jueves, 5 de noviembre de 2009

Los pobres les sirven a algunos para mostrarlos llorando y pidiendo: cuando se organizan, les molestan"



Dijo Cristina en su visita al hospital de Quilmes:


"Quiero decirles que este compromiso con la salud pública, con la educación pública, son cosas muy internalizadas en nosotros. Una compañera recién me decía vamos por la reforma política. Yo tengo muy internalizado desde muy chica, desde muy joven en la universidad el compromiso con lo publico, esa formación de sentir que el Estado precisamente tiene que estar allí al lado de los sectores más vulnerables, que más lo necesitan. Por eso ese empeño casi convertido en terquedad desde el año 2003 de inaugurar escuelas, de ampliar hospitales, de hacer hospitales, de que la gente tenga trabajo además para que no dependa de un puntero para lograr la dignidad del trabajo y llevar el sustento a la casa. Es un compromiso fuerte también que tenemos con la asignación básica familiar, con las cooperativas.
Las cooperativas que además no sólo buscan que los desocupados tengan trabajo sino que es necesario organizar también a la gente. No solamente darle un trabajo sino que los que tienen mayor grado de vulnerabilidad social puedan organizarse, la organización de la sociedad, sobre todo en los sectores más vulnerables, es clave para salir de la pobreza y de la indigencia. Yo escuchaba recién a la compañera diputada de los pueblos originarios, hablaba de los de tez oscura, de los morochos, de los pobres o de los indígenas, que muchas veces, como leí el otro día en un análisis muy importante que decía que a ciertos intereses concentrados económicos les gusta mostrar por la televisión a los pobres y a los negros cuando están solitos, desvalidos y llorando, para demostrar que hay pobreza, pero cuando esos pobres, esos negros, se organizan y generan organización popular, trabajo, dignidad, entonces ahí ya les empiezan a molestar y son tildados muchas veces de revoltosos o de organizaciones paralelas al Estado.
Es que los pobres a algunos les sirven para mostrarlos llorando y pidiendo, cuando ese pobre adquiere dignidad junto a otro, se organiza y en esa organización popular provoca demandas pero además de ello hace cosas que muchas veces debería hacer el Estado y las terminan haciendo ellos, entonces molesta. Siempre molestó desde el fondo de la historia la organización popular. Yo soy una defensora de la organización popular porque es precisamente la que permite a una sociedad crecer y fundamentalmente quebrar algo que se instaló desde hace décadas, no solamente en la República Argentina sino en el mundo, que es el individualismo, la ruptura de los vínculos de solidaridad que supo tener la sociedad, que supo también imponer el estado de bienestar en todos nosotros. Porque cuando se rompe la solidaridad ese es el preciso instante en que comienzan a vencer al pueblo, a los pobres y a los humildes.

Por eso digo que la solidaridad es fundamentalmente ese vínculo de organización, no de organizarse contra los otros, sino de organizarse para uno mismo y para los demás también. Esta es la clave y esto es lo que queremos hacer en la Argentina para lograr que todos podamos tener una sociedad en crecimiento y
que los pobres no sean solamente un objeto para mostrar en la televisión llorando y sufriendo, sino creciendo y organizándose solidariamente para salir desde el lugar que los llevaron políticas económicas, de esos mismos que los van a mostrar. Porque lo paradojal de todo esto es que las políticas que generaron esos pobres que lloran y muestran casi obscenamente por la televisión son las políticas que ellos mismos levantaron desde los medios de comunicación durante tanto tiempo.
Nos cansamos de escuchar denostar al Estado, denostar a la política, a los partidos políticos, otra cosa a la que se prestan muchas veces, yo digo tontamente, porque no se dan cuenta, creen que con eso puede crecer individualmente un partido o un personaje político y se prestan tontamente y contribuyen al desprestigio y al denuesto del Estado, de los partidos políticos, de los militantes, de la organización política, porque creen que de ese modo pueden llegar ellos. Al contrario, cuando se debilita la política y la imagen de la sociedad del Estado termina debilitándose toda la sociedad.

Por eso digo que tenemos que tener mucha amplitud, mucha pluralidad, pero los ojos bien abiertos para mirar más allá de lo que te quieren mostrar y escuchar más allá de lo que te quieren repetir monocordemente. Nosotros tenemos un ejercicio por haber sido jóvenes de una generación muy importante, porque cuando yo me incorporé a la política había dictadura en la República Argentina, si uno creía lo que miraba en la televisión o salía en los diarios todavía estarían los que estaban. Como no creíamos en nada de lo que nos decían porque sabíamos que nos estaban mintiendo es que finalmente se lograron vencer las dictaduras y retornó la democracia, entre otras cosas también por mujeres que lucharon con sus pañuelos blancos para que ésta retornara. "
¿como habrá salido la foto?, grande Daniel!

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