martes, 31 de marzo de 2009

Murió Raul Alfonsín




El ex presidente falleció esta noche a los 82 años. Se encontraba recluido en su departamento de Recoleta desde que su estado de salud se debilitó a causa de un cáncer de pulmón, hace más de un año. La última aparición pública del histórico dirigente radical fue el 1 de octubre de 2008, cuando en un acto encabezado por Cristina se descubrió un busto suyo en la Casa Rosada. Sus restos serán velados en el Congreso de la Nación.

lunes, 30 de marzo de 2009

Cristina participó de la Cumbre de Paises Progresistas en Chile.


..." por primera vez, por lo menos desde que participo en reuniones de este tipo, el gobierno de los Estados Unidos manda a un representante de altísimo nivel, como es su Vicepresidente, a participar precisamente de un encuentro de estas características. Esta y otras cosas que han sucedido en Estados Unidos en las últimas elecciones, esta crisis de carácter global y mundial, revelan que estamos ante una situación de cambio inédito en el mundo.
Ustedes saben que mi país, la Argentina, fue uno de los lugares donde se experimentó con mayor agudeza la desregulación total y absoluta, la privatización de todos los instrumentos y recursos estratégicos del Estado, la demonización del Estado precisamente como un mal administrador y como un mal instrumento de intervención en la economía y, finalmente, terminó con una implosión de todo el sistema financiero argentino de características muy similares a las que hoy se vive en las primeras economías del mundo. Esto nos da un expertiz en materia de crisis que realmente no nos gustaría tener, pero lo cierto es que, durante los años de la década del ´90 nuestro país era presentado como un modelo a seguir en todas las asambleas, por ejemplo, del Fondo Monetario Internacional. Quiero advertir que no quiero cargar una vez más contra el Fondo Monetario Internacional, como hemos venido haciéndolo en todos los foros internacionales, sino simplemente tratar de ver que lo que pasó o está pasando en el mundo, ya pasó en menor escala en muchos de nuestros países que hoy viven, como señalaba, como dijo el presidente Lula, un momento diferente, un momento de gobiernos que se parecen mucho a sus gobernados -como nos gusta decir a nosotros- y donde nuestras economías han crecido, pero con un crecimiento diferente, que charlábamos ayer y realmente me gustó mucho escuchar las palabras del vicepresidente Baden, sosteniendo, como nosotros lo venimos haciendo durante mucho tiempo, que el crecimiento económico es importante pero que no vale cualquier crecimiento económico si ese crecimiento económico no llega a las personas de menores recursos, no llega a la clase media. Precisamente, porque por ejemplo, durante los años ´90 mi país creció a tasas más que aceptables del 7 u 8 por ciento, y sin embargo, culminó el proceso con una tasa de desocupación del 25 por ciento. Con lo cual, escuchar de boca del Vicepresidente de los Estados Unidos que el crecimiento económico es importante en la medida que pueda mejorar la calidad de vida de la gente, generar puestos de trabajo calificados y mejor remunerados, señala un cambio muy importante y da indicios, realmente, de que podemos estar en una etapa en la que finalmente abordemos discusiones de fondo y de cambios estructurales, porque obviamente no podemos ignorar más allá de la valoración que le merezca a cualquiera el lugar que en el mudo ocupa en materia económica, militar, tecnológica Estados Unidos de Norteamérica, hacerlo, sería una ingenuidad. Lo decíamos también anoche con el Vicepresidente cuando sabíamos -todos lo sabemos- que representa el 25 por ciento del PBI mundial.
Ahora bien, creo que sinceramente, no solamente han fracasado el neoliberalismo o estas políticas; creo que también ha fracasado una forma de funcionamiento del sistema mundial en sus organismos multilaterales totales. Porque todos decimos, necesitamos un nuevo organismo multilateral, global, que controle el crédito, pero en realidad hay muchos organismos multilaterales, está Naciones Unidas en el orden político, está el Fondo Monetario Internacional, producto de Bretton Woods, que si uno lee los postulados de Bretton Woods del estado de bienestar, de régimen de pleno empleo, de cooperación económica, en realidad los objetivos y la constitución del organismo que debía llevar o que debía coadyuvar para llevar adelante esos objetivos, son indiscutibles. Tenemos también una Organización Mundial del Comercio.
Yo creo que otro de los problemas que hemos tenido, a partir no solamente de políticas de desregulación absoluta, de asignar al mercado un rol único y endiosado que era el que decidía todo, creo que también tenemos un problema de funcionamiento en donde no todos cumplimos las reglas que tiene Naciones Unidas, el Fondo Monetario y que también esta es una de las claves de la situación actual.
Lo charlábamos hace unos instantes con el Primer Ministro Gordon Brown, cuando decíamos que Naciones Unidas toma una resolución sobre un país débil y pequeño, aún cuando ese país tenga actitudes condenables y si no cumple la resolución de Naciones Unidas es invadido por fuerzas conjuntas o no conjuntas, cuando se rompió, por ejemplo, el multilateralismo en Irak. Pero sí hay una regla de Naciones Unidas que impone una determinada conducta a una de las grandes potencias y esta no la cumple, no pasa absolutamente nada.
Esto revela una cosa que creo que es grave: un mundo sin reglas es muy malo, pero un mundo donde las reglas solamente son cumplidas por los que no tienen fuerzas para oponerse a ellas y son violadas por los que pueden hacerlo, porque la relación de fuerzas así lo permite, también es un problema. Lo mismo se puede dar con el Fondo Monetario Internacional y ya vinculado a esta crisis que estamos viviendo, porque todos los países eran controlados en cuanto a la posibilidad de que tengan superávit comercial, superávit fiscal, o sea, exigencias para ser un país elegible en materia de préstamos o de calificaciones -y podemos también hablar de las calificadoras de riesgo- y, sin embargo, a los grandes centros del mundo no se les aplicaba las mismas reglas.
Yo creo que una de las primeras conclusiones y cosas que vamos a tener que hacer en el G-20, y ya vinculado con esto, es que las reglas que se adopten contemplen los intereses globales pero sean respetadas por todos, porque si no, va a ser muy difícil. Todos sabemos, por ejemplo, que hoy se están produciendo problemas desde las economías emergentes donde fluyen capitales, precisamente, hacia los grandes centros donde se ha producido la crisis y esto se debe, fundamentalmente, a cuestiones como moneda de reserva, inconvertibilidad del dólar, etcétera.
Yo creo que son problemas que vamos a tener que abordar en el G-20, porque la otra cuestión que se me ocurre en forma central y que la he expuesto en la cena de anoche, es que lo único que no podemos hacer cuando vayamos a Londres, es no tener resultados concretos en instrumentos que sean vistos por la sociedad global como que estamos realmente adoptando medidas estructurales que van a tender, no solamente a la situación de regularizar el mercado financiero, que sin lugar a dudas es muy importante para restablecer el crédito, pero la sociedad también tiene que percibir que vamos a tomar instrumentos con los cuales le podamos asegurar que van a volver a recuperar el trabajo o no perder el que ya tienen. Porque esta es otra de las claves, también, para poder abordar exitosamente la crisis que estamos viviendo.
Charlábamos anoche que tal vez algunos piensen que puede haber una colisión entre restablecimiento del crédito y únicamente debemos atenernos a la cuestión de restablecer ese crédito y no a la demanda global y yo creo que, conjuntamente con otros que hemos participado en la cena de anoche, que debe darse en un frente amplio en donde no solamente se aborde el restablecimiento del crédito, sino también se atienda al estímulo de la demanda global que es clave para poder volver a articular la rueda económica. Y, además, que las sociedades, que son en definitiva las que votan y las que nos invisten del poder para que las representemos aquí o en el G-20 o en cualquier otro foro internacional, vean que además estamos tomando medidas que tienen que ver con lo cotidiano, con lo que le pasa a ellos. Hay una percepción muy clara en las sociedades, de que se está produciendo un fondeo permanente de las entidades financieras y que, finalmente, estas entidades no articular nuevamente el crédito nacional o internacional y, al mismo tiempo, las empresas quiebran o cierran porque no tienen crédito, al cerrar o al quebrar o al achicarse la empresa hay gente que queda en la calle, con lo cual algunos ha comenzado a preguntarse por qué, entonces, el Estado no interviene como prestamista directamente al fondeo de las empresas para sostener las fuentes de trabajo y que la gente no pierda el trabajo y pueda pagar su hipoteca o pueda seguir consumiendo.
Entonces, yo creo que tenemos que discutir este tipo de instrumentos. Esto no quiere decir que no haya que atender al sistema financiero, pero me refiero a que deberíamos distinguir entre las medidas de inmediato plazo, porque ya no estamos en eso de que hablamos de medidas en el corto, mediano y largo plazo, casi como una retórica permanente, no, acá ha surgido otro tipo de medidas, las de inmediato plazo, las de ahora.
Cuando yo charlaba la otra vez con el presidente Barack Obama, cuando me llamó muy gentilmente por teléfono, y le decía que escuchaba que, por ejemplo, General Motors, una empresa emblemática de los Estados Unidos, podía cerrar porque, bueno, era obsoleta y no estaban dispuestos entonces a seguir financiando una empresa que no tenía las técnicas... Y yo le decía al presidente Obama que esto es como estar en medio del océano, como un náufrago, te tiren un salvavidas y vos digas "no, como no tiene la tecnología de última generación y los salvavidas japoneses son mejores que los americanos, la verdad que no quiero este salvavidas".
¿Qué es lo que estoy diciendo con esto? Que yo creo que nosotros deberíamos estar también mirando, pensando en la posibilidad de que el Estado, pese a que yo sé que a muchos, no los que estamos aquí, pero sí los que están en otros ámbitos que no participan en ámbitos progresistas, hablar del Estado y de la intervención del Estado demasiado directa y fuerte, es erizante en la piel.
Pero yo creo que en esta primera etapa inmediata de la crisis, el Estado tiene que cumplir un rol aún más activo que el que normalmente le asignábamos los progresistas al Estado. ¿Por qué? Porque estamos en una situación inédita de crisis donde el mercado, conocido como el gran asignador de recursos, está knock out, le están contando y van por el número 9, como lo decíamos anoche en la cena.
Entonces, yo creo que es imprescindible que el Estado tome aún un rol más activo en esta etapa inmediata para comenzar a dar soluciones a esas empresas que no encuentran financiamiento, a esos consumidores que no pueden pagar su hipoteca y que ya ni siquiera la quieren pagar porque la casa vale 100 mil dólares y la hipoteca está en 400 mil dólares. Alguien debería idear un mecanismo de que sigan con los 100 mil dólares y que se hagan cargo de la diferencia. Nosotros tuvimos un problema también de hipotecas muy fuerte, con otro modelo, eran créditos tomados en dólares que finalmente cuando cayó la convertibilidad y hubo una brutal devaluación, la gente quedó con casas que teóricamente valían 300 mil dólares, con salarios -el que conservaba el trabajo- en pesos y muy inferiores, con lo cual hay que tener una creatividad -los argentinos somos muy creativos, también debo decirlo, muchas veces demasiado creativos- y una adopción de nuevos instrumentos y de nuevas políticas que hasta ahora nunca habían sido pensados ni imaginados porque nunca habíamos vivido una situación similar. Siempre eran crisis absolutamente localizadas en los países emergentes, crisis que tenían que ver con los malos manejos de una economía interna de un país o de una región.
Pero ahora estamos con que han fallado los cimientos y los grandes paradigmas y entonces se requieren, ante grandes, extraordinarios e inéditos problemas, grandes e inéditas y extraordinarias soluciones.
Yo creo que en el G-20 deberíamos discutir, además de cómo rearticulamos el crédito, me parece muy interesante la propuesta del Primer Ministro Gordon Brown, en cuanto a también crear una línea de prefinanciamiento de exportaciones, un tema central, porque una de las cosas que más impacto ha sufrido, precisamente, ha sido el comercio exterior, sobre todo en aquellos países que tenemos también una matriz diversificada y una parte importante de nuestra economía está basada en la exportación, creo que una línea de prefinanciamiento de exportaciones es muy importante. Pero también es cierto que en un país, para que alguien adopte una línea de prefinanciamiento de exportaciones, tiene que tener la certeza que lo que exporta va a poder ser colocado porque van ha haber consumidores en su sociedad y en su país que le van a demandar esos productos.
Por eso sostengo, entonces, que es tan importante articular el tema de la demanda global, no solamente desde el aspecto de la financiación, sino desde lo más bajo del consumidor. Esto presupone también que las sociedades en donde se ha desarrollado la crisis y que tienen un alto nivel de endeudamiento, su sociedad y su sistema financiero, estamos hablando de economías donde el nivel de endeudamiento de sociedades y bancos excede el 100 por ciento del PBI, con lo cual se me dirá: "Pero, cómo hacemos entonces para esa persona que está con créditos tomados de 4 a 5 años pueda seguir consumiendo y pueda seguir endeudándose aún agravado por la pérdida del trabajo, si es que ha perdido el trabajo, o por el temor a perderlo, lo cual también restringe su posibilidad de consumo y su propio endeudamiento". Con lo cual también deberían adoptarse medidas que tiendan a restablecer, mediante estímulos fiscales o mediante eliminación de parte de los endeudamientos o mediante -voy a decir una palabra que va a sonar espantosa en los momentos que se viven- aumento salarial, de modo tal que, so pena, seguramente los que no creen en el salario como uno de los instrumentos movilizadores de la demanda puedan criticarlo.
Pero me parece que si nosotros no restablecemos esto, va a ser muy difícil lo otro, porque vamos a encontrarnos con esta situación: bancos a los que les han trasladado trillones -la gente lee en los diarios que a tal banco, a tal otro, más allá de las anécdotas de los bonus, la verdad que da mucha rabia cuando uno descubre los bonus de 175 millones de dólares-, convengamos que cuando hablamos de 3 trillones de dólares, los bonus de 175 millones de dólares serán condenables éticamente, pero en términos económicos financieros no son más que una anécdota, la verdad. Pero vende mucho en los diarios y suena fantástico como titular.
Pero lo real es que la sociedad está viendo que se desembolsan trillones de recursos en los bancos pero que finalmente esto no impacta en su vida cotidiana y yo lo que creo que tenemos que adoptar también en el G-20, por lo menos comenzar a discutir, es cómo tomamos y articulamos globalmente también medidas de esta naturaleza.
Creo que fondeos a través del Banco Mundial con distintos requisitos y sin las condicionalidades que siempre hemos conocido, en Banco Mundial, en Banco Interamericano de Desarrollo o en Fondo Monetario, para planes de infraestructura, para prefinanciación de exportaciones, pero al mismo en serio abordar el tema del consumo de la sociedad, de la preservación del trabajo, sin que la gente tenga trabajo o con el temor a perderlo y con altísimo nivel de endeudamiento, creo que va a tardar mucho más la recuperación y cuánto más se profundice el período de recuperación, vamos a pasar de tener un problema económico y financiero a un problema político. Y cuando comienzan los problemas políticos, normalmente tiende a complicarse aún más la economía y las finanzas.
Por eso creo que lo más importante que vamos a tener que hacer en el G-20, y creo que el documento sobre el cual se está trabajando es muy importante y creo que introduce cuestiones relevantes, creo que hay que abordar esto otro, que me parece que es lo que todavía no se a visualizado con demasiada claridad por parte de todos aquellos que tenemos responsabilidades en la reunión del G-20.
Sí, reiterar, que hay que cambiar -y lo hemos discutido en muchos otros foros- retornar a un multilateralismo, retornar a una democratización, como decía mi amigo José Luis Rodríguez Zapatero, pero fundamentalmente retornar, si es que alguna vez vivimos en ese mundo, a un mundo donde las reglas sean respetadas por todos los países que integran esos organismos multilaterales, que las reglas les sean aplicadas a todos. Porque si no, va a ser muy difícil restituir credibilidad y confianza de la sociedad en sus gobiernos y de algunos gobiernos que venimos criticando estas cosas desde hace mucho tiempo de que realmente estamos ante un momento de cambio y estamos decididos todos a profundizar y hacer esos cambios de los que tanto hablamos."

sábado, 28 de marzo de 2009

La confesión


Por Alfredo Zaiat
Es un viejo conocido de los argentinos. En los peores meses previos al estallido de la convertibilidad visitó el país en más de una ocasión. Ocupó uno de los principales cargos de la estructura financiera internacional. Conoció como pocos el funcionamiento del sistema que se derrumbó, no sólo sus aspectos formales sino la profundidad de la trama de intereses y presiones de los poderosos. El fue uno de los protagonistas de esa obra de la globalización. Experto en finanzas, trabajó para bancos y participó activamente en el proceso de reunificación alemana. Fue el número uno del Fondo Monetario Internacional en el período 2000-2004. Hoy es presidente de Alemania. El martes pasado, en el tradicional Discurso de Berlín, que se pronuncia una vez el año en la capital alemana dedicado a un tema general de actualidad, Horst Köhler se confesó: “Voy a contarles una historia sobre mi propio fracaso. Muchos, que conocían el problema, advirtieron sobre el peligro de una crisis en el sistema pero en las capitales de los países industrializados no se oyeron sus advertencias. Faltó la voluntad de imponer la primacía de la política sobre los mercados financieros. Demasiada gente con muy poco dinero pudo poner en movimiento gigantescas palancas financieras. Durante muchos años se logró convencer a la gente de que las deudas eran un valor en sí mismas, sólo había que comercializarlas. Los bancos compraban y vendían cada vez más papeles cuya repercusión no entendían ni ellos mismos. Lo principal era aumentar las ganancias a corto plazo. Los bancos abandonaron los fundamentos de su propia cultura que eran sentido de la estabilidad monetaria, respeto a los ahorristas y pensar a largo plazo. Los bancos olvidaron también el precepto constitucional según el cual la propiedad genera obligaciones. La construcción de pirámides financieras se convirtió en un fin en sí mismo, sobre todo para los bancos de inversión. Con ello no sólo se despidieron de la economía real sino de la sociedad en general, con lo que el problema se convirtió en un asunto de responsabilidad y de decencia. Ahora vemos que el mercado solo no arregla nada. Necesita un Estado fuerte que le imponga reglas. La crisis muestra que la libertad sin fronteras genera destrucción”.
Este impactante testimonio no sólo representa una contrición de uno de los intérpretes del frenesí financiero de las últimas décadas, sino que constituye un valioso documento que ofrece las señales acerca de un cambio de época. Si bien el poder de Wall Street sigue presente, como se reflejó en el plan de rescate de activos tóxicos que preserva a los banqueros del fracaso, ha comenzado una lenta pero persistente corriente de pensamiento en las esferas del liderazgo mundial que, sin romper con el esquema conservador del funcionamiento de la economía, busca recuperar espacios cedidos a esa abstracción denominada mercado.
Esa tendencia es difícil de percibir en el espacio doméstico porque éste sigue dominado por debates de visión pueblerina. El discurso hegemónico continúa con conceptos y visiones del mundo que están siendo desplazados. El caso extremo en la plaza local es la centralidad que tiene el dólar en la vida económica cuando esa moneda ha empezado a ser cuestionada como unidad de reserva a nivel mundial por nada menos que por la potencia emergente, China. También queda expresada en el desprecio a la participación del Estado en la economía cuando asume empresas privatizadas (Aerolíneas Argentinas), revoca el lucro de las finanzas con el dinero previsional de los trabajadores (AFJP), interviene en el esquema de rentabilidades relativas en el campo (retenciones) o estudia la constitución de una Agencia de Comercialización de productos agropecuarios (proyecto postergado).
En cambio, a nivel internacional se empieza a abrir el horizonte que Köhler esbozó en la idea de que “el mercado solo no arregla nada; necesita un Estado fuerte que le imponga reglas”. Otro concepto expresado por el ex número uno del FMI excede el escenario del pensamiento económico y se refiere a una subordinación que provocó el actual descalabro: el abandono de “la voluntad de imponer la primacía de la política sobre los mercados”. Esta última idea genera escozor en la secta de economistas del establishment doméstico, que confunden deseo con rigurosidad analítica acumulando así un compendio de desilusiones. Esa irritación la han estado manifestando sin pudor en sus visibles recorridas por gran parte de los medios de comunicación, pero con más intensidad en la cálida recepción que el mundo empresario le tributa en forma permanente. De esa forma se va instalando la idea de recuperar el mercado para frenar el avance del Estado, mayor participación del sector público en la economía que se expresa vulgarmente como “hacer caja”. Por ese camino se obtura la necesaria evaluación y crítica a la forma de intervención estatal por parte de la administración kirchnerista y, por lo tanto, la búsqueda de caminos superadores. La propuesta que emerge de ese rechazo a la participación del sector público es la de una regresión a un modelo que ha demostrado su fracaso, además de transitar a contramano de la tendencia que trata de abrir paso en los países centrales.
Una de las claves para comprender los motivos de esa perseverancia para que la economía domine la política se encuentra en el objetivo de restringir la democracia. Esa es la concepción básica para el funcionamiento de la sociedad que propone la ortodoxia. Para esas nutridas patrullas perdidas de la caída del Muro de Wall Street que deambulan por la Argentina, la democracia sólo funciona con reglas de juego estables si la política se subordina al mercado. El economista francés y profesor del Institut d’Etudes Politiques de París, Jean-Paul Fitoussi, explicó en La democracia y el mercado (Paidós, 2004) que “llama la atención dos hechos sorprendentes en el marco general del análisis que sirve de referencia a la valoración de las políticas económicas. Primero, las políticas económicas se valoran como si fuesen independientes del nivel de desarrollo del país en cuestión. Segundo, que esas mismas políticas son igualmente independientes del ámbito de la democracia”. Esto significa, según Fitoussi, que “el marco de la política económica debería ser independiente de la inspiración doctrinal de los gobiernos, es decir, de las preferencias colectivas expresadas por los electores”.
En los últimos dos años, en América latina se ha verificado en forma abierta ese pensamiento conservador en más de una experiencia, donde el “mercado, manifestación de variados reclamos del poder económico, ha puesto en jaque a gobiernos elegidos con legitimidad por las mayorías exigiendo ‘consensos’, ‘paz social’ y ‘tolerancia’”. Fitoussi se pregunta si el mercado es compatible con la democracia. Su respuesta negativa está basada en que, en teoría, el mercado no es compatible con ninguna forma de gobierno ni con la democracia ni con la oligarquía ni con la dictadura. “¿Acaso no enseñamos en la teoría de los mercados perfectos que toda intervención del Estado reduce la eficacia de la economía?”, señala, para destacar que “la función de gobernar interfiere por naturaleza con los mecanismos del mercado”. Por ese motivo, el discurso de los defensores del mercado es antiestatal, afirmando que el gobierno es un mal necesario y, por lo tanto, hay que limitar su imperio. A partir de esa base estructural expresan diferentes latiguillos, como la excesiva cantidad de empleados públicos, la existencia de elevados impuestos, la permanencia de un generoso sistema de protección social o el abuso de las regulaciones estatales. Su principal argumento, señala Fitoussi, es que “cuanto menos gobierne el gobierno, mejor le irá al mercado”. La principal consecuencia de esa concepción radica en que ésta se traduce en una negación global de la política. “Ya no son la política, el derecho y el conflicto los que deben gobernar la sociedad, sino el mercado”, cuestiona Fitoussi.
El actual proceso político y económico local refleja esa tensión, donde una fuerza quiere reinstalar al mercado como eje ordenador de la sociedad, ignorando lo que está pasando en el mundo global en crisis, mientras que otra esquiva el debate para ampliar espacios a partir del fundamental avance que ha tenido la participación del Estado en la economía.

Realidades Virtuales.

Por Luis Bruschtein
Se supone que cada quien lee la realidad como le parece o le interesa desde su lugar en el mundo, y los medios hacen lo mismo. Pero cuando los medios coinciden en una mirada uniforme, la pretensión es que esta vez se trata de algo tan resbaladizo como la realidad.
Una forma de ver las cosas: el Gobierno les niega la segmentación de las retenciones que piden los ruralistas, el Gobierno ganó el conflicto pasado y fijó las retenciones en 35 por ciento. El Gobierno rompió el diálogo y empujó a los productores al paro y los cortes de ruta. La zona de Pergamino está al borde del quebranto –según su intendente– por las retenciones a la soja.
O se puede ver al revés. Los ruralistas piden la segmentación de las retenciones, pero ellos la rechazaron cada vez que se la ofrecieron, piden que baje la retención a la soja, pero ellos la fijaron en 35 por ciento cuando ganaron el conflicto del año pasado. Acusan de violento al Gobierno, pero ellos son los que cortan rutas con piquetes amenazantes y al borde de la histeria. Hablan de la importancia del diálogo pero lanzan un paro con duros ataques en medio de las negociaciones. Hablan de la crisis y la sequía y llevan al intendente de Pergamino a dar testimonio. Pergamino es el corazón de la soja, no tuvo sequía y la crisis le pasa a muchos kilómetros de distancia.
Y hay otros contraluces. Se puede transmitir en directo un acto en Plaza de Mayo con mínima concurrencia a favor de la pena de muerte y destacar en primera plana los discursos que contraponen la inseguridad con los derechos humanos. Y al mismo tiempo darle mínima atención mediática a la movilización de cientos de miles de personas en todo el país el 24 de marzo.
Lo que se ve en la pantalla, lo que se lee en los diarios y se escucha en las radios tiene la pretensión de ser la voz “general”, lo que piensan “todos”, la mirada y el pensamiento “de la sociedad”. Los medios no son “la gente”, pero pujan como si lo fueran para tratar de convertirse en su identidad, un ser social. Y sin embargo, pese a toda la campaña que desplegaron sobre la inseguridad, la convocatoria que lograron fue mínima. Pese a la persistente y sistemática acción de subestimación y desgaste de la problemática de los derechos humanos y sin la más mínima convocatoria mediática, los actos por el 24 de marzo tuvieron una asistencia aun mayor que en otros años.
La realidad no se dirime tampoco en la matemática de los actos. La sensación de inseguridad está instalada en las clases medias y altas urbanas, aunque la asistencia a esos actos fuera mínima. Y el mal humor entre los productores rurales se mantiene aunque no vayan a los cortes de ruta ni asistan a los actos de la Mesa de Enlace. Pero la realidad virtual plantea el escenario más crispado de todos, el más violento e intolerante, retoma pulsaciones que se agitan en distintos planos de la sociedad y las proyecta a un estado de máxima exasperación. La asamblea de obispos advirtió sobre la reverberancia de este clima volcánico pero evitó referirse ni lejanamente a esa exacerbación mediática uniforme que se incrementó en los últimos años.
Las experiencias históricas en circunstancias donde los medios siguieron esta misma mecánica de realidades virtuales crispadas y extremas, como después del golpe del ’55, antes del golpe contra Illia en el ’66 o durante la Guerra de Malvinas, demostraron que incluso los grupos sociales que son llevados a esa exasperación o los que la expresan se repliegan después de un tiempo, y reflexionan sobre los excesos violentos del antiperonismo, la implacable exageración de los ataques contra Illia o los discursos patrioteros y demagógicos del ’82. Es imposible olvidarse, esconder o maquillar ese pasado porque quedó plasmado en los medios de la época que fueron sus principales instigadores. Ellos son la prueba de aquellos pecados que ahora avergüenzan, como haber participado en una horda de linchamiento.
Es interesante que en esos tres ejemplos históricos los signos políticos se entrecrucen. Lo que fue usado contra el peronismo en el ’55, después fue usado contra los radicales en el ’66. Y en el ’82 sirvió para alimentar ilusoriamente a la dictadura. Bien disfrazado, pero nunca a favor de una buena causa.
Cuando esa realidad virtual habla en nombre de toda la sociedad, en realidad deja fuera a un amplio sector que se relaciona de otra manera con ella. La relación de los sectores pobres con esa construcción mediática es diferente de la de los grupos medios y altos porque sus intereses son sus necesidades básicas, inmediatas y concretas que los medios no le resuelven. No ven programas políticos y como grupo social casi no aparecen en los medios. Cuando lo hacen es por lo general en situaciones denigratorias, en las notas policiales, como nota antropológica de la pobreza o de menosprecio político. No se produce un vínculo identitario tan fuerte como el que se crea entre los medios y las capas medias. En general tratan de interpretar a este amplio, y podría decirse mayoritario, grupo social con la idiosincrasia de las capas medias o altas.
Cuando los medios hablan en nombre de todos, incluyendo a los pobres, en realidad los desconocen. Los subordinan a una visión de la realidad sin saber exactamente cuáles son los puntos de contacto que tienen con ella. En una sociedad compartimentada como la que dejó la dictadura y luego el neoliberalismo menemista y delarruista, los pobres tienen poca visibilidad social. Pero las elecciones, como las del próximo 28 de junio, constituyen uno de los escasos momentos de afloración, donde algunos de sus deseos se hacen públicos para el resto de la sociedad.
Esa irrupción puede coincidir con el consenso mediático establecido. Pero es muy probable también que lo contradiga. Y en cualquiera de los dos casos, lo hará por razones diferentes a las de esta especie de sentido común supuestamente aceptado por todo el mundo. El lenguaje de los medios da por sabida, descontada y obvia la derrota del Gobierno en las próximas elecciones por el éxodo de las capas medias urbanas y rurales. Más que en el análisis, es la sensación que está en lo coloquial de los comentarios políticos, en la necesidad de proyectar un mensaje que hable en nombre de todos. El kirchnerismo asegura que los pobres no acompañaron ese derrotero de las capas medias y los más optimistas se preguntan hasta qué punto ese proceso en las capas medias es tan homogéneo.
Sin la intención de hacer pronósticos, sino solamente para hacer una especulación sobre el discurso mediático: suponiendo que los resultados estuvieran más cerca de esa expectativa del oficialismo aunque fuera en forma parcial, la realidad se habría expresado de una manera mucho más compleja que ese discurso tan cerrado. Estaría demandando el esfuerzo de una mirada un poco más profunda. La pregunta es hasta qué punto la realidad incidiría para modificar un discurso mediático que se construyó sobre una verdad inapelable que en este caso sería cuestionada.

jueves, 26 de marzo de 2009

La Argentina de "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago" no va más para nadie, para ningún sector.




..."Yo diría que hay algunas medidas que ponen de manifiesto algunas cuestiones, que han sobrevolado en estos tiempos, y en este año y tres meses de gobierno que tiene esta Presidenta, que hoy está frente a todos ustedes; estás medidas que - como señaló Daniel y el intendente - había sido reclamada, proyectos, discursos y que una vez que la medida precisamente se produce es criticada y dispara el séptimo paro patronal, en un año y tres meses de gobierno. No recuerdo, sinceramente, en la historia ni siquiera nacional ni regional, que en un año y tres meses haya habido siete paros patronales, además con las características que se desarrollaron estos paros: cortes de rutas, desabastecimientos, agresiones, escraches a dirigentes, a intendentes. Muchos de ustedes, intendentes e intendentas, los han sufrido, durante el año pasado, no ahora.
Hoy leía, en algún diario que se criticaban duramente a los escraches y a la agresión y obviamente no podemos menos que sumarnos a esa condena y a ese rechazo. Que importante hubiera sido que esas voces se hubieran alzado, hace más de un año, cuando por ejemplo, la madre del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que no tuvo que ver nada la señora con la 125, en realidad, sufrió un escrache en su casa de Chivilcoy. Tal vez el editorialista, que hoy en un importante diario, sugiere que tal vez podrían ir a la casa de ese ministro o de otro ministro, desconozca que hace más de un año, que la madre de ese ministro sufrió una agresión como la han padecido muchos y muchas de las que están aquí.
Entonces uno tiene la sensación como que hay un doble estándar en la Argentina, pero no solamente por esto, parece que hubiera agresiones malas y agresiones que debieran ser ocultadas; parece ser que por ejemplo, también, algunas manifestaciones que he escuchado que han adherido a la medida - y muy bien que se han adherido a la medida - que no están de acuerdo con los derechos de exportación, pero que igual aceptan el dinero porque lo necesitan.
Y yo me pregunto: ¿qué se piensan, que la Nación no necesita los recursos? Si los intendentes y los gobernadores necesitan los recursos para pagar sus policías, para pagar sus maestros, sus obras públicas, las necesidades de sus habitantes, la Nación también necesita los recursos para pagar a sus fuerzas de seguridad, de las fuerzas armadas. Muchas veces las contribuciones que hacemos a todas las provincias, en materia de pago de salarios docentes para que todos los docentes puedan tener un salario mínimo digno, a lo largo y a lo ancho del país. Ni qué hablar de la obra de infraestructura, que se ha extendido como nunca a todo el país. No puede haber, entonces, necesidades buenas y necesidades malas, las necesidades son necesidades, sean de los estados municipales, provinciales o del Estado Nacional. No hay agresiones buenas o agresiones malas, hay agresiones y cercenamiento de los derechos, se las produzcan oficialistas u opositores.
Yo creo que si todos tuviéramos un mismo prisma para analizar las cosas y los hechos habría, tal vez, mucha más calidad institucional en todos los ámbitos, en la República Argentina. Porque, de repente, cuando uno advierte, en el marco de esta crisis sin precedentes en el mundo, que suceden hechos inéditos como estos, reitero, siete paros patronales salvajes, en un año y tres meses, con desabastecimiento, aumento de precios, impedimento a la gente a transitar. Hoy leía, en un diario, que una persona había muerto producto de que una ambulancia no había podido traspasar un piquete, creo que fue en la provincia de Chaco, pero esto ya también había sucedido el año pasado y creo que si mal no recuerdo, fue en la provincia de Córdoba, aunque también haya sido ocultado o manipulada su información.
Creo que los argentinos necesitamos una mirada diferente sobre todos los acontecimientos que suceden, en nuestro país. Y yo me permito no ser ingenua, porque si solamente situara estas cuestiones en reclamos de intereses, cuestiones sectoriales naturales, lógicas y legítimas que suceden en toda sociedad, y fundamentalmente, en toda sociedad democrática, donde todos tienen derecho a expresarse. Pero yo no soy ingenua y si cada vez que se van logrando las medidas que se van solicitando, e igualmente entonces se pide otra, y cuando esa medida se obtiene tampoco sirve y así sucesivamente. Esta de hoy: la coparticipación que había sido solicitada por muchísimos proyectos, también, fue la que disparó el séptimo paro, tengo que pensar, entonces, que no estamos muchas veces ante reclamos sectoriales, legítimos, respetables, aún cuando uno no comparta esos planteos, sino que estamos antes situaciones, digamos, de mayor densidad institucional, para utilizar un eufemismo.
Creo que lo más importante que todos debemos hacer, todos los que tenemos responsabilidades de Gobierno: la Presidenta, los gobernadores, los intendentes, es tratar de tener criterios comunes. Esto no significa que tengamos proyectos similares, pero si criterios comunes, a la hora de exponer y analizar nuestras ideas. Yo personalmente creo que lo que se está discutiendo, lo que no se quiere y tal vez no se pueda decir, es este modelo al que hacía lugar y al que mencionaba el intendente Eseverri, de Olavarría. ¿En qué consiste básicamente este modelo, que como él decía comenzó en el año 2003? Consiste en un modelo de matriz diversificada basado, fundamentalmente, en valor agregado que permite que la gran parte de los argentinos tengan trabajos y salarios que les permitan ingresar a una vida digna.
Yo creo que lo que no se dice, tal vez, es que el modelo que se propugna es un modelo diferente, un modelo que tiene que ver con una Argentina agroexportadora donde queden mayores excedentes para exportar y, entonces, obviamente, con gente sin trabajo se come menos carne, se toma menos leche, se come menos pan y, entonces, queda un modelo agroexportador con grandes excedentes.
Escuchaba el otro día que alguien decía -un importante dirigente de los que suelen aparecer por televisión del sector de las patronales rurales- "para qué queremos industria automotriz, si son mejores los autos que se hacen en Japón -o no sé donde, decía-" y, en realidad, cuando uno escucha eso o que el precio de la carne debería pagarse a precio de euro o a precio de dólar, yo creo que ahí está la matriz verdadera, última y definitiva de lo que se nos está proponiendo enfrente, que no es un interés sectorial, es un modelo diferente que exige que los argentinos consuman menos. Este es el gran problema: que consuman menos carne, que consuman menos leche, que consuman menos pan, para de esta manera tener excedentes, como lo que fue el modelo agroexportador de principios de siglo.
No hace falta ser demasiado avispada ni demasiado inteligente para advertirlo, porque sino, es incomprensible que, a la luz de todos los acuerdos y de todas las medidas puntuales que se lograron -y que no los voy a fatigar porque para eso está la Ministra de la Producción que los enumera puntillosamente junto al ministro Randazzo que también es activo participante en la decisión de estas políticas cuando se reúnen con los sectores- realmente uno finalmente confluye en decir que hay otra cosa detrás de todo esto. Y no significa ser mal pensando ni acudir a teorías conspirativas, es mirar lo que pasa, escuchar lo que dicen y ver lo que hacen. Si uno reúne estas tres cosas y tiene alguna experiencia política de lo que pasó en este país durante mucho tiempo, las conclusiones caen de maduro y por sí solas.
No me molesta que alguien piense que este es un modelo viable, sería bueno que fuera explicitado en estos términos, de modo tal que la ciudadanía pudiera decidir, porque sino, parece una discusión simplemente de intereses o de gente que no se entiende o que falta diálogo. Yo creo que debemos sincerarnos, creo que hay una gran contribución y una gran actitud por parte del Gobierno al diálogo que siempre lo va a mantener porque esa es nuestra obligación.
Creo que es hora también de que cada uno comience a explicitar cuál es su modelo, decir cuáles son los costos fiscales también de las medidas, de dónde se van a sacar los recursos que se le van a dar a un sector y que están presupuestados y aprobados por el Parlamento Nacional, a quiénes se va a beneficiar y a quiénes se van a dar las cosas. Esto implicaría también una actitud de los medios de comunicación de al menos preguntar, de la misma manera que les preguntan a los dirigentes del oficialismo, donde muchas veces parecen más que preguntas o intervenciones casi interrogatorios, y que no nos molesta, al contrario, nos gusta la prensa de investigación y que pregunta con profundidad. Sería bueno también que ese ejercicio pudiera ser para todos los sectores para ayudar a construir mayor calidad democrática y, fundamentalmente, para asegurar que todos y cada uno de los argentinos puedan expresar sus ideas, que nadie sea ni reprimido ni castigado ni golpeado ni impedido de transitar una ruta porque piensa diferente o quiere ser algo diferente.
Esto también es clave, porque más allá de los proyectos válidos, todos los otros y los que nosotros sostenemos de matriz diversificada, que dan trabajo a los argentinos y salario para que puedan vivir mejor, o los de los otros, que quiere una Argentina agroexportadora y el que venga, sí debe sujetarse a reglas básicas que es el respeto a la democracia y a la voluntad popular expresada en ese sentido.
Este es el límite, porque no puede ser que si es condenable cuando alguien de tez oscura, sin trabajo o con problemas corta una ruta es condenado mediáticamente como un piquetero que debe ser reprimido y si alguien de aspecto, como dijo Lula, rubio de ojos celestes refiriéndose a los que causaron la crisis, y tiene un buen pasar económico, es considerado de otra manera.
Yo creo que esto hace también a la responsabilidad que todos tenemos, primero, en vivir una sociedad más igualitaria, más democrática, más equitativa pero, por sobre todas las cosas, igualdad de oportunidades y que todos sean tratados de la misma manera.
Luego, con estas reglas básicas la gente en elecciones libres decide.
Otra cosa, ya que estamos hablando, elecciones, creo que se está discutiendo en estos momentos en el Senado, otra muestra del doble estándar. ¿Cómo puede ser que lo que está bien para unos, esté mal para los otros? Y sobre todo cuando los otros, en este caso el oficialismo, mandan la cuestión al Parlamento que es, digamos, el lugar de mayor democracia y participación popular de acuerdo con la Constitución donde están representadas todas las fuerzas políticas para tomar la decisión que otros tomaron unilateralmente sin consultar al resto de las fuerzas políticas y, sin embargo, sufren de esto.
Entonces, yo creo que es bueno que charlemos estas cosas a título de reflexión, no con tono admonitorio ni condenatorio a nadie, pero viviríamos en una Argentina mejor si todos contribuimos a tener este tipo de valoraciones y, fundamentalmente, de comportamientos.
La Argentina de "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago" no va más para nadie, para ningún sector. Y esto sí, cuando digo "ningún sector y a ninguna institución" por más importante que sea la institución, por más relevante económicamente que sea el sector.
Creo que tiene que haber una coherencia muy fuerte entre lo que se dice y lo que se hace y que el comportamiento que se le demanda a los demás, bueno, sea en todo caso como regla en sí misma, el mismo comportamiento del demandante.

El proceso golpista sojero

Por Rubén Dri *
Un rehén de la zona de Gualeguaychú nos envía un mensaje en donde nos dice que “estamos en presencia de un avance de la peor derecha, la más cretina, la más inescrupulosa, la más descarada que nos haya tocado desde los tiempos en que la/su columna militar cometiera el genocidio más grande de la historia con la aprobación y/o el silencio cómplice de los que ahora usan el poroto transgénico como arma de guerra, y que si no hacemos algo nos va a pasar por arriba y después tendremos que lamentar quince o veinte años más de abusos fascistas”.
El 24 recordamos el golpe militar que instauró la dictadura militar genocida con la misma idea, el mismo proyecto, que hoy tiene esa derecha cretina impulsada entre otros grupos de poder por la Sociedad Rural, la misma que hoy impulsa, mandando adelante a los panzers de la Federación Agraria, el golpe que se suele denominar “clima destituyente” o golpe suave, pero que, a estas alturas, de suave no tiene nada, a no ser por la no presencia del ejército.
Para quienes sostenían en la anterior etapa de este proceso golpista que tal golpe era sólo un fantasma levantado por el Gobierno y que bastaba con retirar la 125 y en su lugar proponer retenciones segmentadas, hoy no pueden volverse a equivocar. Nunca interesó la 125 en sí, sino el golpear, desgastar –Buzzi dixit– al Gobierno hasta hacerlo caer, si es posible, para terminar con un Estado que pretende “entrometerse” en los grandes negocios del agro.
Las cosas ahora están claras. Las cartas están sobre la mesa para que cada cual las juegue como quiera. Todas las demandas desde el primer lockout, salvo la eliminación total de las retenciones a la soja, fueron concedidas, y todas, sin excepción, fueron rechazadas. Ahora ni siquiera aceptan que el producto de las retenciones a la soja sea compartido federalmente, como antes exigían.
Para esta derecha golpista que hace centro en el denominado “campo” y la “inseguridad”, las instituciones sirven si ellos las dominan. No habiendo ejército a utilizar, recurre ahora a las más groseras y salvajes patoteadas. Las amenazas y las acciones violentas denominadas “escraches” nos hacen recordar los peores tiempos. El energúmeno de Gualeguaychú amenazó directamente a Cantero, intimándolo a convocar a la Comisión de Agricultura “si quiere volver en paz a su provincia”, a no ser que “prefiera emigrar”.
Mientras tanto se vuelven a hacer dueños de las rutas, es decir, del país, porque determinan quiénes pueden pasar y quiénes no. Los grandes medios de comunicación que siempre levantaron la voz reclamando represión cuando los desocupados cortaban las rutas por una cuestión de subsistencia, ahora callan o directamente aprueba estos métodos utilizados por quienes claman por la “calidad institucional”.
“Pienso con lo poco que me queda de humano –continúa el mensaje que me llegó de Gualeguaychú– no sólo en los camiones cargados de productos que se pudren y camioneros que pierden el viático o el laburo. Pienso en niños enjaulados en los colectivos diez, doce, quince horas. Viejos que van a consulta o tratamiento y no llegan a tiempo.”
Este proceso golpista ya no puede ser llamado “blando”. Ya es duro y se endurece cada vez más.
* Filósofo, profesor consulto de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

miércoles, 25 de marzo de 2009

Cristina inauguró obras en San Fernando.


..."Quiero contarles algo, recién cuando veía al padre de Ismael, tapar ese pozo ciego, decía Osvaldo que el 85 por ciento ya va a tener cloacas y con lo que acabamos de firmar el ciento por ciento de los vecinos de San Fernando van a tener cloacas. Y les puedo asegurar, tal vez, aquellos que hayan tenido cloacas toda su vida no le asignen demasiada importancia a ese tipo de cosas. Yo me acuerdo que en la casa, donde todavía vive mi madre, en la Ciudad de La Plata, en el barrio de Ringuelet, cuando fuimos a vivir allí no había cloacas y teníamos un pozo ciego, igual al que tapa hace unos instantes, el padre de Ismael. Y yo le comentaba recién a Daniel y a Sergio que me acordaba de la última utilidad que mi madre le había dado a ese pozo ciego y tiene que ver con lo que se recordaba ayer, 24 de marzo de 1976. Luego que tuvimos cloacas y que el pozo ciego se dejó de usar y quedó semitapado, cuando vino el golpe, mamá tiró toda la colección mía de la Revista "El Descamisado" y "Militancia", que estaban en ese pozo ciego porque eran tiempos difíciles y tenía miedo. Me acuerdo que fue una de las últimas funciones que tuvo aquel pozo ciego, antes de que vinieran las cloacas y fue precisamente, tal vez, hoy da risa pero en aquel momento no era nada risueño, era trágico, era terrible, daba mucho miedo.
Me acordé porque ayer, 24 de marzo, 33 años de aquel día, y dije entonces que los argentinos tenemos que aprender a valorar mucho esta democracia que hemos conquistado todos los argentinos, pero esencialmente la democracia no es solamente el ejercicio del voto ciudadano, es muy importante el ejercicio del voto ciudadano porque se decide, a través de la voluntad popular, quienes son los hombres y mujeres que nos conducen en provincias, en municipios, en legislaturas. Pero creo que tal vez lo más importante de la democracia sea respetar los derechos del otro, que nadie se arrogue derechos, ni con uniforme, ni sin uniforme para impedirles el ejercicio de otros derechos a todos los ciudadanos argentinos.
Creo que este es el logro más importante de la construcción democrática y creo que esto es lo que tenemos que valorar todos los argentinos: el respeto de los derechos de todos. Y además, fundamentalmente también, el respeto a las instituciones que representan esa democracia, y que cada dos años, tal vez como ningún otro sector de la vida económica o social del país, van a elecciones, a validar precisamente sus propuestas, sus ideas y sus proyectos al conjunto de la sociedad.
Yo quiero decirles, hombres y mujeres de San Fernando, que hoy me encuentro muy feliz de estar aquí con ustedes, y también decirles que como siempre voy a seguir teniendo el compromiso de lograr, con las decisiones, con los instrumentos de la política, de la Constitución, con las facultades que le pueblo te pone en las manos, cuando te elige presidente o presidenta, en este caso, a contribuir todos los días a una Argentina más justa y más equitativa.
Estoy absolutamente convencida, créanme, que solamente a través de la igualdad, a través de la equidad, a través de que todos los argentinos puedan tener trabajo, un salario digno, una vivienda, y que esa vivienda no tenga que esperar que se las dé el Estado sino que puedan comprarla con su trabajo, contribuir de esta manera a construir justicia y seguridad.
Miren, la seguridad de todos nosotros también está directamente vinculada a que haya argentinos con igualdad de posibilidades; está comprobado que no es tanto la pobreza lo que causa la inseguridad y la delincuencia, sino más la desigualdad entre las sociedades, cuando al lado de la extrema riqueza está la extrema pobreza, esa es una de las causas más terribles en materia de inseguridad.
Fíjense ustedes que las sociedades con altísimo grado de desarrollo social, que no quiere decir acumulación de riqueza, porque también hay poderosas naciones en el mundo que tienen las poblaciones carcelarias más importantes. ¿Por qué? Porque hay mucha riqueza pero hay mucha desigualdad. La clave es lograr que no haya tanta brecha, que no haya gente que envidie tanto lo que otro tenga y que él nunca pueda acceder, les puedo asegurar que esta sí es una de las claves para lograr una sociedad más segura.
En esto tenemos que estar comprometidos todos, y mientras se logra esta Argentina más justa, más equitativa, por la que tanta gente luchó y entregó su vida, tenemos que comprometernos todos, las instituciones de la democracia, desde la presidenta, los gobernadores, los intendentes, los legisladores, hasta también las entidades y organizaciones no gubernamentales, como cámaras empresarias, como sindicatos, como medios de comunicación social, en lograr construir una sociedad cada vez más democrática, cada vez más justa, cada vez más equitativa.
Creo sinceramente que ese es el gran compromiso, y eso se logra no solamente con hermosos discursos, si además de manifestar nuestras ideas, nuestros proyectos y nuestras convicciones, no pudiéramos llevarlos a cabo de la manera que hoy estuvimos haciéndolo, construyendo, inaugurando pavimentos, cloacas, entregando vivienda, firmando para nuevas viviendas, para más pavimento, para más cloacas, para mayor seguridad, se quedaría sólo en un ejercicio discursivo y de buenos deseos, de los que tantas veces hemos escuchado en etapas electorales, y que luego tantas frustraciones hemos tendido los argentinos; de lo que puedo enorgullecerme es de formar parte de un Gobierno que nunca envió un proyecto de ley para quitarles un derecho a los argentinos, pero además también de ser un Gobierno profundamente comprometido con la construcción, con el hacer, con el trabajo de todos los días, que es como se construye el país.
Hemos tenido demasiados enfrentamientos los argentinos, y demasiada violencia. Los argentinos queremos vivir en paz y en democracia, y que todos, absolutamente todos, respetemos los derechos del otro, pero además cuando esos derechos son violentados por aquellos que no han sufrido lo que han sufrido otros argentinos que todavía carecen de trabajo, de vivienda y de seguridad, entonces el imperativo democrático es ya de carácter épico y moral.
Por eso quiero convocar a todos los argentinos a contribuir a que esta Patria que tanto ha sufrido, a esta Argentina que tanto le ha dado a muchos, y que cada vez que pide ayuda de los que más tienen es poco escuchada, tenga la fuerza suficiente para hacerle ver a los pocos que todavía no entienden, que la patria somos todos y la construimos entre todos."

Palabras de Cristina en Santiago Del Estero.

..."Cuando nosotros levantamos la necesidad de un proyecto donde se articule la producción, la industria, el trabajo, la innovación y la tecnología, como lo hemos venido haciendo desde el año 2003, estamos diciendo que necesitamos generar trabajo porque generar trabajo es generar riqueza para todos los argentinos. Este debe ser el compromiso de todos los argentinos independientemente del partido o del lugar que hayamos elegido para tener nuestra experiencia política o social nos comprometamos.
Yo estoy absolutamente convencida de que lo podemos hacer como lo hemos venido haciendo en estos años en un proceso federal, de redistribución del ingreso, de protección de nuestros jubilados, de reafirmación de nuestra autonomía nacional, de desendeudamiento, de generación de industrias, de generación de trabajo para que los argentinos podamos tener la dignidad, cada uno de nosotros, de ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente.
Este debe ser el compromiso de toda la dirigencia pero, por sobre todas las cosas también, el respeto a los derechos del otro y el respeto a la voluntad de los pueblos expresada democráticamente en las urnas. Ningún sector puede imponerse por sobre el otro con amenazas, con extorsiones, con cercenamiento de los derechos del otro. Los argentinos tenemos derecho a ser libres, no solamente porque votemos, sino porque podemos transitar libremente las rutas, las calles, decidir qué queremos hacer y cómo lo queremos hacer. Esta es la verdadera construcción democrática que debemos abordar de una vez y para siempre.
Hemos sufrido mucho con enfrentamientos, hemos sufrido mucho con falsas antinomias y con divisiones. Es necesario tener la fortaleza de saber que las ideas no se defienden imponiéndose al otro con gritos, con amenazas o con extorsión, sino respetando la voluntad del pueblo expresada democráticamente en las urnas y que las instituciones, nuestras instituciones, puedan ejercer sus funciones con libertad y con plena participación de los hombres y mujeres que han sido elegidos para ese mandato popular. "...

..."Pero yo quiero decirles como Presidenta, porque esa es mi obligación, pero además es mi convicción, que podrán castigarme muchas veces, podrán injuriarme muchas veces, pero una y otra vez tenderé la mano porque esa es mi obligación como Presidenta de todos los argentinos."

lunes, 23 de marzo de 2009

CARTA DE HEBE DE BONAFINI A LOS DOCENTES


Quiero leerles un pedido dedicado a directoras, directores, maestros, maestras y profesores, que en esta fecha, antes, durante y después del 24 de marzo, hacen actos, charlas, pasan películas y tratan de explicar ese desgraciado día. Les pido a todos que les enseñen la verdad a los alumnos primarios y secundarios, que las palabras “asesino”, “crimen de lesa humanidad”, “torturas”, no tienen sinónimos. Que la dictadura cívico– militar, no fue el “Proceso de Reorganización Nacional”, que fue proyectado con anticipación y pergeñado con grandes empresarios, políticos de derecha, con parte de la Iglesia, donde participaban curas, monjas y obispos, y la oligarquía terrateniente.Señoras directoras, maestros, profesoras, maestras, a todos: el 24 de Marzo es día no laborable, no tienen nada que conmemorar, no equivoquen los términos. Ese día 24 de Marzo comenzó la cacería mas despiadada de la historia donde fueron destruidos y aniquilados nuestros proyectos familiares, 30.000 desaparecidos, 8.900 presos políticos, 15.000 fusilados en las cárceles. Donde se secuestró, torturo, y se violó a niñas adolescentes, hombres y mujeres. Donde se violaron todas las garantías, donde los jueces nos decían a las Madres que buscábamos desesperadas a nuestros queridos hijos, que se habían ido con otra mujer. Donde los curas y obispos decían “recen señoras…"Les pedimos que digan la verdad, si no la dicen la historia los juzgara como cómplices. Desde Roca para acá siempre se les mintió a los niños: le explican que Roca fue el héroe de la campana del desierto y aniquiló millones de hombres y mujeres de los pueblos originarios. Se sigue festejando el 12 de octubre como “Día de la Raza”, del descubrimiento de América, como si América no hubiera existido antes.El 24 de Marzo es un día para recordar el horror, el terror y el genocidio.

sábado, 21 de marzo de 2009

"Rescatar la identidad es un logro de la sociedad civil y del Estado"


La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, afirmó que la tarea de rescatar la identidad de niños robados durante la dictadura militar "es un logro de la sociedad civil y del Estado", que confluyeron para que en el año 2008 se haya registrado el mayor número de nietos identificados."Este dato no es casual, la sociedad ha tomado conciencia de que entre todos tenemos que encontrarlos porque (el robo de bebés) es un delito que nos afecta a todos", sostuvo la presidenta de Abuelas sobre el aporte de la sociedad en la búsqueda que se realiza por la restitución de la identidad de cerca de 500 niños apropiados desde 1976.Ese apoyo, según Carlotto, no podría haber tenido eco sin la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que permitieron la reapertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad, durante la gestión del ex presidente Néstor Kirchner.Consultada por Télam ante un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, calificó ese día como "una fecha nefasta que dio lugar al nacimiento de las Abuelas", cuando por octubre de 1977 un grupo de madres que no se conocían entre sí se unieron en el dolor por la doble pérdida de sus hijos y sus nietos."Fue un cambio de vida total, salimos de nuestros hogares para realizar una búsqueda desconocida, peligrosa, con mucho miedo, que no termina con los 97 nietos localizados hasta hoy", apuntó sobre el periplo que significó deambular sin descanso por comisarías, sedes judiciales, hogares de niños, despachos oficiales, e iglesias.A Carlotto la inquieta -como a todas las Abuelas- que aún haya "desaparecidos con vida que están sin saber quiénes son y cuál es su historia", y que "sin saberlo se crucen en la calle con una Abuela que los busca".Sin embargo, en 32 años, la historia de Abuelas de Plaza de Mayo jamás fue manchada por pronunciamientos o actitudes que justificaran la venganza como método de protesta, aún sabiendo que el tiempo conspira contra la búsqueda de verdad y justicia.Con la tenacidad de que son ejemplo, se unieron al pedido de otros organismos como Madres de Plaza de Mayo, Familiares para que tres poderes del Estado activen los mecanismos que permitan acelerar los juicios por delitos de lesa humanidad, entre los cuales está comprendido el delito de apropiación de menores."Estamos convencidos que hay una ideología en algunos jueces que hace que actúen en función de esa ideología que la demuestran con su apoyo hacia los delincuentes en lugar de apoyar a las víctimas", señaló.Instó a "modificar esta situación" y con ese principio se entrevistaron con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; el Consejo de la Magistratura; y continuarán con la Procuración General de la Nación y las Cámaras de Diputados y Senadores.Hoy, la tarea de las Abuelas alcanza reconocimiento internacional al punto de permitirse mostrar ante los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a la Argentina como país líder con la creación de un banco genético de datos con la sangre de los abuelos que buscan a sus nietos."Nuestro aporte fue mostrar la tarea de Abuelas, que nos valimos de la ciencia para recuperar a nuestros nietos, y llevarla a otros países como una alternativa válida y científica para que puedan utilizarlo para buscar a sus desaparecidos", explicó Carlotto.El eventual aval de la ONU a la promoción de bancos de datos genéticos en el mundo permitirá un intenso intercambio de información entre Argentina y los demás países, que podría servir para mejorar técnicas forenses de búsqueda.El derrotero sin fin de Abuelas de Plaza de Mayo por lograr la localización de todos los niños robados que se constituyeron en botín de guerra, permitió la identificación de 97 hijos de desaparecidos nacidos en las maternidades clandestinas que los represores mantuvieron con recelo.Por los que restan, Abuelas continúa con su campaña desde el sitio www.abuelas.org.ar instando a quienes tengan dudas sobre su identidad, se comuniquen telefónicamente, se acerquen a la Casa de Abuelas, o se comuniquen a través del correo electrónico a dudas@abuelas.org.ar.

El bazar


Por Alfredo Zaiat
La caída del Muro de Wall Street no sólo ha dejado desnudo al rey finanzas desregulada, que los líderes de los países del G-20 tratarán de travestir en la cumbre de Londres el 1º y 2 de abril próximo. También ha dejado en evidencia el derrumbe de modelos económicos presentados como exitosos durante décadas por parte del discurso dominante. No pocos intelectuales locales y del exterior han destacado la experiencia irlandesa por su apertura a mercados, modernización y limitación del Estado, desarrollo de la industria de servicios tecnológicos, disminución de las tasas impositivas, bajos aranceles a la importación, desregulación, afluencia de capitales extranjeros y mejora en la educación. Afirmaban que Irlanda había logrado acceder a los más altos puestos en los índices de libertad económica y transparencia, así como también a ser prototipo institucional para otros países.La crisis global ha sacudido ese modelo exitoso devastando su economía y tejido social.
Uno de los representantes de esa corriente de pensamiento vulgar es el periodista Andrés Oppenheimer, que escribió Cuentos chinos. El engaño de Washington, la mentira populista y la esperanza de América Latina. Ese libro es una guía ineludible para descubrir la exposición de falacias y lugares comunes que en las últimas décadas se han impuesto en sociedades vulnerables y con escasa densidad nacional. Hoy adquiere mayor dimensión porque revela su tosquedad, comportamiento que ha sido imitado por no pocos analistas y economistas locales. “No hay razones biológicas por las cuales los países de América latina no puedan copiar varias de sus recetas (las irlandesas) y convertirse en éxitos económicos parecidos”, pontificó Oppenheimer. La crisis global exhibió la fragilidad de ese milagro, con un saldo desolador: el crecimiento de Irlanda es negativo y el desempleo a fin de este año podría llegar al 14 por ciento de la fuerza laboral (4,3, en 2006). El gobierno ha tenido que garantizar los depósitos bancarios por 105 mil millones de dólares, nacionalizó el Anglo Irish Bank y aprobó un rescate de entidades por unos 7500 millones de dólares. Irlanda, joya del nuevo modernismo, vive momentos de zozobra: su déficit fiscal ya supera el 6 por ciento del PBI y llegaría al 11 este año. El gobierno quiere reducir el salario de los empleados públicos. El emblema del triunfo de la economía de los tigres celtas, el empresario Patrick Rocca, se suicidó.
Irlanda no es el único modelo exitoso vendido en el bazar de la economía global que ha terminado en la mesa de saldos. Islandia, país que fuera considerado por la ONU como el mejor para vivir en todo el mundo, ahora padece desempleo, parálisis económica, incapacidad para pagar y bancarrota. En una crónica del diario El País de Madrid se menciona que “los islandeses se debaten hoy entre echarle la culpa al gobierno, por haber desregulado las leyes de manera tal que todo valía, o a los banqueros, cuya extravagancia era observada por el resto de los ciudadanos en las fiestas espontáneas que montaban en los bares de Reikjavik, la capital, donde consumían champán a 1000 euros la botella como si fuera cerveza”.
También ha quedado sepultado el milagro económico de los países de Europa del Este, que luego de librarse del régimen comunista soviético ingresaron en el fascinante mundo del consumo capitalista y ahora están al borde de la ruina por la desregulación, elevado endeudamiento y apertura económica.
A una velocidad impresionante han sido cascoteados los faros que iluminaban el sendero a transitar para arribar al puerto del paraíso de la economía. Los abanderados del pensamiento neoliberal se han quedado sin referencias en la feria de las naciones, aunque no lo admiten y como patrullas perdidas alienadas siguen postulando lo mismo que se ha revelado como un fracaso global. En ese bazar todavía les quedan algunas piezas para seguir batallando acerca de modelos económicos a imitar. Entre ellas sobresale la de Chile. La estabilidad política y la evolución positiva de variables macroeconómicas se presentan como el marco preferido del modelo exitoso chileno. Los admiradores de esa experiencia ocultan que gran parte de la estabilidad fiscal e incluso la posibilidad de constituir un fondo anticíclico se encuentra en que el Estado ha retenido gran parte de la inmensa renta proveniente de la explotación del cobre. Tampoco se expone que ese modelo ha avanzado como pocos en la privatización del sistema de salud, educación y previsional, dejando a las mayorías en una situación de elevada vulnerabilidad por el desmantelamiento de los sistemas sociales públicos. La pobreza ha descendido en las últimas décadas, pero la desigualdad no ha registrado la misma tendencia. Al respecto, vale destacar que tanto los índice de pobreza como de desigualdad son relevantes y la superación de uno no involucra necesariamente mejorar el otro. Por caso, si en una sociedad todos sus integrantes son igualmente pobres la desigualdad es cero, pero si uno de ellos recibe una transferencia externa de modo que le permita superar esa condición, reduciría la pobreza pero aumentaría la desigualdad.
Dante Contreras, doctor en Economía por la Universidad de California, sostiene en Distribución del ingreso en Chile. Nueve hechos y algunos mitos, que ese país “es una de las economías con mayor desigualdad en el mundo”. Explica que “la economía chilena ha sido caracterizada en los últimos años como una de rápido crecimiento y desigual distribución del ingreso. En este contexto, varias investigaciones muestran que la distribución de los ingresos en Chile es una de las más desiguales en el mundo, pero que dicha desigualdad se ha mantenido relativamente estable desde una perspectiva de largo plazo”. Otro especialista, Andrés Velasco, doctor en Economía de la Universidad de Columbia, sostiene en Crecimiento económico en Chile: mitos, preguntas y certezas (muy pocas), que ese país está preso de la evolución del precio del cobre. “Cada vez que cae, en el período siguiente se desacelera el crecimiento en Chile”, apunta, para agregar que “si uno mira a otros países exportadores de materia prima con economías más diversificadas, eso no ocurre”. Otro dato relevante sobre el modelo chileno es que pese a los abultados ingresos brindados por la renta del cobre, no ha podido avanzar en su desarrollo industrial con incorporación de valor agregado. Además del cobre, que representa del 35 al 40 por ciento de las ventas externas, la canasta exportadora chilena está compuesta básicamente por pescado fresco y congelado (salmón), harina de pescado, uvas frescas, vinos y madera.
La crisis global brinda la oportunidad para romper con esa particular tendencia de los voceros del discurso hegemónico doméstico de proponer la copia de modelos externos supuestamente exitosos. Uno de los grandes aportes que ofrece la caída del Muro de Wall Street es que los ha dejado huérfanos, aunque todavía se resisten a velar a sus padres. Se presentan las condiciones para avanzar en lo que Dani Rodrik, profesor de economía política de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, plantea: “El reto está en proveer un grupo alternativo de lineamientos para la definición de políticas sin caer en la trampa de promulgar otro modelo impráctico más, supuestamente correcto para todos los países en todo momento”. Esta idea está presentada en el artículo “Y después del neoliberalismo, ¿qué?”, publicado en 2002, donde Rodrik señala que “los antecedentes sugieren que son dos las estrategias en las que debe anclarse un programa de crecimiento adecuado: una estrategia de inversión diseñada para darle un impulso inicial al crecimiento en el corto plazo y una estrategia de construcción de instituciones diseñada para darle resistencia a la economía para enfrentar situaciones adversas”. La economía argentina se encuentra en esa segunda etapa frente a la crisis global, trayecto que requiere dejar de mirar modelos que fueron y ya no son y apostar a espacios para la audacia en la gestión gubernamental e institucional y en la política participativa en el diseño de una estrategia de desarrollo propia a nivel nacional y regional
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viernes, 20 de marzo de 2009

Cristina y Lula juntos.


La presidenta Cristina destacó hoy la importancia estratégica de la integración con Brasil y remarcó que ésta "debe ser ventajosa para ambas partes". En esa línea, sostuvo que "quiero comprometerme en la necesidad de articular estrategias y posiciones comunes junto con el presidente Lula y otros mandatarios en el G-20, para que los países desarrollados asuman su cuota de responsabilidad" en la crisis económica internacional. En ese sentido, la Presidenta sostuvo que Brasil y Argentina están "ante una gran oportunidad de poder profundizar y examinar actividades, no para pelearnos, porque las diferencias siempre pasan". "La inteligencia de argentinos y brasileños es saber en qué cosa somos cada uno de nosotros más competitivos para potenciar una asociación de carácter estratégico, por nuestra capacidad en materia energética y agroalimentaria". La Presidenta habló hoy en San Pablo, tras un encuentro bilateral con su par de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva en la Federación de Industrias del Estado de San Pablo que la distinguió con la condecoración al mérito industrial. "Esta es una distinción conceptual, porque creer en la industria como gran motor generador de riqueza y desarrollo social, es concepto y modelo de país, sociedad y organización social", dijo la Presidenta. "Industria no es sólo producir fierros, sino apostar al valor agregado, a tener más trabajadores, más calificados y mejor pagos que impulsan el consumo interno y construyen el círculo virtuoso del verdadero capitalismo", agregó. Tras resaltar la baja de la desocupación, la pobreza y la indigencia en la Argentina como producto de un proceso de reindustrialización y el crecimiento más importante de los últimos 200 años. Más adelante, la Presidenta dijo que a la luz de la crisis sinternacional para arribar a un capitalismo serio los financiero "se debe entrelazar con la producción de bienes y servicios. El sector financiero tiene que estar al servicio de la producción y el trabajo". Destacó que la dirigencia brasileña "siempre concibió la necesidad de desarrollar la industria. Los argentinos no tuvimos esa suerte, por eso necesitamos de la comprensión e inteligencia de ustedes, hombres y mujeres de negocios de Brasil". "Estoy convencida que podemos plantarnos ante el mundo en el G-20 y plantear cuál es el modelo que debe desarrollarse", dijo. "No se puede seguir fondeando bancos. Tenemos que proponer en el G-20 fondos destinados para desarrollar proyectos de infraestructura en nuestras economías regionales", sostuvo. Agregó que "es cierto que la principal preocupación es restablecer el crédito, pero creo que la otra medida es volver a articular la demanda global. No sea cosa que fondeamos bancos pero no haya empresarios dispuestos a tomar céditos porque no hay consumidores". "Sin consumo, no hay capitalismo", afirmó la Presidenta.

jueves, 19 de marzo de 2009

Cristina anunció la creación del Fondo Federal Solidario con lo recaudado por derechos de exportación de soja y que será destinado a las provincias.


..."les convoqué, especialmente hoy, para en el marco de los anuncios que venimos haciendo para el sostenimiento de la actividad económica y la generación del empleo y que estuvo, hasta ahora dirigida fundamentalmente a aquellos sectores privados o sectores de mercado, de la actividad privada económica, desde automotrices, desde electrodoméstico, políticas activas con el consumo; luego también las medidas para el campo, para todo el sector agrícola ganadero, que fueron - como lo ha fatigado hasta el cansancio la ministra Débora Giorgi allí - de 15 mil millones de pesos, durante el año pasado, y más de 5.300 millones, este año, con reducciones de derechos de exportación, eliminación en algunos casos, como en el de la leche, creo también que llegó la hora de apuntar con medidas al sostenimiento de la actividad económica, esta vez dirigidas a las provincias argentinas y a los municipios. ¿Por qué digo esto? Porque en múltiples charlas que sostengo cotidianamente con Gobernadores, con Intendentes, con legisladores es obvio que también este impacto de la crisis mundial no solamente llega a nuestro país, llega también a los municipios, a las provincias.
Si bien hoy nuestro ministro de Economía va a anunciar, nuevamente, un superávit fiscal, de más de 1.600 millones de pesos y hemos tenido también superávit comercial, lo cierto es que la recaudación ha crecido menos, al nivel que lo venía haciendo, durante todos estos años, y esto ha tenido seguramente y lo tiene impacto en las economías municipales - veo a varios Intendentes e Intendentas - y por supuesto, también, en las economías provinciales.
Por eso, he tomado la decisión, por primera vez en la historia de nuestro país, uno de los derechos de exportación más importante, en este caso el derecho de exportación a la soja, crear con él un Fondo Federal Solidario para ser coparticipado con provincias y con municipios, con el mismo sistema de la Ley de Cheques: 70 por ciento para la Nación y 30 por ciento para las provincias y que éstas, al mismo tiempo, repliquen hacia el interés de sus jurisdicciones, la misma coparticipación, como en los municipios, en 70 y 30. En los primeros, con los índices que cada provincia tiene, y luego dentro de cada provincia, con los índices que sus respectivas leyes de coparticipación provincial tengan. Pero respetando esta medida de 70-30 y además que estos fondos, que van a ser remitidos en forma automática de la misma manera que la coparticipación, a través del Fondo Nación, sin ningún cargo para provincias y municipios, sea destinado a infraestructura social: escuelas, viviendas, agua potable, cloacas. De modo tal, que la reasignación que la Nación hace de esta parte del superávit, vaya directamente al sostenimiento de la actividad económica y que impacte en la calidad de vida de la gente.
Ustedes saben que muchos me habrán escuchado muchas veces defender arduamente los derechos de las provincias y del federalismo argentino, cuando era legisladora. Yo creo profundamente en la redistribución del ingreso, en términos sociales y en términos geográficos. El compromiso de que por primera vez, esto que es un derecho implícito de la Nación, constitucional y que es un ingreso exclusivamente nacional, sea compartido con provincias y municipios, tiene por objeto hacer carne también que en momentos de crisis internacional ese federalismo no puede ser solamente una cuestión vinculada con la coparticipación, que está establecida en la Constitución, y con los impuestos que son coparticipables, sino en este caso, también, con un derecho que es de la Nación, pero que vamos a compartirlo con las provincias para seguir sosteniendo la expansión del gasto fiscal, con características de infraestructura y de esta manera sostener la actividad económica.
Para ello, voy a firmar, en el día de la fecha, un decreto de necesidad y urgencia; ustedes saben que he firmado creo que tres o cuatro nada más. ¿Este es el tercero? Bien, pero en realidad los decretos de necesidad y urgencia que ha firmado, también, el anterior presidente y en este caso esta presidenta, nunca han sido para quitarle nada a nadie.
Sería fácil no hacerlo, pero realmente siento un compromiso muy grande con todos ustedes: legisladores, legisladoras, intendentes, gobernadores que han contribuido en estos años, a dar también el sustento para poder seguir creciendo. Lo que sí, le pido a todos: intendentes, intendentas, gobernadores, gobernadoras, mucha aplicación en la administración de los recursos, mucha enjundia, mucha responsabilidad, por supuesto que la tienen, pero todavía hay que redoblar los esfuerzos porque son tiempos de crisis y entonces es necesario redoblar ese esfuerzo para que cada peso, para que cada moneda pueda rendir más.
No es poco lo que se va a incorporar, se va a crear un Fondo Federal Solidario, que no es coparticipación porque obviamente no puede serlo, pero que se maneja exactamente con los mismos criterios. Y va a significar, con precios actuales, 1.776 millones de dólares; 6.520 millones de pesos, más del 11 por ciento de lo que hoy se le distribuye en masa coparticipable a las provincias. No es poco, es mucho, significa también una disminución de nuestro superávit fiscal pero creemos que es necesario porque sostener las cuentas de la Nación también implica sostener la cuenta de las provincias y los municipios.
En cada uno de esos lugares, en cada una de esas provincias, en las más alejadas, en las más cercanas, en los municipios más urbanizados, en los más rurales, hay argentinos y argentinas que tienen, en este estado municipal o en ese estado provincial, lo más cercano para la resolución de sus problemas, de sus conflictividades.
Colaborar, desde el Gobierno Federal, con esta reasignación importantísima de recursos, que representa más del 11 por ciento de la coparticipación actual en materia impositiva, constituye el aporte, no como Presidenta solamente, porque tengo el poder de decidirlo, como argentina y como mujer del país profundo, que tiene convicciones en serio acerca de la redistribución del ingreso social y geográfico de este nuestro país la querida República Argentina.
Yo quiero convocarlos a todos, hoy aquí hay hombres y mujeres de nuestro espacio político, otros que no son de nuestro espacio político, pero todos somos argentinos. Yo creo que los momentos que está viviendo el mundo, inéditos, seguimos mirando noticias todos los días acerca de destrucción de empleos, de trillones y trillones de dólares que se colocan y que luego por allí se gastan en bonos, y escándalos todos los días, lo que nos obligan a todos a tener mucha templanza, mucha reflexión, mucho unidad nacional frente a esta situación que estamos viviendo, porque tenemos demasiadas responsabilidades, que no solamente son de la Presidenta o del oficialismo, también son de la oposición y también son de los sectores sociales y económicos, porque entre todos, con las diferencias naturales de todo debate democrático, con los distintos matices, con las distintas formas, todos tenemos la responsabilidad de asegurar que los coletazos de esta crisis lleguen en la menor medida posible al a República Argentina. Esto va a exigir un esfuerzo muy grande, una responsabilidad muy profunda, no solamente de quien decide, sino también de quien opina, sino también de quien legisla, sino también de quien gobierna en municipios, en provincias, de todos los argentinos, cualquiera sea el lugar que estos ocupen. Yo tengo mucha confianza, tengo mucha fe en que si articulamos una alianza que no tiene que ver con intereses políticos partidarios, una unidad que tiene que ver fundamentalmente con esto, con defender y representar los intereses de los trabajadores, de las mujeres, de los jubilados, de los docentes, de los profesionales, de los comerciantes, de las industrias a las cuales también tenemos que apuntalar, estamos tomando medidas puntuarles en todos los casos para que con los mecanismos de crisis que hemos adoptado ir obturando y solucionando allí donde hay problemas. Con mucho esfuerzo y con mucho compromiso de todos nosotros podemos hacer frente a esta espinosa situación, por definirlo de algún modo, de carácter internacional, que no hemos provocado pero obviamente también nos golpea.
Por lo tanto creo que esta decisión de hoy va en esa dirección, en la de contribuir no pensando en cómo me va a ir a mi, porque podríamos seguir diciendo lo bueno de los ingresos que tiene el Gobierno nacional mientras nuestras provincias y nuestros municipios sufren problemas. Creo que lo importante es saber que la patria somos todos, la Argentina somos todos, no hay posibilidades que uno se salve mientras el resto se cae.
Por eso con mucho esfuerzo, con mucha responsabilidad, sé que circularon por ahí a partir de la decisión de convocarlos a ustedes las versiones disparatadas a las que estamos acostumbrados los argentinos, yo no me puedo hacer cargo de los disparates, de las cosas que se dicen o que se publican en letra de molde, o algún comentario en alguna radio o en algún canal de televisión, ya estamos acostumbrados, la presidenta y todos los argentinos, a escuchar cosas inverosímiles, tenemos un ejercicio en este sentido. Pero quiero darles a todos la tranquilidad de que seguimos y vamos a seguir tomando todas las medidas necesarias para sostener este proceso iniciado en el año 2003 y que nos ha permitido darle trabajo, producción, esperanzas e ilusiones a todos los argentinos.
Muchas gracias por la presencia de todos ustedes y a seguir trabajado cada uno en nuestro lugar, que es la mejor manera de hacer Patria.

CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL PROYECTO DE LEY "SERVICIOS DE COMUNICACIÒN AUDIOVISUAL", EN EL TEATRO ARGENTINO DE LA PLATA.


..."cuando el año pasado comenzamos las reuniones con las organizaciones integrantes de la Coalición Democrática, y luego con las distintas organizaciones que nuclean a las empresas periodísticas, porque en realidad mantuvimos reuniones con todos los sectores, tal vez algunos creyeron que se trataba simplemente de un ejercicio que nunca iba a poder concluir en lo que hemos denominado una vieja deuda de la democracia, y que es esta propuesta de proyecto de ley, que hoy tenemos aquí.
Seguramente, cuando ustedes aborden la lectura de este trabajo, de este documento de trabajo, van a entender que no es una actitud que tenga que ver con una cuestión coyuntural, que tenga que ver con una cuestión de diferentes actitudes o posiciones que cada uno de los que tenemos responsabilidades institucionales tomamos ante determinadas actitudes o situaciones, por el contrario, van a ver que se trata realmente de un instrumento jurídico, que ha sido trabajado con una seriedad, con una profundidad que va a permitir precisamente, en un esquema como el que estamos proponiendo de foros regionales, a lo largo y a lo ancho del país, debatir sobre un tema que es central y que es la posibilidad de que todos los argentinos tengan derecho a la expresión y que todos los argentinos tengan derecho a aquellos bienes, de carácter social, que no pueden ser monopolizados por un sector, ni por una empresa, ni por nadie que crea en un mundo como el que estamos viviendo que puede ser dueño de la palabra, del pensamiento y de la expresión de todo un pueblo.
Van a ver en este documento, realmente, no solamente cuadros comparativos, guías, podrán referenciar cuáles son los artículos que reflejan los 21 puntos de la Coalición Democrática, sino que tambièn verán por primera vez, desde el Código de Vélez Sársfield un proyecto de ley anotado. ¿Qué significa esto para los que no son abogados? Que al píe de cada artículo, que constituye la parte dispositiva de una ley, como es por ejemplo el Código Civil, hay lo que los abogados denominamos una nota, donde se explica el origen y el derecho comparado, que hemos tomado precisamente para formular esa nota. ¿Por qué fue esta instrucción que le di a todo el equipo que trabajó y que consultó para elaborar esta propuesta, que hoy estamos sometiendo a consideración de toda la sociedad, para luego llevarla al Parlamento? Porque precisamente no quería que a partir de la manipulación de la información, a partir de esa práctica, que muchas veces vemos, de extrapolar una frase o algo para querer presentar una cosa que no es. Quise precisamente que cada argentino, que cada argentina tuviera la garantía que cada una de estas normas que hemos plasmado en los artículos, que obviamente serán perfectibles, corregibles, mejorables tienen un origen, que es el derecho comparado, y fundamentalmente de todas aquellas democracias más modernas y más contemporáneas, en materia de acceso a la información y de sistemas audiovisuales. Era una obligación y una responsabilidad porque las frustraciones siempre han sido muy grandes en nuestra sociedad.
A veces tengo la sensación - recién cuando veía las imágenes del corto, recordaba lo que decía Gabriel: "25 años esperando para presentar una propuesta de proyecto de ley que pueda ser debatida por toda la sociedad" para que no sea, como alguien puso hoy: "Cristina presenta su proyecto", este no es el proyecto de Cristina, ni del gobierno ni de un partido, yo quiero que sea la propuesta que ponemos a consideración de los argentinos para que estos la mejoren, a partir de convocar a ONGs, sindicatos, universidades, por cierto sé que hay también rectores de universidades presentes, les pido disculpas por no haberlos mencionado, les agradecemos muchísimo la presencia de todos ustedes aquí y precisamente creemos que las universidades, sus estudiantes, sobre todo en materia de Ciencias de la Información van a ser uno de los núcleos y puntos nodales centrales en la discusión y en la formación de este proyecto, que tiene que ser además, tambièn, participativo para ONGs, para sindicatos, para las propias empresas e industrias culturales en el país. Y también quiero hacer una aclaración porque he escuchado también algunas críticas que se oponían a esta norma que todavía no conocían y decían que podía afectar tal o cual cosa. Esto se refiere estrictamente al sistema audiovisual de la República Argentina, una empresa puede ser propietaria de uno o de 20 ò de 1.000 diarios y periódicos que esta ley no los involucra, porque esto se refiere exclusivamente a sistemas audiovisual. Será que, tal vez, haya algunos que tengan, lo que comúnmente se denomina, cola de paja pero en realidad esto tiene que ver únicamente con el sistema audiovisual.
La verdad que muchos, muchos de los puntos que están incluidos aquí son y van a constituir esencialmente el soporte de las nuevas tecnologías, porque - como lo charlábamos con la gente de la Coalición Democrática, el año pasado - esta ley no está solamente, la ley vigente invalidada por el origen, que por cierto es grave, dictatorial, está también invalidada porque ha sido tal el salto tecnológico, ha sido tal en pocos campos, como en el de la comunicación, hemos tenido una evolución tan vertiginosa, como en los últimos 20 ó 30 años. Necesitamos, entonces, un soporte jurídico precisamente para que la incorporación de esas nuevas tecnologías no ahonde la brecha digital y deje a la mayoría de la sociedad fuera de la modernidad y fuera de un sistema de comunicación que precisamente tiene que ser una garantía de que todo el mundo pueda expresarse y de que toda el mundo pueda acceder a toda la información.
Por eso, esa expresión "una ley para que todos puedan hablar y también para que todos se puedan informar", comprendiendo a la información, no como lo que alguien quiere que se sepa, sino realmente todo lo que sucede para que cada ciudadano, cada ciudadana, pueda formar su propia opinión.
Si ustedes me dijeran qué espero como resultado de esta ley, diría que es que cada uno aprenda a pensar por sí mismo y decida pensar, no como le marcan desde una radio, desde un canal, sino que, precisamente, pueda acceder a toda la información, a todas las voces, a todas las creencias religiosas, a todas las creencias políticas para que, entonces, ese ciudadano pueda decidir a qué dios le quiere rezar, a qué partido puede ingresar, quién es el que no le gusta, quién es la que le gusta; en definitiva, yo creo que solamente podemos formar ciudadanos libres si esos ciudadanos tienen la posibilidad de formar su propio pensamiento.
Si ustedes me preguntaran qué es lo que quiero, este sería mi mayor deseo como resultado positivo de la aplicación de esta propuesta que va a ser discutida y que, finalmente, llegará al Parlamento argentino como corresponde en todo sistema democrático, pero no ya siendo la ley de un gobierno o de un partido, sino el proyecto de ley de todos los argentinos. (APLAUSOS) El hecho de reservar el 33 por ciento del espacio audiovisual de la Argentina para organizaciones que no tengan fines de lucro, nos va a dar una garantía de ello.
Por primera vez iglesias, universidades, fundaciones, sindicatos, organizaciones que no tienen fines de lucro, podrán acceder a tener una señal de transmisión, una voz, un lugar donde expresar lo que piensen, lo que sienten, lo que les pasa y creo que eso es, precisamente, articular, entonces, entre el Estado, la sociedad y el mercado.
Durante mucho tiempo hubo mucha negación por parte de los fanáticos del mercado de la importancia del Estado y, por supuesto también, de la sociedad, porque, en definitiva, cuando alguien afirma que el mercado todo lo resuelve, todo lo asigna y sobre eso no se puede discutir, hay una clausura, no solamente del Estado, porque, en realidad, cuando estaban clausurando el Estado estaban clausurando la participación de la sociedad. Lo que pasa es que quedaba mucho mejor decir que el Estado era ineficiente a reconocer verdaderamente que es mucho mejor para el mercado cuando la sociedad no interactúa.

Creo, amigos y amigas, sinceramente, que todas las teorías excluyentes y negadoras finalmente terminan cayendo, como cayó el Muro de Berlín cuando negó la posibilidad de que la sociedad pudiera acceder y disfrutar de bienes y servicios del mercado y como cuando caen también los muros de Wall Street, cuando niega la posibilidad de que la sociedad y el Estado tengan participación en la regulación de las actividades que conforman el mundo económico.
Por eso creo que en esta ley estamos condensando además, lo que podríamos llamar los tres actores fundamentales: la sociedad, el Estado, en sus poderes, y el mercado y también, por primera vez, que el sistema audiovisual nacional tenga participación en la dirección, no solamente de representantes del Poder Ejecutivo, que obviamente para eso se hacen elecciones democráticas donde alguien tiene la iniciativa desde el aparato del Estado, sino también para que tengan participación las minorías parlamentarias y la constitución de una comisión bicameral que, además, haga seguimientos sobre todo el sistema audiovisual en la Argentina. Algo inédito también y que no existía hasta ahora y que lo ponemos a consideración de la sociedad seguramente para mejorar la propuesta.
Finalmente, quiero decirles algo. Yo escuchaba cuando Gabriel decía que hacía 25 años que esperábamos esto y cuando uno mira las cosas que han sucedido en estos años, no solamente, por supuesto en este año y pico que llevo como Presidenta de los argentinos, sino en el período que se inició en el 2003, tengo la sensación de que somos un gobierno que venimos pagando viejas deudas, un gobierno pagador de deudas de la democracia, desde el nivel de desendeudamiento, que usted ex presidente comenzó a poner a nuestro país cuando canceló la deuda con el Fondo Monetario Internacional , sino también la deuda que significaba que quienes habían torturado, asesinado y desaparecido durante los años de la dictadura estuvieran libres y amnistiados , nuestra deuda con los derechos humanos , la deuda con nuestros jubilados, primero reconociéndoles aumentos desde que usted fue presidente y luego culminando con las dos leyes que tuve el honor de enviar como Presidenta de todos los argentinos al Parlamento y que fueron, una, la de consagrar la movilidad de los haberes y pensiones de los jubilados y, la otra, la de volver al Estado la administración del ahorro público de los argentinos. Siento que somos un gobierno pagador y pagador de deudas que contrajeron otros o que las construyeron otros, mientras que muchos de ellos, sin embargo, nos dicen que somos un gobierno que nos gusta manejar y administrar la caja.
Realmente, hemos pagado las deudas de los gobiernos que manejaron muy mal la caja de los argentinos, pero que tal vez manejaron muy bien otras cajas difíciles de ver y, además, muchas de las veces prolijamente ocultadas también y disimuladas por quienes resultaron beneficiarios.
Yo tengo la esperanza de que podamos discutir y debatir esta ley en sociedad y luego en el Parlamento. Seguramente, como en todas las cosas que afectan intereses poderosos, habrá piedras en el camino, habrá intentos de tergiversación, habrá voces de esas que nunca faltan haciendo planteos. Bueno, todos ustedes vieron que todavía no se había conocido el proyecto de ley y ya algunos escribían hasta artículos en los medios de comunicación sobre un proyecto que todavía no había alumbrado.
Yo creo que tenemos que hacer un gran esfuerzo todos los argentinos para abandonar esas actitudes irreflexivas de oponernos por oponernos, de decir que no porque no o lo que es peor -y se ve en estos días, no tal vez con respecto a esta ley pero sí con respecto a algunas cosas que hoy está tratando el Parlamento-, hacer una cosa y cuando otro hace lo mismo está mal o lo critican, como aquel viejo dicho de "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago".
Yo creo que tal vez nos acostumbramos a ese tipo de prácticas porque siempre pasaba algo que borraba lo que se había hecho y, entonces, había un determinado lapso entre un hecho y el otro que permitía que la memoria no recordara una cosa y no pudiera identificarla correctamente. Pero las cosas suceden con tanta vertiginosidad que hemos llegado a escuchar cosas el día jueves, otras el día viernes y otras el día lunes sobre una misma cuestión y todas diferentes.
Creo, entonces, que tenemos que hacer un esfuerzo muy grande todos, no es que haya nadie perfecto, yo no me siento mejor que nadie, se los puedo asegurar, sí me siento muy comprometida con mis convicciones, las que siempre llevé adelante con mucho esfuerzo, con mucho costo personal, pero con la gratificación de, tal vez, bueno, hacer honor a esas cosas por las cuales siempre creí y por las cuales me incorporé a la política en esta ciudad cuando era muy jovencita. Siempre que vengo a La Plata entro en un estado muy especial y cuando estoy además en este lugar, en este querido Teatro Argentino, que ha sido escenario de momentos muy importantes en nuestra vida política y en nuestra vida personal, obviamente, porque no podemos ser dos, ese estado es más especial. Yo no creo que una persona sea buena persona en un lado y mala en el otro, yo creo en las buenas personas en general, en la política, en la vida cotidiana y la verdad es que quiero decirles que yo me siento muy agradecida a la vida, muy agradecida a todos ustedes, muy agradecida a los hombres como Gabriel Mariotto y su equipo que pusieron mucho esfuerzo para que pudiéramos cumplir esto y quiero decirles a los argentinos que vamos a seguir pagando todas las deudas que tenemos todavía con millones de argentinos a los cuales no hemos podido llegar porque no han podido conseguir un trabajo o porque todavía están precarios o porque todavía no tienen un salario o porque todavía no tienen educación o vivienda o agua potable, es una deuda casi interminable, pero estamos dispuestos a dar nuestra vida para seguir pagándola.
Por eso, agradecerles a todos y que esta ley que va a ser de la sociedad y que va a ser de la Argentina, sea una voz plural en lo social, en lo federal y que pueda ser un instrumento para que todos tengamos el derecho a ser visibles en la sociedad, que esta es la otra cosa que muchas veces nos han negado, no nosotros que, obviamente porque ocupamos cargos altos aunque quieran ocultarnos es más difícil, pero sí otros, los invisibles, los que solamente aparecen en una tragedia o solamente son instrumentos para presentarlos como demandas contra tal o cual idea.
Yo creo, sinceramente, que tenemos una oportunidad muy grande todos los argentinos de seguir construyendo democracia, de seguir construyendo participación, de seguir construyendo autonomía nacional, de seguir construyendo esto que estamos haciendo, con dificultades, con contradicciones, con marchas y contramarchas, pero con la convicción y la certeza de que estamos construyendo entre todos un país diferente, el país que alguna vez soñamos.