medios de comunicación han publicado que programas cómicos en Israel hacen de la guerra un juego para divertir a la audiencia. En su macabro juego dicen: “hemos matado a mil palestinos y ellos nos mataron sólo a 13 israelitas. Les ganamos por goleada”. Eretz Neheredet, por el actor Tal Friedman, dice “El resultado es bueno, pero no podemos conformarnos con esta ventaja: tenemos que ampliarla”. A la guerra todos parten como a una fiesta y todos vuelven derrotados con la muerte en el alma.
En el juego de la guerra los apostadores mueven las fichas y lucran con la vida de los pueblos, están dominados por la basura mental y emocional que convierte la vida social y política en una enfermedad de masas. Cada uno tiene las “razones y la verdad para destruir al enemigo”, para justificar el horror y las muertes.
A pesar de los reclamos internacionales de gobiernos y el clamor de los pueblos, Israel y los EE.UU. no quieren escuchar a la comunidad internacional y continúan sembrando muerte y destrucción contra el pueblo palestino, provocando hasta el momento más de 1350 muertos y alrededor de 5500 heridos, en su mayoría mujeres, niños, población civil; han bombardeado la sede de la ONU, hospitales, centros de refugiados, escuelas y destruido depósitos de alimentos.
Esta masacre se produce pocos días antes del cambio de gobierno en los EE.UU. y George Bush, responsable de crímenes de lesa humanidad, en su despedida del gobierno no se arrepiente de las barbaridades cometidas contra los pueblos.
El nuevo gobierno de los EE.UU. que preside Barack Obama tiene la responsabilidad de poner freno a la barbarie e iniciar urgentes negociaciones para alcanzar la solución del conflicto y trabajar para la constitución del Estado Palestino, único camino para lograr poner fin a 60 años de guerra.
Debe retomar el camino perdido y restablecer el Estado de Derecho en los EE.UU. hecho añicos por Bush, cerrar definitivamente las cárceles de Guantánamo y Abu Ghraib y buscar caminos alternativos para poner fin a las guerras de Irak y Afganistán.
Lamentablemente, las Naciones Unidas es un organismo sin autonomía, sometido y dominado por las cinco grandes potencias que la utilizan para sus propios intereses a través del veto y el Consejo de Seguridad, que genera mayor inseguridad, y no para promover la paz y desarrollo entre los pueblos.
En el año 1948 la ONU estaba constituida por 57 Estados; hoy la integran 192 Estados y su estructura y funcionamiento se ha transformado en un cascarón vacío de contenido y sin fuerza frente a las grandes potencias. Es urgente lograr que ese alto organismo de las naciones se democratice y deje de ser instrumento manipulable de cinco países que impiden el derecho y la participación democrática de los Estados miembro de la comunidad de las naciones. Los hechos están a la vista.
La impunidad con que actúan Israel y los EE.UU. son una amenaza para la paz mundial. En el juego de la guerra, el armamento nuclear no es sólo patrimonio de las grandes potencias; otros países poseen armas nucleares, entre ellos Israel, Pakistán y la India, y otros están en vías de poseerlas para destruirse más y mejor y terminar corriendo hacia ninguna parte, y provocando daños irreversibles a la humanidad.
EE.UU. y sus aliados dicen que hay que frenar e impedir que países no responsables tengan armas nucleares. ¿Alguien piensa que hay países responsables para tener armas nucleares y que no las utilizarán llegado el momento? ¿Quiénes son los responsables y quiénes son los irresponsables? Las armas nunca son garantes de la Paz.
¿Hasta cuándo la ONU, el Consejo de Europa, la UE, entre otras organizaciones internacionales y gobiernos, no lograrán poner límites a Israel y Palestina para terminar con el conflicto que lleva 60 años? Los pueblos del mundo tienen que actuar y exigir el inmediato cese de las acciones armadas y el retiro de las tropas israelitas de la Franja de Gaza y el cese de los bombardeos de Hamas con morteros a las colonias israelitas.
La soberbia con que actúa Israel desconociendo el derecho del pueblo palestino y los reclamos de la comunidad internacional daña al mismo pueblo de Israel y al mundo. No deben olvidar que lo que siembran, recogen; no hay otra alternativa.
Israelitas y palestinos tienen que aprender a convivir en la diversidad y compartir el pan y la libertad en Tierra Santa, es su hogar y destino común que dolorosamente han olvidado y transformado en “Tierra de sangre, odio y sufrimiento”. ¿Hasta cuándo?
Es necesario volver la mirada al interior de cada uno y de cada pueblo; encontrar caminos que permitan derribar los muros de la intolerancia, la barbarie, destrucción y muerte. La Esperanza de los pueblos está viva a pesar de todo. Muchos israelitas y palestinos vienen trabajando para alcanzar la Paz y el entendimiento entre los pueblos, saben que es el único camino para alcanzar un nuevo amanecer.

miércoles, 28 de enero de 2009

Palabras de la Presidenta en anuncios de planes para viviendas

Muchas gracias, buenas tardes a todos y a todas. Señores gobernadores de Formosa, Entre Ríos, Chaco; señor presidente de la Honorable Cámara de Diputados; señor gobernador de la provincia de Jujuy; querida Sandra, vicegobernadora de la provincia de Misiones; señores gobernadores de las provincias de Salta y Santiago del Estero; querido José, gobernador de Tucumán; ¿no me olvido de ninguno no es cierto? De nadie, imposible además hacerlo porque a muchos de ellos los conozco desde hace mucho tiempo, sé que siempre persiguieron la idea de un país federal, más equitativo no solamente en la distribución del ingreso social sino también en la distribución del ingreso geográfico, que es la otra gran deuda pendiente; señores y señoras intendentes e intendentas de las distintas provincias que hoy nos acompañan: seguimos con esta política que hemos tenido desde el año 2003 en materia de vivienda, recién me señalaba el presidente de la Cámara de Diputados, el doctor Fellner, que cuando se complete este cupo que le corresponde hoy a la provincia de Jujuy va a ser la mayor cantidad de viviendas que se han construido en toda la historia de Jujuy, cualquiera sea el gobierno que haya estado en ese momento. Lo cual realmente nos llena de mucho orgullo, ver esos cascos blancos también destinatarios del trabajo y de las casas.
Sabemos que el vigoroso plan de obra pública, de infraestructura que generamos a partir del año 2003 ha sido precisamente una de las claves del crecimiento sostenido de estos años, y hoy seguimos en la misma senda, agregando otras medidas, ayer fueron 58.000 viviendas más por más de 5.000 millones de pesos, hoy son más de 38.000 viviendas por más de 3.000 millones de pesos, pero seguimos agregando medidas que profundicen el modelo y también agregando otras que son contracíclicas debido a esta fenomenal crisis internacional.
Al respecto recuerdo que cuando estuve en setiembre en Nueva York con motivo de la Asamblea Ordinaria de Naciones Unidas fuimos al Council of America a dar una conferencia y allí una periodista -o alguien de Merrill Lynch creo que fue si mal no recuerdo- me preguntaba si nosotros teníamos un plan B, y yo le contesté que en realidad no teníamos ningún plan B y que el plan B lo necesitaban ellos. Me acuerdo que esto fue tomado por algunos voceros de las empresas periodísticas argentinas casi como una ofensa o un acto de arrogancia. Yo no sé por qué esta cosa de que defender la patria y defender el país y su proyecto sea visto como actos de arrogancia y no como actos de amor y de soberanía nacional, no solamente en lo económico sino además en lo intelectual, es como si hubiera una negación a ejercer soberanía nacional también en lo intelectual. Es una cosa que tenemos que plantearnos los argentinos, que nos gusta mucho defender nuestra soberanía territorial, económica y política pero que muchas veces cedemos en lo que tal vez sea lo más importante, que generó precisamente esas ideas y que es la soberanía intelectual, el atreverse a pensar diferente de los grandes centros de poder. Pero sigo con el relato porque me acuerdo que comenzamos con la serie de medidas y todos dijeron ah, pero había un plan B. No, de ninguna manera, las medidas contracíclicas que estamos llevando adelante, con muchísimo éxito como ha sido en el caso de las automotrices, como ha sido en el caso de los electrodomésticos, son precisamente para seguir sosteniendo ese plan A, que es el plan de la producción, del trabajo y de la economía real, que es lo que siempre hemos defendido frente a la especulación que finalmente terminó derrumbando a los principales centros del mundo.
Y la verdad que escuchar al nuevo presidente de los Estados Unidos, a Barack Obama en un discurso, tal cual dije en La Habana, absolutamente confirmatorio de las buenas expectativas que teníamos de él, escuchar hablar de que es importante la seguridad pero más importantes son los principios y que por lo tanto los derechos humanos no pueden estar subordinados a la seguridad; escuchar hablar de que van a construir puentes, infraestructura que permita volver a hacer crecer la economía de ese país; escuchar que ya el crecimiento por sí solo si no alcanza a la gente común de carne y hueso en su calidad de vida, tampoco alcanza, y por si todo esto fuera poco afirmar, como lo venimos afirmando hace tanto tiempo, que el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él, no hace más que reafirmarnos en el camino de lo que venimos sosteniendo desde el año 2003, la economía real. Ha llegado finalmente no solamente a la Argentina, que había llegado en el 2003, sino al mundo, la hora de la economía real. Seguramente habrá momentos difíciles como hoy se están viviendo y podemos ver en numerosas capitales del mundo, pero lo cierto es que tenemos que estar contentos finalmente de que esa economía real, esa economía que pone al hombre y a la mujer de carne y hueso en el centro de los objetivos, y que finalmente es la que termina garantizando crecimiento sustentable y durable en el tiempo, haya retornado.
Por eso creo que no tenemos que tener miedo los argentinos a tener también soberanía intelectual, y reconocer que muchísimas de las cosas que venimos afirmando desde el año 2003, y que empecinadamente gurúes locales y extranjeros se empeñaban en demonizar, son finalmente las ideas que hoy se van a tener que estar aplicando en todo el mundo.
Y realmente es un orgullo para nosotros y una satisfacción, no solamente porque haya problemas, eso no suele ser un orgullo ni una satisfacción, sino simplemente de saber que tanto esfuerzo, tantas cosas que hemos pasado, tantas tragedias que hemos vivido los argentinos durante décadas de enfrentamientos, de desacuerdos, podamos superarlas para poder reafirmarnos en este modelo, que no es de un partido ni de un sector, siempre se ofreció para todos los argentinos, porque es la historia de los argentinos la que hemos construido. Yo siempre digo que para que un afro americano esté hoy en la Casa Blanca tuvieron que pasar muchas cosas en el mundo y en Estados Unidos, y para que tal vez un joven desgarbado llegara en el año 2003 a la Casa de Gobierno otras tantas habían pasado también en la República Argentina, porque la historia no se forma de casualidades, sino que se forma de causalidades.
Creo que podemos hoy todos los argentinos, con nuestras diferencias lógicas que siempre vamos a tener, no seríamos argentinos si así no lo hiciéramos y además seríamos muy aburridos, pero con la convicción y la certeza de que estamos en el camino que siempre debimos tener, el del trabajo, la producción, el esfuerzo, el sacrificio, el mercado interno, la exportación, todas esas coordenadas por las cuales pudimos crecer en estos seis años, y que vamos a seguir sosteniendo con medidas no que constituyan un plan B, sino contracíclicas, precisamente cuando desde afuera vino el problema que afecta hoy a la economía global en el mundo.
Con mucha fuerza, con mucha esperanza y con el mismo trabajo y compromiso de siempre con los trabajadores y con el resto de los argentinos, para seguir construyendo un país para todos, que esta es la gran ilusión de esta humilde mujer argentina.
Muchas gracias y a seguir trabajando.

martes, 27 de enero de 2009

La regla de la excepción

Por Horacio Verbitsky
El energúmeno de Gualeguaychú dijo el viernes que los “Kirchner”, “que critican tanto al gobierno de los ’70, están igual. Sólo les falta las armas”. Lo escuchaba con atención la jefa de la Coalición Cívica Libertadora, Elisa Carrió, quien hace tres años había dicho que “Kirchner es igual a Hitler con la diferencia de que hoy no hay campos de concentración en la Argentina”. La regla de la excepción podría aplicarse con provecho a distintas situaciones. Por ejemplo:
- Fernando de la Rúa es un estadista de la capacidad de Winston Churchill, con la diferencia de que su gobierno sólo duró dos años.
- Benedicto XVI es tan gracioso como Marcelo Tinelli, sólo que no cuenta chistes.
- Mauricio Macri tiene la misma profundidad de pensamiento de Jorge Luis Borges, con la diferencia de que no escribe.
- El Ogro Fabbiani juega como Messi, sólo le faltan la velocidad y la gambeta.
- La seducción de Mirtha Legrand hace pensar en la de Angelina Jolie, salvo la edad.
- El ferrocarril Sarmiento es como el que une París y Bruselas en una hora, con la diferencia de la velocidad, la comodidad y la higiene.
- Edmundo Rivero es igual a Christina Aguilera, sólo que canta tangos.
- Jorge Brito es como Picasso, con la diferencia de que nunca pintó un cuadro.
- Adrián Paenza escribe como García Márquez, salvo las novelas.
- El general Alais es un estratega como Napoleón, con excepción de que nunca libró una batalla.
- Si mi abuelita tuviera ruedas sería una bicicleta.

viernes, 23 de enero de 2009

Una emisión especial de Hugo y Cristina

Por Victoria Ginzberg
Desde Caracas
Tenés suerte de que yo sea la Presidenta. ¿Te lo imaginás a Néstor Kirchner firmando acá, rodeado de papeles, escuchando anécdotas?
–Ya se hubiera ido. Revoleaba los papeles y se iba... Un saludo, démosle un abrazo desde acá.
El diálogo entre Cristina Kirchner y Hugo Chávez se produjo cuando el acto en el que Argentina y Venezuela firmaron 21 acuerdos ya llevaba dos horas. Se habían contado chistes, relatado hechos históricos, conversado por teleconferencia con productores del interior del país que mostraron vaquitas y toros y campos de girasoles y hasta se había escuchado cantar al presidente venezolano. También hubo espacio para definiciones políticas. “Es bueno remarcar el grado de integración que hemos alcanzado y que vamos a seguir profundizando, porque creemos que éste es el camino que ha dado resultados a la Argentina, que ha dado resultados a la República Bolivariana de Venezuela”, dijo Cristina Kirchner.
“Un día peronista”, definió Chávez mirando al cielo en la entrada del Palacio de Miraflores, donde por la mañana recibió a la Presidenta. Se reunieron primero a solas y luego con el canciller Jorge Taiana, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y sus contrapartes venezolanas. Allí quedó sellado el compromiso de los presidentes de reunirse cada tres meses. Después, llegó el acto de firma de acuerdos, que fue transmitido por dos canales venezolanos en vivo y sin cortes.
Cristina Kirchner y Chávez se sentaron delante de un cuadro de Simón Bolívar y antes de convocar a los funcionarios para que estamparan sus nombres en los convenios, tres plasmas mostraron la conexión en directo con el estado de Trujillo, en la zona de los Andes, donde el general Carlos Martínez Mendoza explicó, desde un centro técnico productivo, el trabajo que se realiza en base a transferencia de tecnología argentina. Chávez contó que a Martínez Mendoza –bajo y robusto– le decían “Remache” y así se refirió a él la Presidenta. “Es un cuento de cuando éramos jóvenes, tú no habías nacido”, explicó el venezolano, cortés. “Ningún general de mi país me perdonaría si le dijera Remache”, acotó ella.
Las cámaras enfocaron a las vacas holando argentinas y Remache, de “franela” roja y anteojos, contó que esperan lograr una mezcla que dé como resultado las holando venezolanas. Hasta habló de agregar otras especies para llegar al “ternero de la Unasur”. “El ternero latinoamericano”, acotó la Presidenta. Cuando Remache reportó a los sementales, Cristina Kirchner comentó: “Ya lo vi en acción”. Se refería a un toro que momentos antes había llamado su atención: “No, obscenidades no. Hay un toro que se está tratando de montar a una vaca. Estamos en horario de protección al menor”, bromeó CFK. Chávez mencionó que a Trujillo le decían “El jardín de la República” y luego de las comparaciones con Tucumán cantó una canción que se basa en la cita de Bolívar que le dio el mote a Trujillo. La Presidenta dijo que no le pidieran que cantara y mencionó que a Chávez le gustaría “El Arriero”, de Atahualpa Yupanqui que dice “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”.
Como dos amigos. Como dos socios estratégicos. Así se mostraron y eso transmitieron los presidentes que exhibieron un trabajo común en, entre otras áreas, energía, transporte, deporte (“un acuerdo para que Venezuela no gane nunca al fútbol”, bromeó Chávez), salud, cultura y agricultura. “Dejame hablar un poquito a mí”, le tiró una vez la Presidenta. “Ella conduce, ella es la comandante”, aseguraba Chávez, que había encomendado a Cristina Kirchner la conducción del pase con el satélite que transmitía las imágenes desde Trujillo. Además, hubo un mensaje doméstico: “Vos sabés que algunos se preguntaban qué hacía yo en Venezuela, tal vez no saben que Venezuela es nuestra principal compradora de industria avícola, tal vez desconocen que son nuestros principales compradores de maquinaria metalmecánica, de trabajo argentino, de tecnología argentina, de ciencia argentina. Además también la República Bolivariana de Venezuela fue fundamental para la supervivencia de una empresa líder en materia alimentaria y lechera como es SanCor. Siempre vamos a estar agradecidos porque ayudó a las finanzas del país, cuando Argentina carecía de acceso a los mercados de capitales. Más allá de las convicciones, de las comunes visiones acerca de cuál debe ser el destino de nuestro continente, mi presencia aquí obedece a esto también”.
El presidente venezolano también habló de la oposición de su país, pero lo hizo con una broma: “Si tú quieres reírte busca chistes sobre Chávez. Hay uno que dice que Chávez se quería operar la verruga que tiene aquí –y señaló su frente– pero los médicos no quisieron porque era su cerebro”. Después de sus propias risas acotó: “Con cerebrito y todo tengo diez años aquí y quién sabe cuántos más voy a estar”. El próximo 15 de febrero los venezolanos definirán si Chávez puede extender su gestión más allá del 2012 a través de la reelección ilimitada.
Después volvió el satélite. Esta vez, desde una Unidad Productiva Social del estado de Portuguesa, donde se trabaja con asesoramiento del INTA y con la empresa cordobesa recuperada Pauny, que fabrica tractores y otras máquinas agrícolas. También hubo tiempo para hablar del Che, San Martín, Perón y Fidel.
“Me dices que Fidel te recibió de pie, sí, es un caballero”, le comentó Chávez. Cristina Kirchner reveló que le había regalado al líder cubano un cordero patagónico (otro igual recibió Chávez) y recordó una foto del 25 de mayo de 2003 en la que estaban Néstor Kirchner (que asumía la presidencia), Fidel Castro, Chávez y ella misma (“yo estaba a un costado con un vestidito blanco, first lady”, dijo). “How are you, Fidel nos está mirando”, saludó Chávez con los ojos fijos en las cámaras de televisión que transmitían el evento.
“El protocolo indica que había discursos, pero ya hemos hablado”, dijo Chávez luego de que todos los ministros firmaran las actas. Ya habían pasado más de dos horas y media desde el inicio de la ceremonia. El venezolano eligió terminar con una cita de Perón (“Está más vivo que nunca. Lamenté mucho que se muriera sin poder conocerlo, yo era cadete del liceo militar”) en la que recordaba en 1973 su propia frase de 1945 acerca de que “el año 2000 nos encontrará unidos o dominados” y hablaba de “la Patria Grande que la historia nos está demandando”.

jueves, 22 de enero de 2009

REFLEXIONES DE FIDEL, sobre el encuentro con Cristina.

La conversación duró 40 minutos, el intercambio de ideas fue intenso e interesante como esperaba. Es una persona de convicciones profundas. No hubo debates.
Cuando habló en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, respondía rápidamente las preguntas de los estudiantes mostrando talento y capacidad de respuesta.
En la Escuela Latinoamericana de Medicina el encuentro fue emotivo; los cantos de los estudiantes campesinos de origen Guaraní con música e instrumentos típicos de esa etnia, dieron un tono especial al acto. Le obsequiaron una bata médica, se la colocó encima del traje de chaqueta y pantalón naranja.
De la ELAM salió para conversar conmigo.
Al hablar de Estados Unidos le señalé la importancia histórica para Cuba de que ayer a las 12 del día habían transitado 10 presidentes a lo largo de 50 años, en los que a pesar del inmenso poder de ese país no habían podido destruir la Revolución Cubana.
Expresé que no albergaba personalmente la menor duda de la honestidad con que Obama, undécimo presidente desde el 1 de Enero de 1959, expresaba sus ideas, pero que a pesar de sus nobles intenciones quedaban muchas interrogantes para responder. A modo de ejemplo me preguntaba: cómo podría un sistema despilfarrador y consumista por excelencia preservar el medio ambiente.
Muchos otros aspectos de política nacional e internacional de Cuba y de Argentina fueron abordados.
La capacidad de Argentina de producir alimentos y productos industriales con tecnología avanzada son factores decisivos para su desarrollo. Mencionó la capacidad de ingeniería informática para comercializar en el mercado mundial, en países como la India de gran interés para ella, que es en cambio muy fuerte en la creación de programas.
A Cristina le gusta consagrarse al trabajo y dedicarle todo el tiempo. No obstante es capaz de proteger sus derechos cuando viaja a otro país, imponer un número de horas para hacer ejercicios y adaptarse, lo cual todos respetan.
Fidel Castro Ruz21 de enero de 20096 y 30 p.m.

miércoles, 21 de enero de 2009

DISERTACION DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ EN LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA

Señor Vicepresidente; señor presidente de la Asamblea del Poder Popular; señor ministro de Educación; señor rector de la Universidad de La Habana; señor decano de la Facultad de Filosofía e Historia; amigos y amigas; demás autoridades de la hermana República de Cuba; comitiva que me acompaña; argentinos y argentinas que estudian aquí en La Habana: quiero decirles que me encuentro muy emocionada y con un gran reconocimiento hacia las autoridades de la Universidad por esta distinción que se le hace a mi pueblo, al pueblo argentino y a nuestra propia historia como argentinos y como latinoamericanos, al constituirse esta cátedra que si se me permite podríamos agregarle el nombre de Libertador, Libertador José de San Martín. Porque José de San Martín fue por sobre todas las cosas un hombre con una profunda mirada continental, pero también un hombre comprometido con la liberación de los pueblos del yugo colonial. Esto es lo que lo ha hecho grande y lo que lo ha hecho ingresar decididamente en la historia.
¿Cuál sería el mejor homenaje que podríamos hacer a la memoria de este hombre que junto a Bolívar y seguramente junto a José Martí son figuras señeras en la construcción de historia regional, de una historia propia. Es que muchas veces han querido escribirnos una historia que no es la nuestra, y estos tres hombres, si algo los ha distinguido es empeñarse en escribir la propia historia de sus pueblos. Por eso están definitivamente en la memoria de ellos.
Hablar hoy de José de San Martín significaría entonces dar una mirada regional a esta Latinoamérica tan castigada, con la tragedia de ser tal vez el continente más inequitativo en la distribución del ingreso, no el más pobre, pero también con la esperanza y la ilusión de una nueva etapa que se ha iniciado en América del Sur y que desde las distintas experiencias históricas y políticas de cada uno de nuestros pueblos hoy tiene una nueva realidad. Si alguien hace 10 años me hubiera dicho que yo iba a estar aquí en la Universidad de La Habana, como presidenta de los argentinos, inaugurando esta cátedra, en el día que en Estados Unidos, además, eligieron su primer presidente afroamericano, yo lo hubiera mirado y hubiera dicho "este hombre o esta mujer, quien dice esto se ha vuelto loco".
Pero no, aquí estamos y esto nos revela que los imposibles sólo existen para los timoratos o las timoratas que también las hay, no voy a hacer en esto una cuestión de género, pero significa esencialmente el despertar de toda una región, porque mi presencia aquí no es diferente de la presencia de un Evo Morales en Bolivia, o de un Lula da Silva en Brasil, o de un Rafael Correa, que sé que estuvo hace muy poco tiempo también en esta Aula Magna dando una conferencia magistral, el señor presidente de Ecuador; o de Hugo Chávez en Venezuela, o de Fernando Lugo en Paraguay, o de Tabaré Vázquez en Uruguay. Este nuevo surgir de la región, con gobernantes que como me gustó decir alguna vez por primera vez se parecen a sus gobernados, nos habla de una nueva realidad continental que es consecuencia absoluta y directa, aunque parezca una contradicción, de las políticas neoliberales que imperaron y se enseñorearon en la región durante la década de los 90 y que causaron tal vez una de las tragedias más importantes en materia de desigualdad social, de miseria y de hambre en los pueblos.
Pero además estar haciéndolo aquí en La Habana, en el 50º aniversario de la Revolución Cubana, le asigna a esta presencia ya otras que han venido y que seguramente seguirán viniendo a La Habana, el nuevo escenario que hemos podido construir a pesar de todo los hombres y las mujeres de la política y de los movimientos sociales en la América del Sur.
Una realidad que por cierto no es homogénea. Muchas veces cuando voy a otras latitudes, tal vez a las de los países más desarrollados, por lo menos en términos económicos, me interrogan acerca de lo que denominan muchas veces los populismos en América Latina. Nunca se entendió el surgimiento de movimientos nacionales de distintas formaciones y experiencias históricas de la región porque siempre se nos trató de ubicar con categorías de pensamiento que no eran las que nosotros hubiéramos elaborado. Aún aquellas que perseguían fines nobles, aquellas que perseguían objetivos de los cuales nadie podía apartarse, eran categorías de pensamiento y de construcción política elaboradas desde otras experiencias históricas y desde otras latitudes.
Creo que el desafío más grande que hoy tenemos los hombres y mujeres que constituimos esta nueva generación de dirigentes políticos latinoamericanos, y creo tal vez también una de las labores que debe abordar la cátedra, es darle forma y categoría de pensamiento latinoamericano a este fenómeno que se comenzó a dar en toda la región.
Hace pocos días estuvimos reunidos distintos presidentes y presidentas en Santiago de Chile, en La Moneda, convocada la Unasur con motivo de la crisis que se vivía en la hermana República de Bolivia. Convivimos allí distintos presidentes y presidentas de, reitero, de distintas experiencias políticas e históricas, incluso alguno tal vez antagónico o antitético con muchos de nuestros pensamientos y prácticas; sin embargo pudimos organizar un debate y fundamentalmente llevar a cabo una acción, porque los debates de ideas si no se traducen en hechos y resultados positivos quedan solamente en tormenta de ideas y no en realidades, pudimos producir un hecho tan importante como fue el apoyo a la democracia en la hermana República de Bolivia y a la investigación de graves violaciones a los derechos humanos que se habían cometido en el departamento de Pando. Y lo votamos hombres y mujeres que tal vez tenemos algunas diferencias respecto de otras cuestiones, pero pudimos construir en la región una línea de acción que consiste básicamente en el respeto a la democracia y a las formas organizacionales que cada sociedad se ha dado respecto a las voluntades de sus pueblos.
Esto se traduce también en la acción que hemos tenido como hombres y mujeres de la América del Sur acerca de cómo debe desarrollarse este mundo de profundos cambios en los cuales hoy más que nunca se necesita del debate de ideas en todo sentido y en todos los ámbitos, en lo económico y en lo político. Nunca como antes en la historia se han dado cambios tan vertiginosos. En 20 años, desde 1989 a la fecha, ha caído la Unión Soviética; la caída del Muro de Berlín significó la caída del paradigma que se había levantado en torno a una idea, en ese momento el socialismo, que había tal vez derivado en algo que poco tenía que ver con sus ideas originales y finalmente terminó derrumbándose el muro.
Algunos creyeron que la historia había terminado, algunos predijeron entonces que sobrevendría una democracia de carácter universal, que se prolongaría y que el progreso sería indefinido, pero tampoco nada de eso ocurrió.
Hace muy poco tiempo, todavía ni siquiera sabemos las consecuencias, también se derribó lo que podía ser el proyecto antagónico a ese Muro de Berlín, que podía ser ubicado tal vez como las torres de Wall Street o el capitalismo de mercado, sin control, sin regulaciones, en donde le mercado todo lo asimilaba y el Estado era absolutamente ineficiente.
Se planteó también entonces una visión de la globalización en la cual esa globalización era homogénea y hegemónica, donde una sola potencia dirigiría el destino de la historia y todo sería sine die en el curso del tiempo.
Finalmente los pueblos y la realidad demuestran que la historia jamás se detiene y que en realidad estamos ante un nuevo escenario mundial que va a exigir de parte de todos nosotros un gran esfuerzo intelectual y además hacerlo desde la perspectiva regional. Yo me atrevo a decir que frente a esta globalización que algunos pensaron homogénea y hegemónica vamos a ver una nueva, tal vez no globalización sino universalización heterogénea, multipolar y multicultural.
La expresión de este nuevo mundo puede verse a partir de entender que por sobre todas las cosas en este mundo que se avecina se necesitará coexistir con formas de gobierno que no necesariamente sean iguales en todas partes, porque son culturas diferentes, historias diferentes, son experiencias diferentes las que atraviesan al mundo contemporáneo.
Creo que el gran desafío, el gran ejercicio que nosotros tenemos que hacer hoy aquí en nuestra región, Latinoamérica, es precisamente centrar en la integración regional una de las claves de este nuevo escenario.
Nos ha dado resultados, hemos tenido momentos difíciles en la región como el que nos tocó vivir en la Cumbre de Río, aquella que se celebró en Santo Domingo, cuando a partir de un proceso que todos conocen entre las hermanas repúblicas de Colombia y de Ecuador, se estuvo en un momento al borde de la guerra entre dos países hermanos. Este hubiera sido un factor francamente desestabilizante para la región. Sin embargo pudimos, a partir de nuestras propias organizaciones y de nuestra propia construcción sortear este intríngulis, ese verdadero nudo gordiano que se había formado en el proceso de integración y relación de las naciones latinoamericanas, culminar esa experiencia en Santo Domingo en forma feliz. La experiencia de la Declaración de La Moneda, en el caso de la hermana República de Bolivia, también es un ejemplo de estas nuevas formas organizacionales de los propios países de la región para abordar su propia problemática.
¿Cuál es la característica por la que pudimos llegar a este resultado? Esencialmente el respeto a la identidad del otro, a su propia experiencia histórica y a la no necesidad de imponer nuestra visión, nuestra forma de pensar al otro, que es una de las claves que deberemos explorar en el mundo contemporáneo para construir un mundo en donde la paz y la convivencia no solamente sean un slogan.
Quiero decirles que el momento que atravesamos en los países de la región, los adelantos que hemos logrado, lo repetía esta mañana en el encuentro que tuvimos con los empresarios, tanto argentinos como cubanos, que culminaron un seminario en la mañana, es que las economías emergentes, y también en la región, hemos contribuido fuertemente al crecimiento de la actividad económica de la última década fundamentalmente, dos terceras partes de ese crecimiento se deben precisamente a las economías emergentes.
Hoy estos países, nuestros países, se ven amenazados por una crisis que nos viene desde afuera, plantarnos entonces en la necesidad de formular nuestro propio pensamiento en materia política, económica y social, no es entonces una cuestión solamente de ejercicio académico o ejercicio intelectual, obedece claramente a la necesidad de abordar un momento difícil en el debate de las ideas, que van a seguir en debate en el mundo, pero también saber que esas ideas necesitan de realizaciones y resultados para no ser solamente ideología.
Es un desafío fuerte el que hoy tenemos los hombres y mujeres con responsabilidades institucionales, aquellos que pueden tener responsabilidades académicas, y en general todos aquellos que de una u otra manera participan en la vida de un país, desde los trabajadores, desde sus organizaciones empresariales, desde sus dirigencias de profesionales, de sus niveles estudiantiles, de las organizaciones sociales, requiere un profundo debate en el cual demos cuenta de las grandes transformaciones que ha sufrido el mundo, pero también de la necesidad de reformas estructurales profundas en los organismos internacionales que verdaderamente representen el pensamiento y la acción de los distintos países del mundo y no de una de una sola potencia hegemónica.
Sería irreal si no me refiriera a lo que ha acontecido en el día de la fecha y que es la asunción del primer presidente afro americano en el país que se constituyó, luego de la caída del Muro de Berlín, en la primera potencia hegemónica del mundo. Debo decirles que su discurso del día de la fecha me parece confirmatorio de las buenas expectativas. Definiciones tales como que la seguridad no puede ser a costa de los ideales, en un mundo donde en nombre de la seguridad se han producido invasiones, ataques, violaciones a las soberanías nacionales, no deja de ser un elemento altamente positivo. Escuchar decir que el mercado es generador de riqueza pero que actúa muchas veces con irresponsabilidad y que por lo tanto es necesario vigilarlo y controlarlo, me parece también altamente positivo. Defender su modo de vida pero aclarar que no van a doblegar a nadie para que tenga el mismo modo de vida me parece absolutamente compatible también con el hecho del respeto a las formas que deciden darse los pueblos para gobernar y ejercer el funcionamiento de sus instituciones. Me parece también importante, estaba escuchándolo atentamente, definir que el crecimiento de un país no es solamente el que se refleja en los números, sino que es también el que se refleja en la calidad de vida de todos y cada uno de los ciudadanos. Pero por sobre todas las cosas tal vez lo más importante es que ha dicho que el mundo ha cambiado y que nadie puede ignorar los cambios que en ese mundo se han producido.
Creo que sin exagerar, ni tener tampoco ejercicios voluntaristas, que estamos ante un momento muy especial de la historia de nuestros países y del mundo. Va a exigir por parte de nosotros una gran dosis de inteligencia y de racionalidad para poder aprovechar un momento especial del mundo y además hacerlo con la fortaleza que hoy tiene la región, que ha definido claramente cuáles son sus objetivos. El último encuentro en la Cumbre de Río en San Salvador de Bahía, Brasil, la incorporación de la hermana República de Cuba constituye un hito fundamental en la construcción de ese nuevo regionalismo.
Regionalismo que es bueno también reconocerlo, fue defendido y se comenzó en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, un hito histórico en la región, cuando decidimos en las Américas que el ALCA no nos iba a ser impuesto porque teníamos otros instrumentos asociativos que hacían a los verdaderos intereses de los latinoamericanos. Y no fue fácil hacerlo en ese momento, porque muchas veces se confunde el ejercicio de la soberanía nacional con la declamación furibunda, o simplemente con el ejercicio mediático; pero la construcción de soberanía nacional, la construcción de independencia regional, tal vez no necesita palabras altisonantes ni ofensivas, sino hechos concretos y decisiones firmes a la hora de defender lo que constituyen principios irrenunciables de nuestros países y de la región.
Por eso creo sinceramente que la constitución de esta cátedra José de San Martín deberá abordar ese desafío pendiente que tenemos como región. Poder elaborar pensamiento propio, poder elaborar categorías de análisis propias, deducidas de nuestra propia experiencia histórica, de nuestra propia situación regional, del propio desarrollo de cada una de nuestras sociedades, diferentes, heterogéneas; y por eso es posible la integración, porque en definitiva cuando todos somos iguales no hay integración, el desafío de la integración no es entre los iguales, el desafío de la integración es entre los que somos desiguales y podemos tener experiencias y desafíos distintos; lo otro apenas es homogeneidad y muchas veces falta de discusión y de ideas.
El hecho, lo comentaba con algún periodista que me interrogaba hace ya algún tiempo en España acerca de los populismos en Latinoamérica, y la posibilidad de que el modelo de tal o cual país pueda ser exportado a la región, y por lo tanto pueda verse como un peligro, yo le contesté que no tuvieran miedo, porque eso deviene de cierta concepción colonial que siempre presupone que alguien va a dominar al otro y le va a transferir o va a exigir que tenga su mismo modelo político, institucional, ideológico; eso es un ejercicio intelectual propio de los que han vivido durante más de 500 años colonizando al resto del mundo. Esto no pasa en la región en la que hemos sufrido fuertemente el colonialismo, por el contrario, nuestra región ha sido una región libertaria, respetuosa de los principios de cada uno de los pueblos, de la autodeterminación de cada uno de los pueblos, una ley que es, fue y seguirá siendo sagrada para todos nosotros.
Por eso creo sinceramente en la experiencia de esta Latinoamérica impensable hace unos años, hace unas décadas asolada por dictaduras militares en un mundo bipolar, donde muchas veces las decisiones no se tomaban en base a los intereses del propio país o de sus vecinos sino en base al ajedrez internacional. Lo que es importante es que como región advirtamos que no podemos formar parte del ajedrez internacional, sino que tenemos que ser una región con pensamiento, con integración y con unidad, que es lo que nos ha ayudado a sortear las situaciones en las cuales hemos vivido, y que también nos ha permitido, a partir de construcciones de instrumentos de cooperación y alianzas económicas, dar origen a nuevas formas de vinculación, de cooperación y asociación económica que no tienen que pasar por la subordinación o por la hegemonía de uno o de otro, o por la expoliación de uno sobre otro, algo característico en la forma de vincularse en términos económicos hasta ahora.
Por eso hablaba también hoy por la mañana de la necesidad de construir nuevos modelos de negocios, nuevos modelos de asociación, de complementariedad, de cooperación que estamos desarrollando en la región, intraregión, en sus distintos países.
Mi presencia aquí en la hermana República de Cuba inaugurando esta cátedra, culminando el segundo seminario de empresarios, obedece fundamentalmente a esa vocación y a ese ejercicio de integración y defensa de nuestros pueblos. El hecho de estar aquí luego de 23 años que ningún presidente argentino pisara tierra cubana, es parte de ese ejercicio, de ese testimonio y de esa decisión de llevar esta voluntad de integración en serio y para siempre, porque creo que es la clave, no de la defensa de los gobiernos, sino de la defensa de los pueblos, porque en definitiva los que han sufrido las distintas tragedias que han significado las dictaduras son los pueblos, primero las de los militares en el mundo bipolar, luego las de la economía, con un agravante que nunca me canso de repetir, el neoliberalismo logra la trampa mortal de hacer creer que es la política la responsable de las tragedias sociales, por ineficiencia en materia de acción social, y no la economía. Desaparece entonces la política y solamente está para responsabilizarla de los pobres y de la tragedia social, cuando es realmente la economía la que gobierna y decide en definitiva lo que constituyó fundamentalmente la teoría neoliberal de los años 90.
Por eso el momento es óptimo, es difícil, pero yo quiero finalizar este desafío de poder desde esta cátedra y desde otros espacios del pensamiento, de la intelectualidad, de la academia, del sindicato, del trabajo, de todos los ámbitos de formular teorías y categorías propias de pensamiento, con una frase de José Martí que dijo "empeñarse en lo estéril, cuando es posible hacer o útil, ocuparse de lo fácil cuando se tienen los bríos, las ganas y la fuerza de hacer lo difícil, es atentar contra la dignidad del talento". Y estamos en una casa donde el talento y la inteligencia son los instrumentos primordiales en todos nosotros para poder abordar los desafíos de una etapa diferente, en un mundo diferente, y tener la compresión del que el mundo ha cambiado y que también nosotros deberemos cambiar junto a él.
Para finalizar, un ministro de la posguerra italiana solía decir "hay que cambiar cuando al época cambia, a menos que se sea tan importante como para cambiar la época". Estamos ante un cambio de época, hacernos cargo de ese cambio de época y formular los nuevos paradigmas de esa época es el desafío que tenemos todos. Espero que esta cátedra Libertador José de San Martín, permítanme rebautizarla señor Decano, señor Rector, es un desafío que seguramente llevaremos adelante.

Nacido el 20 de enero

Por Mario Wainfeld
Barack Obama es un gran orador, de manejo extraño para el ojo argentino. No levanta casi nunca la voz (ni siquiera cuando culmina su discurso con el consabido “God bless...”), gesticula apenas, su rostro concede poco a la sonrisa o al gesto enconado. La notable expresividad finca en la palabra, en el absoluto dominio escénico, en el parco control de las pausas. Ayer se plantó ante una multitud fervorosa, que le ponía calor popular a una tarde gélida. Habló para ellos y para el mundo que lo miraba en directo. A fe que hizo lo mejor que podía hacer, en el acotado marco de lo posible.
El arranque fue institucional, también exótico para nuestros cánones: le agradeció a George Bush sus años de servicio y la cooperación durante la transición. Lo cortés no quitó lo valiente, sin cambiar el tono pasó a diseccionar lo que por acá suele apodarse “la pesada herencia”. Dejó constancia: llega en medio de una crisis económica, con guerras exteriores y atravesando una flagrante pérdida de liderazgo. Pintó los daños sufridos por el pueblo, las pérdidas de trabajo y de hogares, las magras jubilaciones, las penurias del servicio de salud.
Tomó distancia, señaló causas, obvió verbalizar personalizaciones, le sobró con fustigar “la irresponsabilidad de algunos”. Fue más sutileza que sustracción: quedaba claro quiénes eran “algunos” por la mera enumeración de las dificultades y de su cercana génesis.
Prefirió embanderarse en las vastas tradiciones de su país que confinarse en la mención de su partido o de sus líderes, aun de los más dignos de recordación. Nombró al pueblo varias veces, casi tantas como a la nación. Aludió a sus orígenes pero no se engolosinó en machacar la novedad. El primer presidente negro, en los pagos del KKK y del macartismo, dio por hecha su epifanía con su pura presencia y se consagró a sumar.
Pronunció un discurso inobjetable, con bastante más énfasis en el lugar del presidente que en el de comandante en jefe.
No abundó en novedad ni anuncios. Seguramente la frase más resonante en los casi veinte minutos que parecieron cinco fue aquella en que prometió tender la mano a todos en el mundo, aun a aquellos que tienen el puño cerrado, si lo abren.
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El régimen político norteamericano, sustentado en el voto voluntario y en la elección indirecta del presidente, propende (en acción) a ser capcioso y elitista.
Los ricos y educados son más constantes para votar, lo que acentúa las desigualdades inherentes a la sociedad capitalista. El sufragio voluntario es censitario en los hechos, ahonda la preeminencia de los más dotados en dinero o en competencias culturales.
En casi ningún estado hay representación proporcional para los electores presidenciales. La existencia de pertenencias partidarias perdurables determina que los loosers cantados no se esmeren en pos del voto flotante de muchos estados, esos que los mapitas mostraban como férreamente azules o colorados. Así las cosas, funcionan como calificados los votos en un puñado de estados.
La campaña de Obama no pateó ese tablero pero lo enriqueció, añadiéndole tono de época, mística y participación, dentro de lo virtual disponible. Sacó de sus hogares a muchos desencantados negros y jóvenes que poblaron sus actos y fueron a votarlo. Y se valió de los adelantos técnicos para añadir un rebusque para conseguir por una vía alternativa millones de dólares que sin ellos ni se gana, ni se compite.
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Hollywood inspiró la escenografía del ataque a las Torres Gemelas, cómo no iba a incidir en la puesta en escena de ayer. La cantante negra Aretha Franklin, con un sombrero XL, fue toda una alusión. Una ensemble musical con apellidos hispanos, judíos, un oriental y un negro conjugó un estreno con la corrección política. Hubo, como de rigor, plegarias y la vieja liturgia del juramento. La sombra de Martin Luther King, las raíces del presidente y el fervor masivo le dieron al acto una grata peculiaridad, que podría hacer tendencia en otras latitudes. La historia funciona por sincronía, por oleadas, hasta por imitación o modas, máxime en una era en la que todo se convive en tiempo real.
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No todo tiempo pasado fue mejor: cuatro años atrás, George W. asumía, reelecto plebiscitariamente, con manifestaciones en su contra en todo el mundo, inclusive en su país.
La guerra de Irak fue seguramente la más resistida de la historia, condenada por muchedumbres aun en los países que la emprendieron. Esa desautorización ética y política no alcanzó para frenarla pero no fue inocua, como se fue viendo.
Hace menos de seis años, se reunieron en las islas Azores, Bush, Tony Blair y José María Aznar, vanguardias de esa cruzada impía. Estaban en el cenit de sus carreras y de su soberbia. El inglés (un cuadro político de nivel tanto como un converso ideológico), hasta ahora, es el que hizo el mutis menos torpe. El español y el gringo (fundamentalistas de una derecha sanguinaria, intolerante y preverbal) cayeron sin gracia junto al sistema económico financiero que consintieron, que se pinchó como un globo y que deja al centro del mundo en la peor coyuntura de décadas.
Obama llega con la promesa de promover algo diferente, en un trance de enorme convulsión que encuentra al Primer Mundo sin líderes de fuste. En Europa sólo Nicolas Sarkozy (un dirigente de derecha dura, audaz y vivaracho para moverse, con apetencias de trascender las fronteras) tiene arrestos vivaces y ambición global. La pesada institucionalidad de la Unión Europea genera una paradoja narcotizante para la acción colectiva: la presidencia de la República Checa, enclave euroescéptico como el que más.
Obama reverbera en medio de tanta chatura. En la política doméstica norteamericana, su advenimiento es un castigo a la derecha rancia, al conservadurismo parroquial protagonizado por Bush. Ese es su mandato, ésa fue su bandera de campaña, tal fue su síntesis (“la esperanza contra el miedo”) y ése será su reto. Lo convalidó, en un avance histórico imborrable para su nación y para el mundo, su pueblo votando. El presidente flamante le puso un rizo ayer hablando como un estadista democrático que abre escenarios, congrega multitudes y no muestra flancos a sus adversarios.
Fue un gran candidato, estuvo lujoso al asumir, lo más rudo le queda por delante.
Puertas para afuera, las condicionantes son mayores, los márgenes de la política, más estrechos. El silencio de Obama ante el feroz ataque israelí a poblaciones civiles en Gaza puede ser un mal presagio, una señal de que el cambio tiene límites muy poco elásticos.
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Toda memoria ensambla recuerdos y olvidos. Obama embelleció la tradición americana aludiendo a tópicos como la lucha contra los totalitarismos o elevando al Parnaso a los enterrados en Arlington, ese cementerio de cruces tan blancas y césped tan verde, tan yanqui en su estridente ascetismo. Pero la mejoró cuando la ligó al liderazgo mundial por ejemplaridad y no por uso de la fuerza, descalificando el uso de la tortura, uno de las mayores atropellos de Bush a la condición humana, lo que ya es decir.
El Presidente de la máxima potencia de la historia universal prometió un futuro mejor, una ruptura con el ominoso presente, en tanto enalteció el pasado común. Un modo elegante de entrelazar el cambio y la continuidad, un arabesco tan esquivo a los usos argentinos actuales.
Unas horas antes, había dicho algo menos convencional en el Lincoln Memorial, otro escenario rebosante de historia. Aquel en que Luther King pronunció frases inolvidables e inmejorables. Y aquel en que Forrest Gump (inspirador involuntario de la retórica de ciertos presidenciables argentinos) se metió en la piscina para acercarse a su amada Jenny. En ese marco fastuoso, de elaborada simplicidad, Obama dijo que “maybe, just maybe” las cosas podrían mejorar con su gobierno. Una frase exótica pues los políticos (parafraseando un proverbio criollo) están condenados a decir que sus países están condenados al éxito. Ni qué hablar de un presidente de Estados Unidos.
Pero, acaso, Obama tocó la tecla exacta. La política es, en verdad, generación de escenarios, de posibilidades, de virtualidades, de mutaciones siempre puestas en riesgo o en duda.
La derrota de Bush fue un paso adelante en el mundo. El resto, la expectativa de aires distintos... maybe, just maybe. O, como le pinta expresar a este cronista en otro confín del globo: tal vez, sólo tal vez, nada menos que tal vez.

sábado, 17 de enero de 2009

Brasil

Por Alfredo Zaiat

Barack Obama comenzará su mandato con una economía derretida. Alemania ha presentado un segundo paquete de auxilio con resultado incierto, mientras avanza en la nacionalización de su sistema bancario. Gran Bretaña enfrenta la recesión más fuerte de la posguerra con bancos quebrados que transfieren gran parte de su capital a manos del Estado. El resto de Europa ha ingresado en un territorio desconocido por la extensión del deterioro global y más cerca de la guerra del gas que de la paz de la recuperación. Japón registra una caída de proporciones de su economía y el resto de Asia intenta eludir cifras negativas del Producto. En casi el 60 por ciento de la economía mundial la pérdida de puestos de trabajo se está dando a una velocidad impresionante, que dispara las tasas de desempleo a niveles impensados. En ese contexto dramático de la economía mundial, con líderes de naciones que supuestamente son los mejores mostrando una sorprendente improvisación e impericia, el riesgo mayor para la Argentina no se encuentra en los efectos inmediatos de ese desplome. Aunque el discurso dominante, cerrado y colonizado, insista con la gravedad de que el país no sea parte de ese mundo ideal que no existe, la desconexión forzada por el default, la posterior renegociación audaz de la deuda y el divorcio con el FMI ha sido un factor clave para no estar recibiendo todas las esquirlas del desmoronamiento del Muro de Wall Street. Sin embargo, uno de los frentes más inquietante para la economía doméstica está más cerca. Se encuentra en el modelo celebrado por el sistema financiero internacional y el grupo de economistas de la city especialistas en el error: Brasil.
Por esa natural autodefensa de ocultar las propias debilidades y sus propios negocios, todos aquellos que durante los últimos años han mostrado al modelo brasileño como ejemplo a imitar están callando sus graves problemas. El seguimiento detallado de esta crisis muestra a las elogiadas autoridades económicas del gobierno de Lula corriendo detrás de los acontecimientos sin poder tomar la iniciativa para frenar la sangría financiera y su impacto en la economía real, con pérdidas de miles de puestos de trabajo. Esto tiene su origen en esa idea de ser “amigable” con el mercado, que implica brindar el marco para el movimiento libre de flujos de capitales especulativos y condiciones de bicicletas atractivas con tasas de interés muy altas. Ese esquema que entusiasma a los financistas resulta un potente factor perturbador de la economía real.
El pasado 29 de abril ese modelo alcanzó el éxtasis cuando recibió la gran noticia que la agencia internacional Standard & Poor’s elevó el grado de su deuda de largo plazo en moneda extranjera a la categoría de investment grade. Brasil ingresó así por primera vez en su historia al selecto grupo de países “seguros” para invertir, según los parámetros que fijan las calificadoras. Compañías que están siendo investigadas por el Congreso de Estados Unidos por falsear información y por conflicto de intereses, lo que debería haber implicado la suspensión temporaria en sus actividades hasta la culminación de ese proceso, como medida preventiva para que no sigan causando daño a las economías con sus análisis sesgados y de escasa rigurosidad.
Un recorrido por variables financieras claves de Brasil desde el 15 de septiembre del año pasado, cuando la caída del banco Lehman Brothers provocó un veloz efecto dispersión de la crisis global, muestran el resultado del modelo investment grade:
- La fuga de capitales provocó la pérdida de más de 13 mil millones de dólares de reservas netas en el bimestre noviembre (7159 millones)-diciembre (6373 millones). Pero el Banco Central tuvo que intervenir por diferentes vías con 53 mil millones de dólares, entre los que se destacan 29 mil millones con swaps cambiarios (venta a futuro) para atender inversores en fuga. El stock de reservas aún sigue siendo elevado en el umbral de los 200 mil millones de dólares.
- Esa huida de capitales, en un marco de libertad en el flujo de movimiento de fondos internacionales, derivó en una fuerte devaluación del real. La moneda local pasó desde su mínimo de 1,558 marcado el 31 de agosto pasado hasta casi 2,60 por dólar (el viernes cerró a 2,34). Esa fuga también se reflejó en el derrumbe del índice Bovespa, de la Bolsa de San Pablo: bajó de 59.907 a 39.151 puntos desde el 15 de septiembre pasado hasta el cierre de ayer, que implica un derrape del 53 por ciento.
- La Reserva Federal (banca central estadounidense) dispuso una línea de crédito temporaria por hasta 30 mil millones de dólares con la entidad monetaria brasileña. La herramienta que habilitó la Fed se conoce como swap cambiario y les facilita a las bancas centrales de esos países el acceso, cada vez más restringido por la crisis, a fondos en dólares. Ese auxilio también fue acordado con México, Corea del Sur y Singapur. Los brasileños fueron los primeros en aceptar el préstamo. Los países reciben y aceptan esa asistencia cuando no tienen una situación holgada o están en peligro.
- El Banco Central planea conceder este año préstamos por unos 20 mil millones de dólares de sus reservas a unas 4000 compañías que deben afrontar vencimientos de créditos en moneda extranjera. Las empresas de un país investment grade tampoco tienen acceso al mercado voluntario de crédito.
- Pese a la desaceleración del crecimiento, la política monetaria sigue siendo muy contractiva, con muy elevadas tasas de interés en términos reales. El BC mantiene la tasa de referencia en el 13,75 por ciento anual, desestimando por ahora una baja de medio punto.
- El gobierno dispuso un mecanismo de compra de bancos privados con problemas de liquidez. El Banco do Brasil ya adquirió el Nossa Caixa, del estado de San Pablo, por 2693 millones de dólares, y el Banco del Estado de Piauí. Hace pocos días adquirió el 50 por ciento del Banco Votorantim, el 7º más grande del país por activos, por unos 1840 millones de dólares. El Votorantim pertenece al poderoso empresario Ermirio de Moraes, con intereses en el sector siderúrgico y celulosa.
- La debilidad del sistema financiero quedó expuesta también en la fusión del Itaú y Unibanco, el 2º y el 4º más importantes del mercado local.
- La necesidad de divisas para este año será creciente teniendo en cuenta que en 2008 el superávit comercial disminuyó 38 por ciento respecto de 2007, al sumar 24.735 millones de dólares. A la vez, la fuga de capitales de inversores extranjeros de la Bolsa de San Pablo y el incremento de las remesas de multinacionales presenta un escenario de déficit de cuenta corriente.
Además de seguir aprendiendo sobre lo que no hay que hacer en el frente financiero y que es precisamente lo que propone el discurso hegemónico, la clave para Argentina pasa por la evolución de la economía real brasileña. El 50 por ciento de las exportaciones industriales argentinas se dirigen a ese mercado. Por ahora no se vislumbra en Brasil una intervención tan activa en la economía real como la registrada en el sistema financiero. Sin poder frenar la ofensiva como lo hizo hasta ahora Smata-Ministerio de Trabajo, el gobierno de Lula se anotició que General Motors echó a más 800 operarios de su planta de San José dos Campos, donde se fabrica el Meriva, el Zafira y el Corsa. Los datos oficiales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística revelaron que en diciembre 40.000 trabajadores en blanco fueron despedidos. Otras estimaciones sugieren que los cesanteos afectaron a miles más si se incluye a aquellos que trabajan en negro. En los primeros días de este año los despidos se han multiplicado despertando a las centrales sindicales.
El vecino investment grade tiene la ventaja de que es una potencia económica emergente, pero la fragilidad de su salud financiera y la debilidad para amortiguar sus impactos en la economía real se presentan como uno de los principales riesgos para habilitar el canal de transmisión de la crisis hacia Argentina.

Bombas, niños y cemento

Por Osvaldo Bayer
Desde Berlín
Cuatrocientos niños muertos ya en Gaza. (Y seis niños quemados en La Boca.) Todas las noches, en la pantalla podemos ver el siniestro espectáculo: bombas que estallan en medio de poblaciones, llamaradas, columnas de humo, rostros trágicos cubiertos de miedo y de impotencia. Tanques por las calles habitadas por mujeres, niños, vendedores, gente sin destino. Luego, el rescate de las víctimas en medio de ruinas, ruinas, ruinas, ruinas. Cadáveres de niños: caras ensangrentadas y ojos abiertos de sorpresa, ya muertos. Niños destrozados. (Seis niños mueren quemados en La Boca, en extrema pobreza; sí, en La Boca, allí donde Maradona ganó millones, donde van los domingos a gritar gol cada vez más fuerte y pagamos miles por cada gol y cada pase. Allí mueren niños desalojados. Medio millón de seres humanos en villas miseria. Record argentino. Producto genuinamente argentino. Sigamos rogando a Dios. Por algo monseñor Angelelli salió a la calle, y así le fue.)
En Alemania no se quiere hablar de Gaza. El drama es demasiado grande. Un lector ha escrito en un diario: “Qué les vamos a reprochar a los judíos lo de Gaza si nosotros les enseñamos ese camino, con Auschwitz. Gaza es el nuevo Auschwitz”. Muros, guardianes, hambre, y la muerte siempre presente. Más los bombardeos impunes. Los cohetes de Hamas parecen esos petarditos de primero de año comparados con las bombas israelíes que desmoronan manzanas enteras en una ciudad abierta y sin defensas.
Todos los responsables de la política mundial miran para otro lado. Sí, algunos hacen tímidas gestiones y salen sonrientes en los noticieros. Obama espera. ¿Y si Obama, el primer día del bombardeo de Gaza, se hubiera trasladado allí y gritado: “¡De aquí no me muevo hasta que terminen los bombardeos!”? ¿Qué hubiera pasado? Se hubieran salvado cuatrocientos niños. ¿Y si esa actitud la hubieran tenido todos los jefes de gobierno europeos y se hubieran reunido en sesión permanente en una escuela palestina? La primera ministra alemana Merkel, demócrata cristiana ella, dijo solemnemente: “Todo es resultado de los ataques de Hamas”. Así de sencillo. Es que si tal vez hubiese dicho la verdad, habría sido acusada de nazi-racista por los judíos. Hay que cuidarse. Pero, ¿y los cuatrocientos niños?
Sí, 2009 empezó mal. Primero la amenaza de la crisis económica mundial, que ya empieza a mostrar sus lados malos aquí en Alemania; después la guerra de Palestina; y por último el problema de Rusia y el gas. Se cierra la canilla y a otra cosa.
El Deutsche Bank tuvo en el último trimestre 5 mil millones de euros de pérdida; sería larga la lista de los establecimientos fabriles que han disminuido su producción, un clásico rubro como la construcción de buques de ultramar está casi paralizado. Y entonces salió el gobierno federal a poner el pecho y justamente esta semana se aprobó el Segundo Programa Coyuntural para enfrentar la crisis. El Estado, para ello, se va a endeudar en 50 mil millones de euros para solventarlo. Este plan se propone hacer inversiones en la construcción y ayudar a empresas; más 17 mil millones para una rebaja de impuestos; también algo para una menor cuota del seguro de salud, y para un bono –por única vez– de cien euros por niño. Y 2500 euros para todo aquel que entregue al desguace a su automóvil que sea más viejo de nueve años y se compre otro nuevo.
Estas dos últimas cifras definen a las claras la ética del sistema económico que domina el mundo. Por un niño, la familia recibirá 100 euros; por un automóvil viejo que vaya al desguace, 2500 euros, pero siempre que compre uno último modelo. ¿Un auto o un niño? Y... si me dan 2500 euros...
Es para vender más, para incitar a tener más automóviles. Se piensa que así de los 40 millones de autos que circulan por Alemania se podrán eliminar 19 millones que tienen más de nueve años. Es una manera de “mover el mercado”. Si me compro un auto recibo 2500 euros. Si tengo un niño, 100. Está todo dicho. Lo que se llama con jactancia: “La sociedad de consumo”. ¿Y la ecología? ¿Cómo? No le oigo bien...
¿Quiénes van a tener que pagar luego esa deuda que contrae el Estado? Por supuesto, la mayoría del pueblo, como ha ocurrido siempre con todas las deudas externas. Con inflación, con impuestos. Sí, subas de jornales, pero que no alcanzan a cubrir las cifras de la inflación.
Es patético lo del Commerzbank: el Estado ha intervenido con una cifra millonaria para salvarlo de la quiebra, se resolvió darle 18 mil millones de euros, pero al mismo tiempo se anularon 7 mil plazas de trabajo. El Partido Izquierda (Linkspartei) ha pedido que el Estado sólo ayude a las cooperativas de trabajadores y no a los empresarios, ya que ellos siempre han sostenido que el Estado no debe intervenir en la economía (salvo cuando esa economía fracasa, como es la realidad del mundo actual).
Es el más caro Programa Coyuntural que enfrente un gobierno alemán en toda su historia. Y se ha calculado que va a costar 625 euros a cada ciudadano, desde los recién nacidos hasta los viejos.
Desde que hace unos días se suicidó el quinto magnate más rico de la economía alemana, Adolf Merckle, reina cierta inseguridad. El todopoderoso señor, dueño de 9200 millones de dólares, compró acciones de la empresa automotriz Volkswagen en una cantidad increíble, creyendo que al poco tiempo iban a subrir a su anterior nivel. Y perdió todo. Al día siguiente, los diarios trajeron en primera página el suicidio de este barón de la riqueza. Cerca de su residencia, a medianoche, se tiró a las vías ferroviarias cuando se acercaba un tren. En las fotos del sepelio se ven las tristes rostros de políticos de la Democracia Cristiana y del Partido Liberal. Ese hombre de tanta fortuna ayudaba en las elecciones al triunfo de esos dos partidos –la derecha y el “centro”, claro está– con subvenciones importantes. Cosas de la democracia. “Igualdad de oportunidades.” Un sistema que parece un casino. Ni siquiera ese sistema soluciona, al parecer, los problemas de los todopoderosos, como el caso de Adolf Merckle. Pensemos entonces en los miles de desocupados en Estados Unidos, el centro apocalíptico del capitalismo. Claro, ahora la culpa allá la van a tener los trabajadores extranjeros emigrados que vienen “a robar puestos de trabajo”. Me acuerdo de una foto cuando en Buenos Aires se constituyó la Liga Patriótica Argentina: están allí el diputado radical Manuel Carlés, el almirante Domec García, el perito Moreno y monseñor De Andrea. Se reunieron para terminar con toda idea extranjerizante de igualdad de los obreros inmigrantes, justo en la Semana Trágica, de la que se acaban de cumplir noventa años. Esa organización de extrema derecha iba a ayudar a la policía en la represión contra las manifestaciones obreras y de paso iba a ser la responsable del primer pogrom antiju-dío en nuestro país, allí, en Plaza Once.
Panorama del mundo. Aquí, los bosques nevados. Pero es como si sonaran lejanos los estruendos de las bombas arrojadas por aviones, bombas que matan niños, allá en Tierra Santa. Me pregunto: ¿Por qué el papa Ratzinger no invita a los representantes más altos de las otras dos religiones –la mahometana y la judía, que también, como el cristianismo, nacieron en esa tierra– a realizar en Palestina una interminable Marcha por la Paz, hasta lograrla finalmente?
No, es que todo está basado en algo distinto. Los intereses. Con sentido del humor macabro, un lector del diario alemán Frankfurter Rundschau escribió: “No, señores, hay que ayudar a que triunfe Israel y así formar el ‘Gran Israel’, y que a los palestinos les dé de comer la ONU y dar a Israel ayuda económica de Alemania para la construcción de un muro en toda la frontera con Palestina, aún más grande del que ya existe, y de esa manera el cemento para el muro lo compren a la empresa alemana Heidelberg-Zement y así podríamos salvar a esta empresa de sus problemas actuales. Es decir, aprovechar la ‘coyuntura’”.
Humor sarcástico que deja bien al desnudo lo amoral del sistema dominante.

Crean la comisión investigadora sobre la utilización de agroquímicos en el ámbito rural

La presidenta Cristina Fernández firmó hoy el Decreto Nº 21, que crea la comisión investigadora sobre la utilización de agroquímicos en el ámbito rural.
El anuncio fue realizado en conferencia de prensa por la ministra de Salud, Graciela Ocaña, luego de mantener una reunión con la jefa de Estado en el despacho presidencial de Casa de Gobierno.
"La comisión que la Presidenta ha creado básicamente busca ordenar las múltiples jurisdicciones que existen para actuar en este tema y fundamentalmente nos da mandato para hacer estudios de casos similares a los de Ituzaingó (provincia de Córdoba, dónde se registraron denuncias por el mal uso de fertilizantes) en otras áreas del país, para hacer una evaluación sobre evidencia de los posibles efectos que los agroquímicos tienen sobre la salud de las personas", explicó Ocaña, quien además agregó: "El ministerio a mi cargo ha dispuesto la posibilidad de que cualquier ciudadano, en cualquier localidad, pueda acercarnos el pedido de estudios de casos en su población".

Además, la funcionaria anunció que su ministerio habilitará a partir del lunes una línea gratuita, el 0800- 345-0044 y una página de internet,
http://www.mesal.gov.ar , "para recibir cualquier tipo de denuncias o inquietud por parte de la población respecto de su situación sanitaria, en relación con los agroquímicos".

"Nosotros tenemos, yo diría, cuatro líneas de acción sobre las cuales vamos a trabajar: vamos a explorar, como ya le dije, los casos que ya están judicializados o aquellos que recibamos por parte de la población como inquietud o denuncia. Por otro lado, vamos a elaborar un proyecto para mejorar la reglamentación que el Estado tiene en esta temática porque como les decía, hay múltiples jurisdicciones y en muchos casos esta autorización el Ministerio de Salud no tiene participación y nos parece a nosotros central revisar esta normativa", explicó la ministra.

sábado, 10 de enero de 2009

Ciclos

Por Alfredo Zaiat
Uno de los temas de estudio que ha provocado una vasta producción en la ciencia económica ha sido el de los ciclos. Casi todas las escuelas de pensamiento de esa disciplina han abordado ese misterio del movimiento más o menos periódico de la economía, proceso que parte de un estado de prosperidad, pasa a una fase de recesión, luego a una de recuperación para volver a alcanzar la bonanza. El análisis de los ciclos es una de las materias más fascinantes y, a la vez, más compleja de la ciencia económica. Han sido categorizados en ondas cortas, medias y largas, con bases interpretativas diversas según la ideología de sus exploradores. Pero más allá de las diferentes cosmovisiones, se considera al ruso Nikolai Kondrátiev (1892-1938) el fundador y primer expositor sistemático de la teoría del ciclo económico largo. Este proceso está basado en leyes generales que gobiernan las economías capitalistas, más que en factores políticos o institucionales específicos de países o períodos particulares. Sin embargo, como explicó Joseph Schumpeter, principal divulgador de las ideas de Kondrátiev, “cada fluctuación económica constituye una unidad histórica que no puede explicarse sino mediante un análisis detallado de los numerosos factores que concurren en cada caso”.
La sucesión de crisis y de temblores de la economía argentina en los últimos treinta años ofrece un desafío mayúsculo a los especialistas en analizar ciclos, precisamente por esos numerosos factores involucrados que mencionaba Schumpeter. Una forma de abordar esta cuestión, en forma parcial y restringida dada la complejidad del tema, es estudiar el ciclo del capital con las particularidades que asume a nivel doméstico. Esas características locales tienen un componente predatorio del capital que sobresale sobre otras experiencias. En otras palabras, esos rasgos especiales del poder económico consisten en la obtención de ganancias extraordinarias en poco tiempo, lo que define la duración del ciclo de prosperidad y lo que explica en parte la escasa duración de las ondas de auge. En un corte arbitrario del período económico, aunque fundador por haber comenzado el modelo rentístico-financiero, se puede iniciar mencionando la tablita de Martínez de Hoz, pasando luego al Plan Austral, posteriormente a la convertibilidad y ahora al denominado modelo productivo. En ese ciclo del capital, esas fases han ido condicionando al ciclo político, y no al revés, como se presenta en las corrientes de divulgación tradicional.
En cada una de esas experiencias, con factores locales y externos que influyeron en su desarrollo, un atributo notable es el apoyo inicial del sector del capital a esos procesos, que coinciden en esa primera etapa con tasas de ganancias fabulosas con la contrapartida de una profunda depresión de los ingresos salariales. A medida que se va recuperando la demanda por fuerza de la mejora de la economía, empiezan a disminuir naturalmente esas fantásticas tasas de ganancias. Frente a ese lógico proceso, la respuesta del capital se concentra en incrementar el endeudamiento con objetivos diversos y en disponer un menor ritmo inversor, al tiempo que decide aumentar los precios y la distribución de dividendos entre los accionistas. De esa forma se va aprestando el escenario de deterioro para preparar un nuevo ajuste, que en general se traduce en una fuerte devaluación que permita recuperar esas extraordinarias utilidades reduciendo en forma drástica el componente salarial. Así se van definiendo también los tiempos políticos y las discusiones sobre el rumbo económico.
En los años anteriores al estallido de la convertibilidad, los bloques del poder económico que durante la etapa de auge habían constituido la santa alianza para el desguace del Estado dividieron su opción entre devaluación (industriales y exportadores) y dolarización (privatizadas y bancos). Una u otra alternativa permitiría al grupo triunfador la recuperación de esas elevadas tasas de ganancias. Ya se sabe cuál fue el vencedor. Hoy la puja principal no se desarrolla al interior del bloque de poder, donde igualmente existen dos modelos en disputa, sino que la tensión se expresa entre devaluación y empleo-salario. La presión por un brusco ajuste del tipo de cambio tiene como expresión visible a economistas de la city soldados de ese poder y a cierta heterodoxia que minimiza esa disputa. No se trata de un debate sobre la necesidad de contar con un tipo de cambio real competitivo, sino del camino a transitar para volver a recuperarlo. Más aún en un contexto internacional con una descomunal volatilidad cambiaria, que, por ejemplo, dispara el real de 1,56 a 2,30, luego baja a 2,10 para trepar a 2,60, para ubicarse ahora en 2,27 luego de tocar un mínimo de 2,15 en esta semana. Lo mismo sucede con la paridad dólar-euro. En este confuso panorama que ofrece la crisis internacional, cualquier ajuste cambiario desproporcionado puede convertirse en una sobrerreación con costos mayores a los supuestos beneficios de una mejora cambiaria. La administración kirchnerista va haciendo equilibrio en esa puja que tiene en un rincón a los partidarios de una fuerte devaluación y en el otro a los enrolados en la protección del empleo y la defensa del salario real. Por ahora el Gobierno se ha inclinado por este último. Pero existe en su interior una corriente que alienta un ajuste más veloz del tipo de cambio con el argumento de que la crisis internacional brinda la oportunidad de aplicarlo sin el riesgo de una traslación rápida a precios.
Detrás de esa tensión existe el debate económico de fondo, que se encuentra en consolidar un modelo industrialista con crecimiento del mercado doméstico o su reversión a uno agroindustrial exportador. Por esta segunda opción se inclinan la denominada burguesía nacional y las multinacionales que operan en el país, porque de ese modo les aseguraría rentas elevadas con tipo de cambio alto y salarios retrasados. La discusión respecto de las retenciones, que entre otras cualidades es un instrumento que establece tipos de cambio diferenciales para fomentar el desarrollo industrial, es la exteriorización de esa pelea de fondo sobre el modelo de desarrollo.
En esa puja, la debilidad de la administración kirchnerista se observa cuando pretende navegar esos mares turbulentos recostándose en los eslabones más concentrados de la economía. Estos, más allá de alianzas coyunturales que pueda construir el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, responden a la ya mencionada lógica doméstica del ciclo de capital. La intención de reconstituir una burguesía nacional es más compleja que el simple reemplazo de operadores internacionales por locales. Una de las muestras más notables de la ausencia de esos actores como factores dinámicos de un modelo de desarrollo fueron los comunicados de la UIA, AEA y ACDE emitidos a fines de año, motivados por el fin del negocio de las AFJP con el dinero previsional de los trabajadores. En esos manifiestos repitieron los tradicionales eslóganes de una economía para pocos. Uno de los desafíos para romper con ese destino que quiere imponer el ciclo de capital doméstico, que se refleja en la presente puja en el terreno político hegemónico, consiste en recrear un sector empresario con vocación de desarrollo nacional. En ese tránsito resulta relevante el desenlace de la tensión que hoy se presenta entre la estrategia de una fuerte devaluación y la preservación del empleo y el salario real.