martes, 1 de diciembre de 2009

El simulacro de elecciones en Honduras fueron relizadas en la más absoluta ilegalidad democrática.


Palabras de la Presidenta en la Apertura de la Cumbre en Portuga

..."creo que para no abordar compromisos, como tantos compromisos que hemos asumido con respecto a la pobreza, a la educación, a la desigualdad y a tantos ítem que suenan tan bien a los oídos, pero que son tan difíciles de ejecutar en las políticas concretas, deberíamos fijarnos metas tal vez más humildes pero más realizables, y en el marco de esas metas más humildes y más realizables, también los países desarrollados abordar la responsabilidad en la emisión de esos pasivos ambientales.
Finalmente, porque no voy a ser abuso de mi condición de próxima anfitriona de este encuentro, no voy a utilizar todo el tiempo que pueda tener disponible porque quiero escuchar a todos mis colegas, quiero también -y de aquí diviso la figura de mi querido amigo el vicepresidente de la hermana República Oriental del Uruguay, felicitar a la República Oriental del Uruguay, al hermano pueblo, por los comicios realizados en el día de ayer, en el marco de la más absoluta legalidad democrática, como nos tiene acostumbrado desde hace muchos años afortunadamente el continente y también como parte de ese continente la República Oriental del Uruguay.
Y si se me permite, yo sé que aquí hay jefes de Estado de distintas orientaciones políticas, felicitar a mi amigo y compañero José Mujica como el presidente electo de todos los uruguayos.
La mención de elecciones democráticas en el Uruguay torna insoslayable también el abordaje de otras pseudo elecciones realizadas en el continente y que tuvieron lugar, yo diría casi un simulacro en Honduras, si se me permite la adjetivación, en el marco también de la más absoluta ilegalidad democrática. Todos saben cuál ha sido la postura de la Argentina, no voy a reiterarla porque voy a escuchar las opiniones de todos, pero quiero que nos planteemos una suerte de mirada de lo que está sucediendo en el mundo y particularmente en la región. Si uno observa el proceso democrático uruguayo, en el marco de una absoluta legalidad democrática y sin embargo, el abordaje mediático de ese proceso en relación a los candidatos, al candidato triunfante en los medios internacionales, en las grandes cadenas de comunicación, era si se me permite, por calificarlo de una manera generosa, un abordaje cuando menos sesgado acerca de las calidades y de las posibilidades del candidato. Francamente es miembro de una fuerza que podríamos denominar de centro izquierda que tiene amplia trayectoria en la República Oriental del Uruguay.
Y fíjense, paradojalmente el proceso de ilegalidad democrática planteado en la República de Honduras era abordado mediáticamente por los grandes medios de comunicación a nivel internacional casi como, bueno, lo que realmente hay que hacer es apurar pronto estas elecciones para que luego tengan sus autoridades. Entonces parecía que por un lado estaba bien que esto se hiciera de esta manera y por otro lado el abordaje.
Son tal vez percepciones de una dirigente política que milita desde muy joven y que advierte, fundamentalmente así lo ha manifestado en la OEA, la aparición de algunas nuevas formas de interrupción democrática en la región, y que ya no tienen el viejo concepto de intervención militar que caracterizaban la doctrina de seguridad nacional, que durante tantos años imperara en la región, sino que tiene que ver con lo que podemos denominar golpes cívicos mediáticos, realizados en un marco donde no intervienen obviamente los militares, pero sí se desarrollan dentro de la propia sociedad y dentro de alguna de sus instituciones, violaciones al propio ordenamiento legal, y precisamente una de las más grandes conquistas que la región de América del Sur y Latinoamérica ha logrado durante décadas, es volver a respetar la legalidad de sus democracias, del voto popular y de las autoridades elegidas democráticamente, para que empiecen y terminen su mandato.

Con esta reflexión, que seguramente algunos disentirán y otros compartirán, como es lógico en toda democracia y en todo universo de pluralidad y disenso, quería terminar mi intervención que luego será motivo también de charla frente a los señores y señoras mandatarias. Pero no quería dejar de mencionar esto porque cualquier discurso de un intento de innovación tecnológica, del conocimiento, ante cualquiera de los abordajes que ustedes quieran hacer, sólo podrá ser posible en sociedades democráticas; el avance y el crecimiento que tuvo la América Latina durante la última década, se dio en gobiernos democráticos, en gobiernos votados y elegidos por sus pueblos, que plantearon, en su gran mayoría sin lugar a dudas, la equidad y la procura de la brecha de igualdad, como uno los objetivos y las claves de sus gobiernos. "

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