sábado, 14 de marzo de 2009

Todos a votar, que se acaba el mundo.

..."he decidido, enviar este día lunes, un proyecto al Parlamento argentino para convocar a elecciones, el 28 de junio, para todos los argentinos. De manera tal que podamos superado el escollo electoral, superada la elección, todo lo que demanda normalmente una elección, que siempre son posicionamientos, muchas veces personales, partidarios, que poco tienen que ver con el interés de los argentinos. Los argentinos necesitamos mucha tranquilidad, necesitamos mucha apertura, mucho diálogo, alejado de los intereses partidarios o sectoriales, porque la crisis es grave y demanda entonces una actitud diferente por parte de todos nosotros, que todos los esfuerzos estén orientados, precisamente, a lograr sostener la actividad económica y el nivel de empleo, que es lo que va a seguir permitiendo mejorar estos índices sociales, de los que nos hablaba Mario.
Si no se sostiene el empleo, argentinos; si no se sostiene la actividad económica no vamos a poder seguir sosteniendo los indicadores sociales y de calidad de vida de la gente. Esto lo saben cada uno de los señores gobernadores, que hoy nos acompañan. Y hay de todos los partidos; los hay de partidos provinciales históricos, como lo es Jorge Sapag; lo hay de partidos nuevos, de la última etapa, como es la Gobernadora Fabiana Ríos; lo sabe un hombre de la vieja Unión Cívica Radical, como Miguel Saìz, porque cuando hay que gobernar, cuando hay que hacerse cargo del problema, de la cloaca, del agua potable, del despedido, de que te cierran una fábrica ahí no hay diferencias partidarias; ahí tenemos todos que tirar para el mismo lado y para eso se requiere tener un clima estable y de tranquilidad, en la República Argentina, despojado de los avatares que normalmente trae toda contienda electoral. No es que esté renegando la contienda electoral, por favor, la vocación democrática creo que está ampliamente demostrada por cada uno de nosotros. Pero lo cierto es que los argentinos, además, no podemos tener una serie de permanentes elecciones, de acá al 28 de octubre, en el marco de esta crisis fenomenal, de habida cuenta además que ha habido importantes distritos electorales que han adelantado las elecciones.
Sería casi suicida embarcar a la sociedad, de aquí hasta octubre, en una discusión permanente de posicionamientos, cuando el mundo se cae a pedazos y los pedazos de ese mundo se nos pueden caer encima, sería casi suicida. (APLAUSOS).
Yo quiero decirles que siento una inmensa y triple responsabilidad, la primera como mujer, el género - y con Fabiana tenemos siempre esa carga de las mujeres, tener que demostrar que podemos tener eficacia - pero además también la de ser una mujer del país profundo y además de ser una militante política que cree, realmente, que la política tiene que ser para mejorar la calidad de vida. Esto me exige a mí un doble esfuerzo, muchas veces - ustedes conocen mi carácter, si me dejara llevar por él, tal vez, no hubiera hecho muchísimas cosas de las que he realizado como presidenta. Sé que tengo la obligación indelegable como argentina, como ciudadana, como presidenta - elegida por los argentinos - de tomar todas las medidas que permitan seguir creciendo, teniendo trabajo los argentinos y creando un clima, en el cual todos podamos dialogar.
Pero dialogar tiene que ser, fundamentalmente, no decir siempre que sí a todo, y fundamentalmente cuando el decir que sí a todo significa quebrar aquellas variables macroeconómicas, con las cuales tenemos que llevar y llegar a los que menos tienen.
Por eso, yo quería decirles, esta es una decisión muy importante, que además también, como todas las decisiones, será también mi vocación estrictamente parlamentaria la mando al Parlamento, como corresponde, para que sea el Parlamento que, en forma excepcional, fije para este 28 de junio las elecciones e invitar a todas las provincias argentinas, en la medida en que sus constituciones lo permitan, a hacer también las elecciones el mismo día. no se puede - argentinos y argentinas - en este desastre que es el mundo estar en una suerte de ferias o maratones de elecciones, de aquí hasta octubre. (APLAUSOS). Todos los saben, los que están sentados aquí, sean gobernadores, intendentes, legisladores y hasta lo dice el sentido común del ciudadano, de ese que tal vez muchas veces crítica, cuando suceden estas cosas por el gasto que significa también todo esto. Pero más allá del gasto electoral, a mí lo que me preocupa realmente es el gasto que significaría para el economía de la Argentina y para nuestro modelo no poder tener la tranquilidad que necesitamos todos para tomar decisiones y poder debatir con amplitud.
Lo decía, ayer, cuando escuchaba que algunos dirigentes criticaban un proyecto de ley, el de Radiodifusión; lo tomo como ejemplo porque realmente es muy curioso, proyecto de ley que todavía no hemos presentado, y ya hay gente que se opone. Como yo digo es la oposición metafísica, la oposición a la nada, porque no hay ningún proyecto presentado. Ahora yo digo si porque va a haber elecciones en octubre nos oponemos a cosas que ni siquiera hemos conocido, imagen ustedes por un instante esta Argentina y en este mundo, en este sistema de aquí hasta octubre.
Creo que tenemos la responsabilidad y la obligación todos los argentinos de contribuir a cuidar esto, que hemos logrado. Y esto no es responsabilidad únicamente de una Presidenta, ni de los Gobernadores, ni de los Intendentes, esto es obra y responsabilidad de todos aquellos que tienen desempeños institucionales, cualquiera sea el rol que le haya asignado el voto popular. Y también los sectores empresariales, con los cuales estamos haciendo un inmenso esfuerzo: acordando subsidios, reconociendo compensaciones a sectores de la industria, a sectores rurales, pero tienen que saber que necesitamos sostener fundamentalmente el trabajo, deben saber que necesitamos seguir sosteniendo a esos hombres y esas mujeres que han recuperado su dignidad con el trabajo. Y que vamos a hacer todo el esfuerzo (fiscal y de todo tipo), desde el Estado, articulando los intereses entre trabajadores, empresarios para seguir sosteniendo esto. Pero necesitamos olvidarnos - aunque sea por un instante - que quién dice la cosa, si es de mi partido o no es de mi partido. Aprendamos a escuchar al otro y a ver si tiene razón en lo que dice, olvidándonos a qué partido o a qué sector pertenece. Es un ejercicio que nos va a ayudar mucho, en momentos en que necesitamos gran claridad y mucha unidad nacional.
Yo los convoco, a todos los argentinos, como lo he hecho siempre, con la convicción de que podemos hacerlo, porque estas cosas que hemos logrado, en estos tiempos, en estos años de crecimiento parecía mentira. Si alguno lo hubiera dicho que íbamos a poder tener las cifras que tuvimos en el año 2008, 2007, allá por el año 2003 le hubieran dicho que estaba loco, que no podía ser, que era una utopía. Pero a nosotros siempre nos gustaron las utopías porque además uno de los principales problemas que tiene este mundo, que se ha derrumbado estrepitosamente y que se ha pulverizado es haber precisamente perdido las utopías y creer que solamente el dinero podía reproducirse a sí mismo, sin pasar por el trabajo, por la producción, por los servicios y por la calidad de vida de la gente. Una de las claves, también, de este derrumbe no es solamente un derrumbe económico, es un derrumbe de un sistema de ideas, fundamentalmente basado sólo en el lucro, pero no ya del capital, sino del capital financiero, o sea del dinero por el dinero mismo. Estas son las cosas que tenemos que discutir en este nuevo mundo, diferente en absoluto al que conocimos y que va a exigir, por parte de todos nosotros, una gran apertura, una gran serenidad, una gran racionalidad y un gran ejercicio de patriotismo, a las horas de discutir los problemas de los argentinos y los problemas del mundo."

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