martes, 13 de abril de 2010

Obama lo logró: hoy se reunirá con Cristina


Mariana Verón
Enviada especial "La Nazión"

WASHINGTON.- Después de intensas y agónicas negociaciones, después de meses y meses de buscarlo, Barack Obama consiguió que su par argentina, la presidenta Cristina Kirchner, lo reciba hoy. Ayer tuvieron un encuentro sólo protocolar, para la foto.

Anoche, la Casa Blanca fue la primera en informar de la reunión, que se hará luego de la clausura de la cumbre global de seguridad nuclear, que ayer comenzó con una cena en el Centro de Convenciones de esta ciudad. Minutos después, mientras la comitiva argentina mostraba cierto grado de preocupación por el encuentro, a la Presidenta no le quedó otra que anunciarlo ante los medios, en el primer piso del hotel Park Hyatt, donde se aloja.

En la comitiva reinaba anoche el nerviosismo. Era lógico. La Presidenta llegó el viernes sin confirmación del posible encuentro con Obama, que se había convertido, otra vez, en el gran objetivo a eludir en su viaje.

Esta es la tercera vez que Obama comparte una cumbre con Cristina Kirchner. Pero en las anteriores, pese a la insistencia, Cristina no lo recibió, pese a los reiterados pedidos, y en cambio ella sí se reunió con otros mandatarios de la región, como los de México, Brasil y Chile. Desde que los Kirchner llegaron aquí, el viernes, el presidente norteamericano recibió a 13 jefes de Estado.

"Tenemos una relación que ha sido buena más allá de las diferencias con otras administraciones. Nadie puede pensar que no hay una buena relación", dijo Cristina Kirchner al hacer el anuncio, el más evitado de los últimos días para el Gobierno.

La relación del matrimonio presidencial con Estados Unidos tuvo sus fuertes inestabilidades. De la mala relación del ex presidente Néstor Kirchner con George W. Bush, los duros cruces por la operación del FBI sobre la valija del venezolano Guido Antonini Wilson y las últimas críticas de Arturo Valenzuela al enviado del Departamento de Estado para la región que cuestionó la falta de seguridad jurídica en el país del norte, el vínculo se había debilitado. A eso se sumaron las últimas críticas de la Presidenta, quien en una entrevista dijo que Obama había desilusionado a los países de América latina por su política durante el golpe de Estado en Honduras.

"Esto es la confirmación de las buenas relaciones entre ambos países", agregó Cristina Kirchner, mientras dejaba caer sobre su hombro izquierdo el chal negro de gasa con el que terminaba su vestido verde de noche,( como queriendo decir, y bue... no queda otra, hay que recibir al negro) recién llegada de la cena con los otros 44 presidentes que asisten a la cumbre.

El encuentro llegó lamentablemente a última hora, por lo que no se pudo buscar una escusa para evitarlo. Desde el sábado pasado, como adelantó LA NACION, en la comitiva negociaban la posibilidad de que la reunión no se hiciera justamente hoy. Pero faltaba la confirmación. Los días de relax del matrimonio Kirchner en esta ciudad a la que llegaron el viernes escondían, dijeron, un sentido claro: estar a mano del llamado de la Casa Blanca para poder zafar con tiempo. El encuentro de los dos presidentes se hará en el Centro de Convenciones, una vez que termine la cumbre de mandatarios.

Gestión ante Restrepo
Cuando la comitiva estaba a la expectativa, ayer por la mañana, de la posibilidad de evitar una reunión a solas, más allá de la foto que ayer se llevó Obama de la Presidenta al participar de la cena ofrecida por este, una salida rauda del canciller Jorge Taiana para una misteriosa reunión hacía presagiar alguna novedad. El ministro salió del hotel a las 10.30 y volvió al mediodía. Escueto, sólo contó que se había entrevistado con Dan Restrepo, el jefe para América latina del Consejo Nacional de Seguridad, hombre de directa relación con Obama. Mientras tanto, toda la delegación vestía de impecable traje a la espera de una agenda no querida. Todo presagiaba que el Gobierno de Obama se traía la reunión entre manos.

En la comitiva argentina contaban, que la visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, hace un mes a Buenos Aires, había sido "clave" para conseguir el trofeo final que Obama vino a buscar con la excusa del Congreso sobre Energía Atómica.

La Presidenta se excusó ayer de informar los temas de los que hablará con Obama. "No me parece prudente", sostuvo, y dijo que "no espera nada" del encuentro. "Vamos a dialogar para lograr acuerdos para ambos países", abundó sobre el final del diálogo, en el que se la vio distendida después de haber compartido la mesa con sus pares de México, Felipe Calderón; de Chile, Sebastián Piñera, y el premier italiano, Silvio Berlusconi.

El otro detalle que la comitiva se preocupó anoche por resaltar fue que, Obama había pedido tener sentada a Cristina Kirchner a su lado durante las deliberaciones de las sesiones de la cumbre sobre energía nuclear.

El beso y el apretón de manos que ambos se dieron en la recepción que le brindó el presidente norteamericano ya pasaron a otro plano para la delegación argentina. Allí, la jefa del Estado se había mostrado algo tensa. Después de saludarla, con el fondo del logo de la cumbre detrás, Obama la guió con el brazo apoyado en la espalda de Cristina hasta el lugar donde ambos debían tomarse una fotografía. Pero ella evitó el protocolo y siguió caminando. Al segundo, se dio vuelta, rió y volvió junto a él. La foto que había venido a buscar Obama, la tendrá otra vez hoy. Pero esta vez, como tanto esperaba Obama, en el marco de la tan ansiada reunión bilateral.

No hay comentarios: